‘Tags’ en la búsqueda de Google

Ya hace tiempo que Google recuerda (si se le pide amablemente) qué búsquedas hemos hecho, y en qué resultados hemos hecho click. Ahora (leo en InsideGoogle), le han dado una vuelta de tuerca más al invento, y le han añadido un poco de ‘tagging’: al repasar el historial de búsquedas se nos da la opción de marcar con una estrellita (la misma estrellita que ya conocemos de GMail) los enlaces clicados de interés. Una vez activada la estrella, el enlace adquiere el aspecto de los enlaces almacenados en My Yahoo! Search, y disponemos de la posibilidad de editar nuestra información, y colocar etiquetas al enlace… No es la herramienta de Yahoo! y, al menos de momento, carece de componente social, pero con un par de ajustes, la cosa podría ser muy útil, y dar mucha guerra, no sólo a My yahoo! Search, sino al resto de herramientas de ‘social bookmarks’, del.icio.us incluido…

La subasta del siglo

Probablemente la subasta del siglo pasado sería más adecuado. Alguien está subastando un museo de la informática… Sencillamente impresionante: un Altair MITS 8800, unos cuantos Apple II+ (hasta cinco), un Lisa, Ataris 400, 600 y 800, un Portfolio, VIC-20s y Commodore 64s, unos cuantos Commodore PET, PC Jr, XTs y ATs (sí de los de IBM, los originales), un NEXT, un Oric 1, diversos Osbornes, un ZX-81, TRS-80s y hasta una calculadora HP-12, entre los 441 ordenadores, calculadoras y PDAs, a los que hay que añadir lotes de revistas y periféricos varios (impresoras varias, teclados, monitores, algún que otro módem de 300 baudios o hasta un Koala Pad para Commodore 64).

Insisto, la subasta del siglo. Quién tuviese el tiempo, el dinero y el espacio…

Ah, sí, el enlace.

PS 20051014 Por una vez, he colgado una noticia de cacharritos antes que Engadget (dos días antes que ellos, nada menos…), pero ellos amplían la noticia, y descubren otra subasta de la misma gente. Esta vez, la cosa va de videoconsolas y, en resumen, las tienen todas, comenzando por el Pong original. Insisto: quién fuera rico… Vía.

¿Realidad o simulación?

Supongo que a todos (bueno, al ‘todos’ que se pasa horas y horas jugando con ordenadores y consolas varias, al menos) nos ha surgido la duda de si las simulaciones de coches y aviones que se hacen en los videojuegos son más o menos realistas… Pues bien, cuando alguien (un tal Karl Brauer, por ejemplo) además de hacerse preguntas de ese estilo, trabaja en una revista de coches, la cosa es considerablemente más fácil de resolver: se coge un circuito real de un videojuego (Laguna Seca, pongamos por caso), cinco deportivos (Dodge Neon SRT-4, Ford Mustang GT, Mazda RX-8, Mitsubishi Lancer Evo y Ford GT)… y se compara.

Y resulta ser que:

  1. Sí, son realistas. Tanto los circuitos como los coches. Mucho.
  2. De hecho, se conduce mejor en el coche de verdad (es curioso, pero ni un volante con ‘force feedback’ es tan sensible como el volante de verdad del coche de verdad). Cuanta más potencia tenga el coche, mayor la diferencia.
  3. Pero también es considerablemente más difícil entrar a 250 en una curva ciega cuando además del tiempo de la vuelta te estás jugando tu integridad física… De nuevo, a mayor potencia, mayor diferencia. Y, curiosamente, este punto se impone al anterior. Instinto de conservación, me han dicho que se llama…

Más información (hay hasta un vídeo en la segunda página), aquí.

Mirrormask

Hoy la tarde la hemos invertido en irnos a Sitges a ver Mirrormask (en la IMDb, la página oficial).

La primera cosa que habría que notar es que si la superproducción típica de Hollywood se puede ir a los 150 millones de dólares, y se estima que esta película (que no es una superproducción ni de lejos, pero que está trabajadísima desde el punto de vista visual) tiene un presupuesto estimado de cuatro millones de dólares, en Hollywood tienen un problema contable más que notable…

La segunda es que si bien el propio Dave McKean confesaba, minutos antes del pase, que él no había sido demasiado consciente de estar trabajando para la compañía de Jim Henson, la película guarda un cierto parentesco (por muy accidental que sea) con las producciones de la casa, como Labyrinth, en cuanto a que no deja de ser un cuento de hadas, rebosante de fantasía por los cuatro costados. En ese aspecto, también se acerca a La Historia Interminable o, algo menos, La Princesa Prometida.

Y finalmente, que a pesar de que Dave McKean es novato en esto de la dirección, y la peli tiene algún altibajo, es muy recomendable, tanto por lo visual, que es precioso, como por la historia, si a uno le gustan los cuentos de hadas.

Ya veremos si se estrena por estos parajes, o va directamente al mercado del DVD… En Estados Unidos, de momento, sólo ha llegado a 18 pantallas, pero con muy buenos resultados, por lo que es posible que consiga más distribución.

Entrevista Cory Doctorow

Hace unos meses tuve la oportunidad de charlar media hora, vía telefónica, con Cory Doctorow, sobre su actividad con la EFF, el caso Grokster, propiedad intelectual y alguna cosilla más… El resultado, aquí, en Mosaic.