La evolución de los titulares vía RSS

Uno de los inconvenientes de leer las noticias de los periódicos a través del feed RSS es que cada vez que se actualiza/modifica el texto, aunque solamente sea una coma, nos vuelve a aparecer en el lector.

Sin embargo, también tienen una parte positiva: poder ver cómo van evolucionando ? es decir, rectificando ? los gazapillos, ya sean técnicos o de estilo. Y si no, para muestra un botón de esta mañana en El País:

  • Garbajosa se lesiona al fracturarse la pierna izquierda (Mar 27 2007 4:46 AM)
  • Grave lesión de Garbajosa al fracturarse su pierna izquierda (Mar 27 2007 6:47 AM)
  • Grave lesión de Garbajosa (Mar 27 2007 6:47 AM)

El titular original no tenía desperdicio por lo divertido de la redundancia. A lo mejor a alguien le hubiese podido parecer posible no estar lesionado a pesar de haberse quebrado la pata. Dos horas más tarde al responsable le parece poca lesión y la «agrava», aunque la construcción gramatical mejora sustancialmente. Por fin, se deciden a eliminar el detalle de la fractura ? que puede leerse en el cuerpo de la noticia ? y queda el titular más limpio y dando esplendor.

Lo que nos perdíamos antes de Internet y el XML ;)

Plan Avanza, y me como 20

Recuerdo una vez ? de hecho, varias ? que, evaluando un proyecto de cooperación al desarrollo donde se trataba de (vamos a suponer) crear una escuela en una zona rural en un determinado país en vías de desarrollo, se hacía ciertamente duro no poner en duda tremendas exageraciones en el formulario de solicitud de ayuda pública a dicho proyecto. Ante la pregunta de cuántos beneficiarios directos habría, se contaban por miles. Por supuesto, se contaban en ellos los 20 o 30 niños que asistirían a clase ese año… y en los próximos eones hasta el Apocalipsis final. Hasta ahí, de una legitimidad aceptable. Eso sí, a la pregunta de cuántos beneficiarios indirectos, se incluía toda la población del pueblito, del país, la Humanidad y las galaxias más cercanas. Es por todos sabido que la educación nos hará libres.

En estas magnitudes parece moverse el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, al hablar del Plan Avanza:

En el ámbito educativo, el porcentaje de escuelas públicas y concertadas con acceso a Internet de banda ancha alcanza en España el 87%, frente al 67% de la media de la Unión Europea. De ello se benefician 7 millones de alumnos y 500.000 docentes en 20.000 escuelas públicas y concertadas.

Y digo yo: ¿Los 14 millones de padres de los alumnos y los 2 millones de padres de los docentes no se benefician de que sus hijos usen Internet en la escuela? ¿Y los padres de esos 16 millones de padres? De las afirmaciones del Sr. Ros deduzco que no solamente llega banda ancha al 87% de escuelas, sino que, una vez allí, se reparte a un montón de aulas informatizadas, con un ordenador por alumno, a cualquier hora del día; y llega también, a través de una modernísima red sin hilos a los despachos y claustros de profesores, donde, gracias a una sofisticada intranet, gestionan planes docentes, actividades, cualificaciones y, en sus ratos libres, montan blogs y wikis para los alumnos.

¡Qué huevazos!

El spam de Carlos Martín (o El spam de la IQUA, 2a parte)

Hace cosa de tres meses y medio hablábamos aquí de que la Agencia de Calidad de Internet (IQUA) había enviado una andanada de correo comercial no deseado (es decir, spam) a un número indeterminado de personas. Decíamos también allí que no solamente esta acción era ilegal, sino que, viniendo de una agencia de calidad, era especialmente contraproducente, llegando hasta extremos de patetismo al constatar que lo que se vendía no se predicaba con el ejemplo.

Pues bien, es probable que en aquel momento nos equivocáramos y confundiéramos una iniciativa personal, del Sr. Carlos Martín, por una iniciativa institucional. Porque el Sr. Carlos Martín, a quién no recuerdo conocer personalmente ? ni de ninguna otra forma ? ha vuelto a las andadas, esta vez para anunciarnos que se va de la IQUA para entrar a formar parte del Consejo Audiovisual de Cataluña. Me agradece mi inestimable colaboración y me saluda cordialmente y como amigo. Pues nada, hombre, suerte en el nuevo cargo. Solamente espero que deje quietecitos los ficheros de contacto en el lugar que los encontró, y evite esa fea costumbre que tienen algunos de llevárselos consigo y añadirlos a los que va encontrando, para así poder espamear cada vez a un mayor número de víctimas.

