Software is eating photography…

…de hecho se ha comido ya una buena parte (de las últimas cien fotos que habéis hecho, al menos noventa las habéis hecho con el móvil, y ha habido tanto software entre vuestro clic y lo que habéis subido a Instagram / enviado por WhatsApp que daría para varios libros) y, por otro lado, nunca se acabará de comer la fotografía química (eso de llamar analógico a todo lo que no es digital siempre se me ha hecho especialmente raro en el caso de la fotografía «de toda la vida», aunque es cierto que no es un abuso de notación especialmente significativo).

En cualquier caso, lo de la fotografía computacional es un tema apasionante por lo tecnológico, por lo cultural, por sus implicaciones éticas… y pocas maneras mejores de aprender un poco sobre el tema que escuchar la entrevista que le hacen en Vergecast a Marc Levoy, el profe de Stanford que se convirtió en el responsable de la cámara (apartado software, claro) de los Google Pixel y que ahora ha fichado por Adobe.

Solo me permitiré apuntar dos cosas…

La primera de ellas, que las implicaciones éticas llegaron mucho antes del digital. Primero, con el encuadre de la foto (¿habéis visto alguna vez las fotos de una manifestación en dos diarios con puntos de vista diferentes?) y después en los laboratorios (al fin y al cabo toda la botonera de Photoshop son iconos de lo que se hacía en los laboratorios mucho antes de que nadie soñara con el digital). Antes de seguir con la crítica y la reflexión —no solo lícita sino absolutamente necesaria— sobre la manipulación de las imágenes fotográficas, uno debería reflexionar sobre si lo que le preocupa es la manipulación, quién manipula, la democratización de la manipulación, su automatización, o exactamente qué. Si vas a tener un discurso sobre el tema, que tenga un mínimo de solidez.

El segundo apunte, que ahora que Levoy ha llegado a Adobe, es hora de que esa aplicación de cámara que va a ayudar a desarrollar nos permita no solo archivos tipo «raw», sino PPSDs (portable PSDs, o Portable PhotoShop Documents), con los diferentes capturas que ha hecho la «cámara» y el historial de manipulaciones que le han hecho antes de mostrarte el resultado por pantalla.


PS 20200912 Lectura complementaria extremadamente recomendable: Your Phone Wasn’t Built for the Apocalypse. Why the orange sky looks gray, de Ian Bogost en The Atlantic.

La ‘nueva’ cámara de Android

Por si queda alguien que aún no se haya enterado, la nueva aplicación de cámara de Google para Android es una noticia interesante. Primero, porque la aplicación (enlace a Google Play) funciona ahora sobre cualquier móvil o tableta Android 4.4. Que no es para nada una versión de Android muy extendida, pero sí es bastante más cobertura que la que tenía la aplicación hasta ahora… De golpe las panorámicas ‘a la Streetview’ pasan a estar al alcance de bastantes más móviles, algo que no deja de estar bien (la aplicación ha perdido algunas opciones de configuración, como el balance de blancos, por el camino, por cierto :-().

Pero la novedad realmente noticiosa está explicada con detalle en Lens Blur in the new Google Camera app, en el blog de investigación de Google. Como probablemente sepáis, una de las ventajas más relevantes de cargar con una cámara grande es que estas suelen tener sensores más grandes y estos suelen tener la capacidad de reducir la profundidad de campo: el primer plano queda enfocado mientras que el fondo se desenfoca, algo que hace que ese objeto en primer plano destaque mucho más y no se pierda entre el fondo. Los sensores de las cámaras de los móviles son (con muy contadas excepciones) minúsculos, con lo que cuando haces una foto, el primer plano queda enfocado, lo que hay inmediatamente detrás queda enfocado, y el árbol que hay a quinientos metros de distancia también queda perfectamente enfocado. Eso, a veces, está bien, pero muchas otras veces, no.

