Byte, julio del 84

–César, ¿alguna idea para darle un poco de vidilla al blog?

–¿Pero no habíamos quedado que hacíamos unas entradas recuperando lecturas?

–Ya. Pero al ritmo al que noleees libros últimamente, la próxima entrada podría salir en julio del 27…

–Con suerte. ¿Y si probamos con algo más corto pero que dé juego?

–Como por ejemplo…

–Como por ejemplo, la revista Byte, que lo molaba todo y acabo de recordar que hay un archivo con los PDFs desde sus inicios (¡en 1975!) aquí.

–Pero 1975 está muy lejos.

–¿Y si nos ponemos ochenteros? Si estamos a julio de 2024, podríamos viajar en el tiempo a julio de 1984 y ver qué pasa, ¿no?

Portada de la revista Byte de julio de 1984. La imagen de portada es el mítico Spock en la pantalla de un ordenador. El título es Computers and Video
Juro que primero he decidido que julio del 84 y luego he visto la portada. Lo juro. Por Spock.
Anuncio de Apple. Aparecen el Apple IIe original y el modelo que se lanzaba entonces, mucho más pequeño.

Arrancamos fuerte. El Apple IIe «nuevo»… No os obligo a leer el texto, pero destaco algunas cosillas… Menos de 1300 dólares (actualizando la inflación, unos 3900 hoy: un regalo). Menos de ocho libras de peso (unos tres kilos y medio). Sin contar la pantalla, claro. Y no, no va a funcionar si no lo enchufas a la corriente. ¡16 colores! Disquetera incorporada. ¡Hasta 143 kilobytes por disco! Y se le podía ampliar la RAM hasta los 512 kilobytes (no me atrevo a buscar precios), desde los 64 que llevaba de serie.

Seguimos con…

Anuncio de Texas Instruments, que compara su clon del PC de IBM con el lema "Dare to Compare"

…las guerras de los clones (hubo guerras de los clones antes de la serie de Star Wars, de verdad). Texas Instruments, desde la «pradera del silicio» de Texas (¿de dónde iban a ser si no?) intentaba competir con IBM (para una versión ficcionalizada de la historia, no os perdáis la serie Halt and Catch Fire). ¡12 teclas de función por las 10 de IBM! ¡8 colores, y no 4! Y de regalo, una calculadora solar de la casa. Irresistible.

Publicidad de dBase III. La imagen es... ochentera. No sé describirla mejor. El lema es "Introducing the III and only"

Ya no se hace publicidad así. «The III and only». ¿Durante cuántos años fue dBASE III el estándar oro de las bases de datos? dBASE II, por cierto, nos explica el anuncio, seguía siendo la el mejor gestor de bases de datos para ordenadores de 8 bits. En la página 50 de la revista, de hecho, está la noticia del lanzamiento de dBASE III. Hasta dos mil millones de registros con hasta 128 campos. Y hasta diez bases de datos a la vez. Escrito en C y con el mismo lenguaje de comandos que «papá dBASE II». Requisitos mínimos: 256 kilobytes de RAM, dos disqueteras de 360 kilobytes y PC-DOS 2.0 . Y por apenas 695 dólares.

¿360 kilobytes? Sí. Es que por aquel entonces lo normal eran los discos de cinco pulgadas y cuarto, que daban para lo que daban. Pero ya comenzaban a anunciarse…

Anuncio de BASF de los diskettes de 3.5 pulgadas. La imagen es alguien guardando un disco en el bolsillo de la camisa. Porque ahora se puede.
¡los diskettes de 3.5!

¿Y si además de base de datos querías hoja de cálculo? 1-2-3 ya era un clásico pero llegaba…

Página de Preview. Se presenta Symphony, descrito como "a full orchestra version of Lotus 1-2-3"

¿Y para programar?

Anuncio de la versión 2.0 del Turbo PASCAL de Borland. ¿Cómo es la imagen? Dejémoslo en que, en Borland, por aquella época, el presupuesto no daba para gran cosa...

Vamos a reconocerle algo a Borland: 50 dólares era un gran precio (casi lo suficiente como para justificar ese logo): unas páginas más adelante, Microsoft anunciaba su COBOL por apenas 700. En la revista también había un artículo sobre el compilador. Doble, además, porque había que hablar dela versión para el IBM PC, pero también la de CP/M (que iba primero, porque por aquella época se fiaban más de él que del invento nuevo y propietario de IBM).

