10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3…

Faltan poco más de una hora para que se jubile la lanzadera espacial Discovery (su primera misión fue nada más y nada menos que en 1984, o sea que se lo ha ganado). Cuando aterrice, al programa de las lanzaderas espaciales apenas le quedarán un par de misiones más. Desde un punto de vista no emocional, la exploración humana del espacio es cara, poco eficiente y muy, pero que muy peligrosa, con lo que, de hecho, el final del programa no es una noticia tan mala. Sin embargo, desde el punto de vista emocional, las lanzaderas nos han acercado un poco el espacio y, al menos yo personalmente, pienso echarlas mucho de menos. Ese ataque de nostalgia también lo están experimentando, desde luego, en la NASA. Y eso nos permite disfrutar de vídeos como este:

Farewell, Discovery.

Ciudades por la noche

Sin duda, el pase de fotos de ciudades más caro del mundo (para hacer las fotos hay que pasarse unos días en la Estación Espacial Internacional y, en los ratos libres, construir con partes sobrantes un mecanismo de seguimiento para hacer las fotos, que si no salen movidas):

Madrid está hacia el minuto 2 (una de las primeras ciudades tras la explicación del proyecto, a cargo del astronauta Don Pettit), Hong Kong hacia el 5. Como es natural, también aparecen Londres, Tokyo, Nueva York, Los Ángeles… Impresionante el contraste entre El Paso, Tejas y Juárez, México, las diferencias entre las formas de las ciudades europeas y las americanas o cómo las ciudades japonesas tienen un muy particular color verdoso. Vía.

PS Curiosamente, Doc Searls enlaza hoy una versión económica de lo mismo: Washington, Baltimore, Philadelphia, Nueva Jersey, Nueva York y Boston, un casi continuo urbano que puede verse en un vuelo nocturno de menos de una hora y media.