De vez en cuando a alguien se le ocurre una combinación de cosas que te deja la boca abierta durante un buen rato. No porque ningún eslabón de la cadena sea especialmente revolucionario, sino porque, una vez juntos, el todo es muchísimo más que la suma de las partes. Muchísimo. Tómense los siguientes elementos:
- Youtube existe desde hace tanto tiempo que lo tenemos absolutamente interiorizado.
- Mi móvil tiene cámara.
- Mi móvil tiene 3G. Y hasta WiFi.
- Mi móvil tiene un sistema operativo que permite conectar la cámara con el 3G (o el WiFi).
Todo sumado significa que mi [teléfono] móvil es una unidad móvil de YouTube-televisión, ¿no? Sin ordenadores ni mandangas, ¿no? Pues sí. Eso es, precisamente, lo que propone (y ejecuta divinamente) Qik.com. Lo suficiente como para dejarme boquiabierto. Cosa que, prometo, no pasa muy a menudo.
Siento no poder ilustrar el ejemplo con un vídeo pero es que, hasta el momento, ni ha habido un acto digno de retransmisión ni mis habilidades como cámara justifican que les ponga ninguno. Pero les prometo que la cosa funciona sorprendentemente bien.
(Y muchas gracias a Bhaskar Roy, de Qik, por echarme una mano con un problema de login que me había impedido probar el sistema antes.)