Los que leáis esto a través de sindicación tendréis que visitar el original para ver las gráficas, me temo. Fuente: StatCounter Global Stats – Screen Resolution Market Share
Era la noticia de ayer (yo me enteré por un tuit de @lucascepeda): StatCounter publicaba nota de prensa proclamando que sus datos sobre el mes de marzo marcan un sorpasso: la resolución de pantalla más común en el mundo ya no son los sempiternos 1024×768, sino la resolución típica de los ultrabooks de 13″ y las pantallas panorámicas ‘pequeñas’ (hace unos años, decir que una 19″ era ‘pequeña’ habría provocado comentarios de todo tipo…): 1366×768. La noticia, en sí, tiene su interés, pero plantea un par de notas adicionales…
¿Dónde?
Sí, el cambio mundial ha tenido lugar en el último mes… en el mundo. Pero, por ejemplo, en Europa, el 1024×768 perdió la hegemonía hace seis meses:
Fuente: StatCounter Global Stats – Screen Resolution Market Share
Sí, Europa es un continente «avanzado» y con un panorama diferente. Y ni siquiera toda Europa se comporta igual. En España…
Fuente: StatCounter Global Stats – Screen Resolution Market Share
Esto es: aunque tuviese sentido pensar en la «la resolución más usada» a la hora de pensar una web (que, en mi opinión, hace bastante tiempo que no lo tiene), mejor no hacer caso de las presuntas tendencias porque la foto va a ser muy diferente dependiendo de dónde esté nuestro público, pero también de muchos otros factores (con el poder adquisitivo a la cabeza). Si tenéis que hacerlo, ignorad la tendencia y considerad los datos de vuestra analítica web…
Ojo con la línea de puntos
Repasad las gráficas. En el mundo, hace tres años el 60% del mercado se cubría con dos resoluciones, y el ‘top 10’ representaba el 88% de pantallas, mientras que hoy hacen falta las tres resoluciones más comunes para pasar del 50% y el ‘top 10’ sólo cubre el 82% de pantallas. En España, la situación es similar. Las colas de la distribución se están alargando y la línea de puntos, la que representa a las «otras resoluciones» cada vez pesa más. El ecosistema se diversifica y, lo queramos o no, no va a quedar más remedio olvidar el concepto de dirigirse a una cierta resolución.