Blade Runner 25

Sitges. Martes. Laborable. 11 de la mañana. Exterior del Hotel Melià, centro neurálgico de la cuadragésima edición del Festival Internacional de Cinema de Catalunya que, como cada año, rinde homenaje al cine fantástico, de terror y ciencia ficción. Pese a lo poco apropiado de la fecha y hora, algo más de mil personas hacen una ordenada cola. El motivo, ver una película que la mayoría ya ha visto. Muchos, más de una vez y más de dos. El que suscribe, una media docena de veces en salas de cine, y un puñado más en VHS y DVD. Blade Runner, una de las cumbres del cine de ciencia ficción —y discutiblemente, del cine, sin más— cumple un cuarto de siglo.

Para celebrar esos veinticinco años de una de las películas de culto de historia más rocambolesca —no es Apocalypse Now, pero la historia no desmerece— Ridley Scott y compañía se han animado a pulir algo más la película que se estrenara en 1982 con un más que notable fracaso de crítica y taquilla. No es demasiado sorprendente: de hecho, es nada más y nada menos la sexta versión que se hace del título, aunque sólo la cuarta que llega al público más o menos general. Después de unos primeros pases desastrosos de las primeras versiones, los productores obligaron a Scott a hacer cambios sensibles antes de lanzarla a las pantallas. Cambios no pudieron evitar el trompazo económico. Aún así, la película entró en el difícil club de las películas que no desaparecen de las carteleras y cuyas maltrechas copias cruzan el mundo de un extremo a otro, de reposición en reposición, de filmoteca en filmoteca. Ante la negativa de la cinta a morir, en 1992 se lanzaba el «Director’s Cut» con que Scott deshacía bastantes de los delitos cometidos contra el film (un increíble final feliz, una voz en off innecesaria que provocaba pesadillas a Scott y alguna escena que se había «perdido», básicamente). Las críticas, esta vez, con el beneficio de la perspectiva, resultaron ser básicamente alabanzas y las pocas salas en que se estrenó (era un lanzamiento pensado casi exclusivamente para su consumo en forma de cinta de vídeo) se llenaron.

Al director, sin embargo, le quedaban algunas espinitas clavadas. Y es que en bastantes sitios la cinta demostraba su edad: un tiroteo en que era obvio que la tiroteada era una doble, los evidentes cables que sustentaban los coches voladores… En estos tiempos de postproducción digital a un director que, además, se había curtido en publicidad y, por tanto, está acostumbrado a mimar con esmero el más mínimo detalle, estos defectos —invisibles al gran público— eran intolerables. Scott bregó durante años para que se reabriera la caja del dinero y acabar de pulir su gran obra maestra (que me perdonen los fans de Alien y Thelma & Louise, los que prefieran Gladiator, que se lo hagan mirar). Con ocasión del cuarto de siglo parece que alguien decidió que la operación podría ser rentable y el resultado se pudo ver hace un par de semanas en algunas salas estadounidenses y ahora en Sitges. Los que deseen verla deberán esperar a su lanzamiento en DVD, que en Estados Unidos será el 18 de diciembre. Y es que aunque la noche del miércoles al jueves hay un segundo pase en el festival, a las 00:45 horas, todo el papel está vendido (uno no puede dejar de preguntarse cómo se ha programado una película así en esas combinaciones de fechas y horarios, habida cuenta que el calendario del festival cuenta con dos fines de semana, uno de ellos de tres días). Parece, por tanto, que las más de dos mil entradas vendidas en esas condiciones apoyan la teoría económica (que es, al fin y al cabo, la imperante en Hollywood).