Y si no has llorado al leer Turbo PASCAL… es que eres demasiado joven.

La página de crítica de libros. Los libros que se tratan son Algorithms, de Robert Segdewick, un introducción al lenguaje FORTH, un libro sobre UNIX, y Artificial Intelligence applications for business

Nada mal la página de libros. Ese Robert Sedgewick es Robert Sedgewick, sí. Profesor en Princeton (su director de tesis fue un tal Donald Knuth), ex PARC, y miembro del consejo de Adobe de 1990 a 2016. El libro, que se había publicado en 1983, si no voy mal informado, sigue siendo un clásico. Y, de regalo, la respuesta a ¿Es la inteligencia artificial una cosa reciente?

Pero la portada de la revista se dedicaba al vídeo… y en la sección principal de la revista se le dedicaban cinco artículos al tema. El primero, sobre las enciclopedias electrónicas, con las que, efectivamente, ya soñábamos en 1984. El artículo lo escribía un vicepresidente de Grolier Electronic Publishing, el brazo «multimedia» de una de las grandes editoriales de enciclopedias, fundada en 1909, que en 1986 lanzaría su enciclopedia en CD-ROM, y de la que no te acuerdas porque «murió» allá por el año 2000. (Encarta, por cierto, llegaría en 1993.) También había artículos, si queréis explorar más, sobre usar teles como monitores (40 años, y las cosas no han cambiado tanto), controlar grabadoras de vídeo desde el ordenador, y videodiscos.

¿Algún loco de los teclados en la sala? Sorpresa: lo vuestro viene de lejos:

Foto de un teclado muy compacto. Según el texto, el único teclado separado para el Apple II con teclas de función.

Lo que no tenían era lo de conectarse a internet ni la web, claro… pero también hacían sus pinitos…

Anuncio del servicio online Compuserve. En la pantalla del ordenador, una foto de un centro comercial. y el texto dice que para el año 2000 el resto del mundo podría haber alcanzado el centro comercial electrónico de Compuserve.
…y es que el comercio electrónico ya existía en los 80.

Y si antes hablábamos de Texas Instruments, un poco después teníamos un informe sobre lo último de la otra gran compañía de la «Silicon Prairie», Compaq:

Captura del Compaq Plus, lo que entonces era un ordenador portátil de gama alta
el Compaq Plus, y sus menos de trece kilos de peso. 5000 dólares con 128 kilobytes de RAM, una disquetera y un disco duro de unos inacabables 10 megabytes.

En fin, suficiente por hoy, ¿sí? Quién sabe, a lo mejor el mes que viene seguimos con agosto del 84…

Réquiem por el teclado

Foto de dos teléfonos móviles que comparten formato: ambos tienen teclado QWERTY
Dos de mis cuatro últimos teléfonos: a la izquierda un Xperia Pro, a la derecha un N97

Una de las previsiones de moda para este 2013 es que será el año de la muerte de las Blackberries (o, de hecho, de su fabricante, RIM, que para el caso viene a ser lo mismo). De ser así (a pesar de no ser usuario, espero que no), con las Blackberries morirían, también, los últimos smartphones [populares] con teclado.

Entre el N97 y el Xperia Pro de la foto servidor ha sido usuario de otros dos terminales: un Dell Streak primero (el teléfono con que Dell se estrelló comercialmente de manera espectacular, a pesar de que a posteriori hemos visto que la «extravagancia» del megateléfono, de hecho, vende bastante, y que desde su lanzamiento hasta ahora los teléfonos no han hecho más que crecer…) y después un Galaxy Note (que espero recuperar del servicio técnico en breve: el Xperia Pro es sólo un ‘muleto’).

¿Por qué ‘no molan’ los teclados físicos? Porque nos gustan más las pantallas. Y los móviles delgados. Y los teclados o bien roban espacio a la pantalla (el modelo Blackberry) o bien engordan el cacharrito de turno (el modelo de Nokia y Sony).

¿Por qué ‘sí molan’? Porque lo que no son las pésimamente llamadas pantallas ‘táctiles’ es, precisamente, táctiles (táctil, del latín tactĭlis, según la RAE significa o bien «perteneciente o relativo al tacto» o bien «que posee cualidades perceptibles por el tacto, o que sugieren tal percepción». Y la pantalla nos percibe a nosotros, pero nosotros a ella… no. Sin la ayuda de la vista (o del oído, si hemos activado el lector de pantalla) no tenemos la más remota idea de si hemos pulsado la g, la h, la f, la t o vaya usted a saber qué tecla.

