Google derrotado por la prensa belga

Lo comentábamos en septiembre: la prensa belga (en particular, un grupo de 17 diarios que se llama Copiepresse) demandaba a Google por utilizar sus contenidos sin permiso en Google News Bélgica. No se les había pasado por la cabeza usar un robots.txt para impedir a los robots el acceso a sus contenidos…

Pues bien. Al gremio de los periódicos, que a veces demuestra pocas luces y un interés más bien limitado por adaptarse (que dicen que es bueno para sobrevivir), se une el de la judicatura, que con esto de internet tampoco se acaba de enterar demasiado… Y la prensa ha ganado (El País, Bloomberg) y un juez ha impuesto una multa de 25,000 euros diarios a Google por usar contenidos sin permiso, que alcanzaría un monto global de cerca de tres millones y medio de euros (no le va a suponer un gran agujero en la cartera al buscador, pero no es ese el tema). Microsoft y Yahoo! también están en el punto de mira del grupo, que ya les ha requerido para que eliminen sus contenidos de sus sistemas.

La cuestión es que los diarios dicen que Google es el único beneficiario de Google News, cuando se trata de un servicio que sólo ofrece breves recortes de cada noticia, que no muestra publicidad en la página del servicio y que enlaza a los sitios web de los medios de comunicación citados…

Captura de pantalla de Google News Bélgica

Es obvio que Google obtiene un beneficio notable de su servicio, ya que aumenta considerablemente el valor de su marca, pero también que los sitios web de esos diarios incrementan sus visitas (y por tanto sus ingresos publicitarios) gracias al buscador…

Básicamente, lo que está en cuestión es la capacidad de un buscador (llámese Google, Microsoft, Yahoo!, Ask o como usted quiera) de indexar información. Hasta ahora el sistema era «opt-out»: si no quieres que los buscadores te indexen, debes ser consciente de la existencia de tales aplicaciones y usar un ficherito robots.txt que, según unas normas, les indica que, por favor, no te indexen los contenidos (o incluso cuáles pueden modificar y cuáles no). Si tenemos más resultados judiciales como el citado corremos el riesgo que los buscadores deban recurrir a un modelo «opt-in», en el que, por defecto, no se pueda indexar ningún contenido sin el permiso explícito del titular (y, en el caso de los diarios demandates, por ejemplo, sin pasar por caja). El «pequeño problema» es que en un mundo «opt-in» los contenidos indexables serían muy pocos y el acceso a la información se reduciría hasta la ridículo… O sea que, en beneficio de todos, esperemos que Google recurra y gane. Si no es así, el perjuicio para todos (con los diarios en primer lugar) iba a ser tremendo.

(Como bien apunta El País, no deja de ser curioso que la inmensa mayoría del contenido motivo de la demanda sea, en realidad, generado por agencias y no por los diarios en sí…)

Unos cuantos de medios y propiedad intelectual

Parece que se acumulan noticias sobre el tema…

Para empezar tenemos a Viacom, la compañía matriz de la MTV y Comedy Central. Parece ser que además de pegarse con YouTube, también van a hacer algo por el usuario de a pie. Cuenta Reuters que están estudiando publicarse ellos mismos sus vídeos, permitiendo que cualquier internauta los republique en su blog, como si de algo colgado en YouTube se tratase. A ver si es verdad, ellos rentabilizan todo el material de archivo y nosotros podemos disfrutar de él sin demasiadas cortapisas…

De segundo, YouTube, que ha obtenido los derechos de unos cuantos programas de televisión antiguos, como I Spy, propiedad de Digital Music Group Inc. Parece ser, además, que también han licenciado su catálogo musical (unos 40,000 discos) para que cualquiera que suba contenido a YouTube pueda usarlo de fondo musical. También vía Reuters.

Los terceros de la lista son MySpace, que según TechCruch implementa tecnología de filtrado para intentar impedir que se publique en su espacio material protegido por los derechos de autor. La verdad es que, si no se abusa de tales medidas, es un paso necesario para la normalización de los sitios de publicación de vídeo en la red. Si la noticia viene acompañada de iniciativas como la de Viacom, no deja de ser comprensible que los propietarios de los derechos, que se dejan una pasta en la producción de contenidos, sean beneficiarios de su uso…

Finalmente, la mala noticia de la jornada la da Microsoft (en este caso el mensajero es CNet) que no contento con tener dos sistemas DRM incompatibles en el mercado, ha decidido lanzar otro: PlayReady, esta vez diseñado especialmente para [fastidiar a los usuarios de] dispositivos móviles… En fin. No perdamos la fe, que igual un día de estos recapacitan.