¿Qué aporta la nueva versión? Argumentalmente, nada de nada casi nada. El que haya visto el «Director’s Cut» ya conoce perfectamente la historia (una lista exhaustiva de los cambios). En el lado de la técnica, eso sí, la cosa ha ganado sensiblemente. El aspecto más importante, probablemente, sea el que menos gente notará: esta nueva versión suena, si se me permite la expresión, de cine. Sólo un director tan puñeteramente minucioso como Sir Ridley podría haber obtenido en 1982 un sonido que justifica plenamente la etiqueta 5.1 Dolby Digital. Las calles de Los Angeles se vuelven aún más realistas y la banda sonora de Vangelis es, increíblemente, más potente que en los anteriores montajes. En cuanto a la imagen, esta es la versión que, de hecho, todos los fans recordamos: es Joanna Cassidy, y no su doble, la que muere tiroteada y los coches voladores, los ‘spinners’, se mueven por el aire sin la ayuda de cables y grúas. Además, y gracias a la magia de las nuevas tecnologías (parece ser que ha costado una pasta traer a Sitges el proyector digital necesario para una película que no merece ese nombre, puesto que vive exclusivamente en forma de ceros y unos sobre un disco magnético) la calidad de la imagen es fantástica y apabullante.

Vamos, que ha valido la pena el día de vacaciones y la excursión hasta Sitges (más de ochocientas de las antiguas pesetas cuesta el viaje desde Barcelona). Si sumamos el día espléndido (la gente se estaba bañando en las playas y daba bastante envidia), lo poco transitadas que estaban las calles de uno de los enclaves con más encanto de por aquí (alguna ventaja tenía que tener la hora programada) y una comida más que agradable por un precio razonable, una jornada para recordar :-).

(Para el que quiera saber más, BLADE RUNNER Frequently Asked Questions y esta entrevista con Ridley Scott.)

25 partituras de película

El AFI (esa maravillosa entidad dedicada a dotar los bloggers del mundo de listas sobre el mundo del cine para cuando uno se queda sin inspiración) saca esta vez la lista de las 100 mejores partituras de la historia. En orden inverso, el top 10:

Difícil de discutir…

Cabe notar que de entre las diez mejores no ganaron el óscar a la mejor banda sonora ni Jerry Goldsmith por Chinatown, que cayó ante Nino Rota y Carmine Coppola por la segunda parte de El Padrino, ni Elmer Bernstein por Los Siete Magníficos, derrotado por Ernest Gold y ?xodo, ni Max Steiner con Lo Que El Viento Se llevó, vencido por Herbert Stothart y El Mago de Oz. No llegó a la nominación Bernard Herrman por Psycho, y peor aun le fue a David Raksin, que tampoco fue nominado por Laura a pesar de que ese año había 20 bandas sonoras nominadas en su categoría… Y más curioso lo de Nino Rota con El Padrino, que fue retirada de entre las nominadas por reutilizar una pieza… Vamos, que tan solo cuatro de las diez mejores bandas sonoras de la historia ganaron su óscar.

Si miramos el histórico, los compositores menos galardonados de la lista son David Raksin (‘sólo’ un par de nominaciones), Nino Rota (como ya hemos comentado, se resarció de su nominación retirada de 1973 con el premio de 1975) y Bernard Herrmann (ganó en el 1942, y fue nominado también en 1942 (sí, dos nominaciones el mismo año), 1947 y 1977 (de nuevo por duplicado)). A partir de ahí, los números marean: Jerry Goldsmith ganó en el 76, y colecciona hasta 16 nominaciones, Elmer Bernstein se llevó la estatuilla en el 68 y acumula 10 nominaciones, Dimitri Tiomkin tiene tres premios y 14 nominaciones, Maurice Jarre tres óscars y seis nominaciones, Max Steiner colecciona también tres victorias, más 17 nominaciones (con una racha de apariciones consecutivas entre 1939 y 1951), y John Williams, dominador indiscutible del género, tiene cinco óscars y 26 nominaciones más (si no me he descontado… Los últimos años en que no le han nominado son 2004 y… 1995.