Tenéis, casi seguro, unas cuantas amigas que últimamente se han pasado de una Blackberry a un iPhone, a un SIII o al móvil de moda de turno. Se dividen, seguro, en dos grupos: las que lloran la pérdida del teclado y las que no. Las del primer grupo son los que usaban el teclado con frecuencia. Podéis hacer el estudio.

En 21st Century Gestures Clip Art Collection (un ensayo imprescindible, dicho sea de paso) Dan Hill habla del «cellphone wake», o «estela del móvil», comparando la estela que dejan los barcos a su paso y la que provocan (provocamos) los que caminan (caminamos) por la calle con la vista hundida en la pantallita del móvil, especialmente si se está «tecleando», entre el resto de transeúntes. Lo pensaba, el otro día, «condenado» al Xperia Pro desde el Note, caminando por la calle, cruzando WhatsApps… y dejando una estela mucho menor que la de costumbre porque, con el Pro y sus teclas físicas, puedo levantar la vista mientras tecleo (además de teclear considerablemente más deprisa), reduciendo la probabilidad de atropellar a nadie (y, de paso, de ser atropellado por algo).

Decía que entre el N97 y el Pro ha habido dos ‘phablets’ de 5″. Y que desde entonces hasta ahora las pantallas han pasado de unas 3.5″ que nos parecían enormes a que 4.3″ o 4.7″ no nos escandalicen. Entre otros motivos (el hecho de que cada vez nos llevemos menos el móvil a la oreja tiene que tener su peso: a nadie le gusta que parezca que le ha reducido la cabeza un jíbaro), porque cada vez metemos más los dedazos en la pantallita y la forma de compensar la falta de lo táctil es a base de tamaño…

Dudo mucho que el teclado físico en el móvil renazca de sus cenizas: Nokia hace eones que no lanza nada en el formato (y la homogeneidad de Windows Phone es aplastante) y Sony ya ha dicho que no tiene la intención de seguir por la vía del Pro. A los picateclas no nos queda otra que ponerle una vela a la Virgen de la Blackberry y rezar con devoción. Me temo, pues, que se acerca el momento de entonar el réquiem.

El Eee Keyboard PC. ¿Mi próximo teclado?

Foto del Eee Keyboard PC. Donde normalmente iría el teclado numérico, hay una pantalla
¿Quién me ha robado el teclado numérico

Hace tiempo que uno piensa en teclados… Cada vez más programas diferentes a utilizar y cada vez menos memoria (de la mía, no de la del ordenador, que ahora ya vienen hasta con 24 gigas de RAM) hacen que las teclas rápidas y las cajas de herramientas cada vez supongan un problema más grande… Es por ello que las fotos del Asus Eee Keyboard PC (todavía en fase de prototipo) que publica Engadget me atraen especialmente. El Keyboard PC es uno de los próximos añadidos a hacer al catálogo Eee: un ordenador con características de ‘netbook’ escondido debajo de un teclado (un procesador Atom N270 o N330, un giga de RAM, almacenamiento SSD de 16 o 32 gigas, WiFi y Bluetooth, micro y altavoces integrados, VGA, HDMI y tres puertos USB, Ethernet y entrada y salida de micro y auriculares, en 995 gramos de peso (sí, parece que sin batería: esto no es un ‘netbook’ al uso))… en el que han sustituido el teclado numérico por una pantalla táctil de 5″ y 480×800 de resolución.

Primer plano de la pantalla táctil del Eee Keyboard PC
¡Alguien ha metido un iPod Touch en el teclado!

Parece que Asus lo promueve como teclado para ‘media centers’ (ver foto), algo para lo que, desde luego, tiene aptitudes pero que no sé yo cómo va a funcionar si necesita un cable de alimentación enchufado continuamente. Pero servidor lo ve, sobre todo, como un teclado con pantalla secundaria táctil en el que colocar las cajas de herramientas de Photoshop o el ‘ribbon’ de Office 2007, por ejemplo…

Claro que alguien me dirá que los 350 euros que podría costar un trasto así en el mercado son salvajes para un teclado pero… comparado con el Optimus Maximus de Art Lebedev y su precio de cuatro cifras (para cuando salga al mercado, si es que lo hace, que lleva en estado de ‘vaporware’ desde 2005), sería un auténtico regalo. Seguiremos informando…