Y puestos como estamos en esta otra fea costumbre que tenemos de criticar, pásense vuesas mercedes por el Instituto de la Ingeniería de España, desde donde escribe ? pero ¿no se trataba de mensajes institucionales? ? el Sr. Carlos Martín. Si lo hacéis, aseguraos de visitar la dirección www.iies.es, porque la reducida, iies.es, se encuentra alojada en nuestros servidores pero actualmente no está disponible y con un bonico favicon de Netscape, cortesía de Telefónica. Como dice mi suegra: en este país, hasta el más tonto hace relojes.

La culpa es de la interné

Leo en El País que se ha filtrado a Internet un video (está en el enlace: espectacular) de dos coches de policia persiguiendo a una moto que acaba con ésta estampada en un coche, al circular en sentido prohibido.

¿Y cómo ha podido filtrarse ese video? La respuesta del Ayuntamiento de Madrid es rotunda: La única posibilidad es la de un pirata informática (sic), ya que consideran imposible que pueda descargarse de la web del Ayuntamiento por aparecer allí las imágenes fotograma a fotograma.

En lo que a mi respecta, la primera impresión ha sido que Pepe (nombre ficticio de uno de los supuestos administradores de dichos videos en el Ayuntamiento) se lo ha mandado a Manolo: «¡mira qué castañazo, cuñado!» y de ahí hasta el infinito. Ni sería la primera vez ni será la última.

El tono tajante del Ayuntamiento de Madrid me infunde algunas sospechas:

  • Que siempre siempre siempre es más fácil culpar a Internet de todos los males: el terrorismo, la pedofilia, la pornografía y el jamón de bellota que no es tal.
  • Que sigue habiendo un batiburrillo de palabros que muchos usan al tuntún: pirata, hacker, cracker, propiedad intelectual, etc.
  • Que los políticos nunca tienen la culpa de nada, especialmente de lo que podría ser un fallo en la seguridad (de origen humano, que no tecnológico) en protección de datos (en este caso vídeos), y mucho menos en vísperas de unas elecciones municipales
  • Por supuesto no estamos acusando a nadie. Podría ser, perfectamente, que fuese algún intruso en el sistema: la historia está llena de casos donde usuarios no autorizados han robado material de interés vital del departamento de… Tráfico. Como si hiciese falta romper el sistema para saber que la M-30 va a ir de pena.

El abuso del correo electrónico disminuye la productividad

Ante la ausencia de César, es probable que los que seguimos con la emisión en pruebas no estemos manteniendo el nivel. Perdón al respetable.

El título de esta entrada ? El abuso del correo electrónico disminuye la productividad ? está sacada del titular de una noticia en Diario Ti. Decir que es engañoso es quedarse corto. En el mentado Diario citan los resultados del informe de Cisco Psicología de las comunicaciones empresariales efectivas en equipos de trabajo geográficamente dispersos, donde analizan los pros y los contras del creciente número de equipos de trabajo virtuales, cómo se comunican, qué buenas prácticas deberían introducir para mejorar dicha comunicación, etc.

El estudio afirma es que las dificultades de la no presencialidad implican destinar más tiempo, más esfuerzos (hasta cuatro veces más mensajes, más interacción) en la comunicación que en la presencialidad. Hasta ahí, estamos de acuerdo. Quien firma el artículo, sin embargo, traduce este hecho más que lógico en un «el abuso del correo electrónico disminuye la productividad»: ¿qué tendrá que ver? Se me antoja que el correo electrónico, en un equipo de trabajo virtual, no es abuso, sino uso, simple y llanamente. Y que la alternativa ? verse cara a cara ? no es una opción (por eso hemos montado el equipo virtual, ¿no?), por lo que, incluso en caso de abuso, denunciarlo sería poco menos que un brindis al sol.

¿Por qué seguimos redundando en ese sensacionalismo de estercolero?