Más de Steve Jobs y DRM

Para que no lancen las campanas al vuelo los «fans de Steve» tras la carta abierta de ayer. Desde Daring Firewall nos recuerdan que hay discográficas que preferirían vender su música en iTunes sin DRM, que así se lo han manifestado a los señores de Apple… y que si quieres arroz, Catalina. Por si alguien quiere más datos, es el caso, por ejemplo, de la canadiense Nettwerk Music Group, que distribuye la música de Barenaked Ladies, Sarah McLachlan y Avril Lavigne, en eMusic sin cortapisas digitales y en iTunes con ellas, muy a su pesar. Lo contaban en el New York Times hace tres semanas… O sea que, al menos en este caso, más valdría que el señor Jobs se andase con un poquito más de cuidado antes de abrir la boca, ya que, si lo hubiese querido, podría haber actuado antes de hablar.

PS 20070208 Más sobre la hipocresía de Jobs…

Más venta de películas en línea

Esta vez los que se apuntan al carro son, de la mano, Amazon y TiVo (la compañía que fabrica esos maravillosos vídeos con disco duro que se fijan en lo que grabas, se leen la programación de la tele por ti y tiran de motor de recomendación para irte grabando cosas por si te aburres), extendiendo el ya existente Unbox de Amazon. El ‘hecho diferencial’, naturalmente, es que las descargas no van a parar al ordenador, sino a un cacharrito que vive en el salón, junto a la tele, con lo que el consumo de la película, sin tener la libertad de algo sin cortapisas digitales, se ajusta más a los cánones establecidos…

Eso sí, los precios, los habituales: episodios de televisión a $1.99, la mayoría de pelis entre $9.99 y $14.99 y los alquileres a partir de $1.99. Vía.

Steve Jobs y el DRM

Steve Jobs publica hoy en la web de Apple una carta sobre el estado actual de la restricción digital de derechos, Thoughts on Music.

Extraigamos algunos puntos interesantes…

Jobs cuenta 90 millones de iPods vendidos y dos mil millones de canciones vendidas en iTunes. Le salen 22 canciones por iPod. Las investigaciones de Apple llevan a pensar que el iPod medio está «lleno a reventar» y que, por tanto, sólo un 3% de la música presente en cada iPod procede de iTunes (me da a mí, sin repasar los números, que eso es suponiendo que en cada momento esos dos mil millones de canciones compradas estén en un iPod y solo uno, pero nos servirá). Y esto le lleva a decir que le cuesta creer que ese 3% suponga un factor determinante que ligue el éxito del iPod al de iTunes o al revés. Jobs se está defendiendo de los problemas legales por monopolio que Apple está experimentando en algunos países europeos. No deja de ser curioso, eso sí, lo mucho que me suena el argumento ;-).

A continuación habla de licenciar la tecnología FairPlay (el DRM de Apple) a sus competidores, de forma que (i) el resto de tiendas pudiera vender música protegida para el iPod y (ii) el resto de reproductores pudiese reproducir canciones compradas en iTunes. El argumento que da Jobs para no hacerlo es que eso aumentaría el riesgo de filtraje de información al público, lo que a su vez facilitaría la vulneración de FairPlay, cosa que pondría en dificultades contractuales a Apple con las grandes discográficas… La verdad es que el argumento de Jobs tiene una solidez nula. En primer lugar, Apple puede licenciar la tecnología sin explicar sus secretos, en forma de chip, por ejemplo. En segundo lugar, Microsoft consigue licenciar su tecnología sin problemas, y dudo que sus tratos con las discográficas sean más favorables que los de la firma de la manzanita. Además, la «seguridad a través de la oscuridad» es la más fácil de romper. En tercer lugar, insultar de esa manera a Microsoft y Sony, por ejemplo, es de dudoso gusto e inteligencia. Pero de alguna forma se tiene que defender Jobs y su verdadero argumento, si es que tiene uno, está claro que no quiere desvelarlo.

Pero lo importante es que de ahí Jobs pasa a proponer como mejor solución posible un mundo libre de DRM. Dice, además, que el DRM ni sirve ni servirá para evitar la piratería. Apunta, además, que las ventas de las discográficas siguen haciéndose mayoritariamente en CDs que no ofrecen protección anticopia, por lo que es ridículo imponérsela a la música digital. Ninguno de los argumentos es en absoluto novedoso, pero ahora lo dice Steve Jobs, o sea que es posible que a él le hagan bastante más caso que a los millones de usuarios que llevamos años sufriendo el DRM en silencio (o saltándonoslo cuando podemos). Yo sé seguro que en un mundo sin DRM seguiré pagando a eMusic y a PixBox (estos últimos, a falta de una mejor alternativa). O sea que a ver si hay suerte y 2007 es realmente el comienzo del fin del DRM.