Lo que hace Google es (después de activar el modo lens blur), primero, pedirte un poco de trabajo extra (después de tomar la foto la aplicación te pide que muevas la cámara un poco de una determinada forma) y, después, aplica un poco de magia (llámale magia, llámale algoritmos de visión por ordenador) para construir un mapa de profundidad que permite, a posteriori, centrar el foco allí donde queramos, con la intensidad que deseemos. Mola.

Claro que las fotos de demostración de cualquier cosa suelen estar tomadas en condiciones ideales. ¿Qué pasa si tomas fotos ‘de verdad’, con iluminación nada optima, con el sensor más bien mediocre del Nexus 4, y mi pulso? Veamos una primera foto sin el efecto aplicado:

Foto de un salero sobre una foto. Toda la imagen está enfocada, restando importancia al salero, que es el objeto que se quería fotografiar
Es una foto del salero. O lo quería ser. Porque con todo esa profundidad de foco, es difícil saber qué se quería fotografiar

(Las fotos que genera la aplicación cuando se activa el desenfoque son 1024×768 y las tenéis a resolución completa: clic para verlas a tamaño completo.)

Démosle un 50% (más o menos) de efecto:

Foto de un salero sobre una foto. El fondo se ha difuminado mucho, con lo que queda claro que el protagonista de la foto es el salero
Esto ya es otra cosa…

Y si le damos a tope…

Foto de un salero sobre una foto. Se ha difuminado de forma extrema, de forma que hasta partes del salero están desenfocadas
El efecto aplicado al máximo. Obsérvese cómo la cabeza del salero está enfocada… pero la sal del salero, no o.O

Claro que ese salero no deja de ser un objeto sencillo, y a lo mejor no presenta un gran reto. Vayámonos a un ejemplo realmente difícil. De nuevo, primero sin el efecto aplicado:

Foto de una planta. Toda la imagen está enfocada, con lo que se resta importancia a la planta, que se pierde en un fondo complejo
Un caso bastante más complejo. Estaría bien poder perder ese horrible fondo, pero… ¿sobrevivirá el algoritmo?

Y ahora con aproximadamente el 50%:

Foto de una planta. Desenfoque aplicado aproximadamente al 50%. El efecto no es perfecto, pero muy tolerable. El fondo se ha difuminado casi completamente
Bastante bien, ¿no?

Eso sí, en condiciones así abusar del efecto va a provocar efectos secundarios no deseados:

Foto de una planta. El efecto se ha aplicado al máximo. El algoritmo falla, y aplica efectos a partes de la planta que no debería y resulta extraño. La foto es perfectamente reconocible, pero hay cosas extrañas
Al límite. El algoritmo no hace milagros. Pero casi…

Y, hablando de efectos secundarios, no podían tardar en llegar unos cuantos hacks explotando el trabajo de Google (como debe ser :-)):

Nada mal, ¿no?

Para montar panorámicas, Microsoft ICE

La profusión de cámaras digitales hace que cada vez más gente se lance a hacer fotos que hace una década no se le habrían pasado pasado por la cabeza más que a un profesional… Entre ellas, desde luego, se encuentran las panorámicas: tome usted un buen número de fotos y móntelas después para obtener una megafoto. El problema es que, luego, el montaje no es tan fácil como uno podría haber anticipado. Photoshop mejora versión tras versión, pero esto aún se le resiste un poco…

La última solución que he encontrado se llama Microsoft ICE (Image Composite Editor) y funciona muy bien:

Panorámica de Barcelona desde el puerto deportivo

La foto en sí no es muy espectacular, pero es que sólo estaba probando una cámara «nueva». Un día de estos vuelvo al «lugar del crimen» y repito la jugada… Si hacéis clic llegaréis a una versión más grande (3155×600) y podréis jugar a «buscar el empalme» (pista, si queréis encontrar uno sencillo, buscad el mástil del velero: obvio, pero es que hacerlo bien ahí habría sido magia negra). El original no lo cuelgo: 29755×5659 píxels o, dicho de otra forma, 5 metros por 95 centímetros a 150 píxels por pulgada…

El programa cuenta con la posibilidad de exportar a JPEGs y TIFFs, pero también a cosas más sofisticadas: PSDs con las capas montadas o Silverlight Deep Zoom, por ejemplo.