Y un detalle: 2004 fue un mal año para la música: pasaron a mejor vida Jerry ‘Star Trek’ Goldsmith, Elmer ‘Cazafantasmas’ Bernstein y David Raksin…

Citas de película

Leo por ahí que el American Film Institute ha publicado otra de sus listas (que son ideales para adictos a las listas (como yo), más si son bloggers (como yo) y últimamente están un poco faltos de inspiración (como yo), más que nada por que no hay nada más fácil que no estar de acuerdo con una lista.

Esta vez se trata de las 100 mejores citas de película. En el número 1 han puesto al Frankly, my dear, I don’t give a damn., de Gone With The Wind (en Otro Blog Más somos grandes defensores de las versiones originales…). Que a mí no me parece la mejor, pero qué se le va a hacer. Mis 20 citas…

  • En el 90, A martini. Shaken, not stirred., de GOLDFINGER (1964).
  • En el 85, My precious., de THE LORD OF THE RINGS: TWO TOWERS (2002). Ni siquiera me gusta El Señor de los Anillos, pero hay que reconocer que la frase es mítica. Es, además, la cita más reciente de la lista.
  • En el 78, Open the pod bay doors, HAL., de 2001: A SPACE ODYSSEY (1968). Aunque habría preferido una cita de HAL…
  • En el 76, Hasta la vista, baby., de TERMINATOR 2: JUDGMENT DAY (1991). Qué se le va a hacer, todo el mundo tiene sus defectos…
  • En el 69, They’re here! POLTERGEIST, 1982.
  • En el 67, Of all the gin joints in all the towns in all the world, she walks into mine., de CASABLANCA (1942). Personaje mítico, actor mítico, película mítica.
  • En el 65, Elementary, my dear Watson., de THE ADVENTURES OF SHERLOCK HOLMES (1929). Aquí hay un problema con el enlace, por que la IMdB opina que en el 29 se hizo The Return of Sherlock Holmes, y que The Adventures of Sherlock Holmes es del 39. Supongo que es lo que corresponde a una cita apócrifa…
  • En el 59, As God is my witness, I’ll never be hungry again., de GONE WITH THE WIND (1939). Por qué motivo no es esta la que está en el 1 es algo que no voy a explicarme nunca.
  • En el 51, You’ve got to ask yourself one question: ‘Do I feel lucky?’ Well, do ya, punk?, de DIRTY HARRY (1971). Esta es la que habría puesto yo en el 1 (confieso).
  • En el 50, Houston, we have a problem., de APOLLO 13 (1995). Probablemente, la frase más repetida de la lista.
  • En el 37, I’ll be back., de THE TERMINATOR (1984). Dos citas de ‘Gobernator’… Doctor, ¿es grave?
  • En el 34, You know how to whistle, don’t you, Steve? You just put your lips together and blow., de TO HAVE AND HAVE NOT (1944). Lauren Bacall…
  • En el 33, I’ll have what she’s having., de WHEN HARRY MET SALLY (1989). Si no recuerdas la escena, es que no has visto la película.
  • En el 32, Round up the usual suspects., de nuevo de CASABLANCA. POrque, por un lado, toda la película podría citarse y, por otro, dio lugar al título de otra gran película.
  • En el 28, Play it, Sam. Play ‘As Time Goes By.’. Prometo que no hay más citas de Casablanca.
  • En el 22, Bond. James Bond., de DR. NO (1962). Luchando con Clint Eastwood por mi número uno personal…
  • En el 12, I love the smell of napalm in the morning., de APOCALYPSE NOW (1979). Otra enorme fuente de citas.
  • En el 8, May the Force be with you., de STAR WARS (1977). Aunque para mí la cita de la peli sería el ruidito de los sables de luz…
  • En el 6, Go ahead, make my day., de SUDDEN IMPACT (1983). Dos de ‘Gobernator’ y dos de Harry el Sucio… Doctor, es muy grave, ¿verdad?
  • Y en el 2 I’m going to make him an offer he can’t refuse., de THE GODFATHER (1972).

Ahí queda eso. Cuando se me vuelva a activar el cerebro retomaremos la programación habitual.