Y para acabar, un consejo si queréis montar una panorámica: fuego a discreción: pese a lo que uno podría pensar, para facilitarle la vida a un programa como ICE lo mejor es hacer muchísimas fotos que se solapen mucho, y no unas pocas que apenas se monten (la imagen de arriba está compuesta de algo más de 100 fotos)…

Más catálogo MediaMarkt (segunda edición foto digital)

LA última vez que nos fijamos en un catálogo MediaMarkt centrado en fotografía fue hace cosa de nueve meses… y lo que han avanzado las cosas desde entonces, oiga. Supongo que ahora toca vaciar catálogo como corresponde a la cercanía en el tiempo del PMA…

Observen lo que el dinero puede comprar:

  • Para los interesados en compactas de gama media/alta, una Sony Cybershot DSC H10 (en DPReview) por 239 euros y la Panasonic Lumix DMC-TZ 7 EG-S (en PhotographyBLOG) por 399
  • Pasando a las réflex, en portada, una Nikon D80 (en DPReview) con un objetivo 18-105VR (luminosidad por especificar, como corresponde a la atenció habitual de quien elabora el dichoso papelote) por 599 euros
  • Y en las páginas interiores, comenzando por lo menos caro, una Nikon D40 (en DPReview)con un Nikkor 18-55 (3.5-5.6, si es el que ponen en la foto), por 329
  • Una Olympus E-420 (en DPReview) con un 14-42 (3.5-5.6, parece) por 399
  • Una Pentax K-M (en Photography Blog) con un Pentax 18-55 (diría que 3.5-6.6) más un Sigma 70-300 del que no dicen nada más, por 489
  • Una Sony α300 (en Let’s Go Digital) con un 18-70 (¿3.5-5.6?) y un 55-200 (¿4-5.6?) por 549
  • Una Olympus E-520 (en DPReview) más un 14-42 (¿3.5-5.6?) y un 40-150 (¿4-5.6?) por 699
  • Y, finalmente, para los que les guste cuidarse, una Nikon D90 (en DPReview) con un 18-200VR (de nuevo, sin especificar por ningún lado, consulten antes de comprar) por 1499 (si nos contentamos con un 18-105VR, lo dejan en 1099)

Casi ná. (Ojo: si no me equivoco, todos los objetivos hay que multiplicarlos por el correspondiente factor de multiplicación, que andará cerca del 1.5 en la mayoría de casos.)

Canos EOS 500D, la réflex con vídeo FullHD de precio razonable

La cámara réflex digital Canon EOS 500D
El 'Rebel T1i' es el nombre americano. En Europa, 500D

Hace medio año nos hacíamos eco de la Canon 5D Mark II, una cámara que rompía bastantes barreras entre las réflex de gama brutalmente alta y las de gama ‘solo’ muy alta (difícil encontrar una 5D por menos de dos mil euros, a día de hoy), y que se hizo famosa por ser capaz de grabar vídeo 1080p con una calidad inaudita…

Pues bien, Canon saca ahora la 500D (la segunda gama más barata de Canon, que ordena sus gamas al revés que el número de cifras del modelo)… En DPReview tienen la nota de prensa y las especificaciones, pero podemos destacar los siguientes cuatro puntos:

  • El sensor de 15 megapíxels de la 50D (tamaño APS-C, recordemos que la densidad de megapíxels es importante)
  • ISO hasta 3200, con un ‘modo especial’ que la sube hasta 12800 (habrá que ver sacrificando qué)
  • Vídeo 1080p (a 20 cuadros por segundo, 720p a 30 cuadros por segundo)
  • Pantalla de 3″ con previsualización en directo

Dicen en Engadget que el precio americano (entiendo que del kit, con una 18-55 IS EF-S), podría ser de unos 900 dólares. Difícil de resistir…

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