Otro lector RSS: Folo (y RSSHub, un servicio para seguir cosas sin RSS)

Hablábamos «ayer» de RSS, y hasta le dedicábamos un rato a los lectores disponibles en el mercado y, ni un mes más tarde, me entero de la existencia de uno nuevo (para mí y para los autores de los artículos sobre lectores RSS que citaba yo entonces, aunque, por lo que veo, ya llevaba un tiempo funcionando…). Lo he explorado poco, y hay cosas que no tengo muy claras, pero creo que vale la pena recoger aquí lo que he visto.

Folo

Captura de pantalla de la aplicación web de Folo. Muestra tres paneles. A la izquierda, un selector de categorías. En la sguiente columna, un listado de entradas, con el favicon del sistio al que pertenecen, su título y, cuando corresponde, una foto. Finalmente, un tercer panel, ocupando dos tercios de la pantalla, con una de las entradas. Destaca un "AI summary" y unos botones "support creator" y "bust feed"

Comencemos por el principio: el lector se llama, como habréis podido imaginar, Folo (dice la wikipedia que Folo era un sabio centauro y amigo de Heracles que murió al ser alcanzado por una flecha perdida disparada por Heracles mientras este cazaba al jabalí de Erimanto, uno de sus doce trabajos).

Folo es de código libre (con licencia GPL, aquí el GitHub) y tiene tanto aplicación web como para Windows, macOS, Linux, iOS y Android (yo, al menos de momento, solo he probado la aplicación web).

Al acceder por primera vez, te da la opción de importar un archivo OPML generado por otro lector de RSS (y apunta a la URL para generarlo desde Inoreader y Feedly, dos de los lectores más populares), con lo que traerse el contenido de otro sitio es tirando a fácil (y de ahí que tengáis una captura bien alimentada de contenido). Y si uno no tiene un OPML a mano, añadir contenido tampoco parece especialmente complicado:

Captura de pantalla. La funcionalidad 'Discover' ofrece las opciones 'Search', 'RSS', 'RSSHub', 'Inbox', 'User', 'Transform' y 'Import'. En 'Search', hemos buscado 'otro blog más' y nos aparece el RSS de este blog
Más adelante volvemos sobre la mayoría de opciones, pero parece que las funcionalidades de búsqueda y de añadir la URL de un canal RSS funcionan de manera satisfactoria.

La interfaz, como podéis ver, es bastante apañada, con soporte para tema claro u oscuro, y permite personalizar la tipografía (tiene hasta la posibilidad de personalizar el CSS que se aplica al contenido). No permite la densidad de contenido a la que se puede llegar con Feedly, pero sí ofrece una vista más compacta que la que tenéis en la captura de arriba:

Otra captura de Folo. Esta vez tenemos un único panel, y en el bloque principal vemos el listado de entradas presentado de manera que se ven hasta una docena de entradas

Más allá de RSS, con RSSHub

A pesar de que el RSS haya vuelto no se haya ido nunca, hoy en día hay muchas otras fuentes de contenidos a las que es interesante suscribirse a través de una aplicación así. Y Folo nos ofrece la posibilidad de suscribirnos a cosas como cuentas de Twitter (no, no voy a dejar de llamarle Twitter: soy un señor mayor), Instagram, el fediverso, y un montón de fuentes más. Y esto lo hacen a través de RSSHub, que es una aplicación (de nuevo de código abierto, esta vez con licencia MIT, aquí su GitHub) que convierte casi cualquier fuente de información en un canal RSS «utilizando una combinación de Git, HTML, JavaScript, jQuery y Node.js». Afortunadamente, ya hay muchísimas conversiones hechas, con lo que no hay que tener conocimiento de esas tecnologías :-).

Además de los ya citados Twitter, Instagram y compañía (y, sí, convertir canales de Twitter, Instagram, u otras empresas privadas, seguramente vulnere sus términos y condiciones, pero de momento parece que funciona y, si deja de hacerlo, tampoco parece el fin del mundo), parece que hay la posibilidad de suscribirse a canales de Telegram, YouTube, Behance, Twitch, todo tipo de actividad de GitHub, o cosas más arcanas, como monitorizado de palabras clave en Google Scholar o toneladas de contenido en chino (parece, o me lo parece a mí al menos, que hay una importante comunidad de usuarios chinos). Por lo que parece, es relativamente fácil montarte tu propia instancia de RSSHub, y Folo tiene la suya… y la posibilidad de usar cualquier otra (la que te despliegues tú, por ejemplo, si te llaman estas cosas).

Y si todo esto fuera poco, si agudizáis un poco la vista con la captura «Discover» de más arriba, también se puede uno suscribir a fuentes por correo electrónico (¡y webhooks!), a otros usuarios de Folo (que pueden publicar sus propias listas de contenido, cosa que tengo que explorar aún) y, finalmente, la pestaña ‘Transform’ también parece bastante potente…

En la pestaña Transfrom se entra una URL, y nos aparecen campos para hacer cosas con el título y otros elementos a los que podemos acceder con selectores CSS
…y ya la exploraré cuando tenga tiempo.

Y más funcionalidades

Volviendo a aguzar la vista, pero esta vez en la primera captura de esta entrada, veréis que la aplicación ofrece un «resumen IA» del contenido (mis disculpas para los alérgicos 🙏), y la cosa no se queda ahí, con unas ‘top news’ generadas automáticamente a partir de los canales a los que te hayas suscrito:

Mis top news de ayer incluyen un resumen de los contenidos aparecidos en ArchDaily, y unos cuantos titulares de otras fuentes
No sé yo si es lo que habría destacado yo de mis canales…

No se vayan todavía, aún hay más…

Captura de pantalla. Tenemos una pantalla de acciones, que permite, cuando un canal cumpla unas determinadas condiciones, generar resúmenes con IA, traducir contenidos, o lanzar un webhook

Voy a necesitar yo más tiempo para explorar estas acciones, pero uno se siente como si tuviera un IFTTT básico (o un clon todavía más básico del añorado Yahoo! Pipes) a punto. Seguiremos informando (o no).

Y todo esto… ¿cómo se paga?

Excelente pregunta (traducido: la pregunta que yo me hago). Todas estas funcionalidades, y especialmente las que implican IA, aunque no sean especialmente caras, tienen un coste… pero no aparece por ningún sitio (o yo no he sabido ver) ninguna opción de suscripción de pago.

Folo habla de un «token», $POWER, que, explican, permite (o debería permitir) cosas como recompensar a los creadores e «implicarse en la gobernanza del proyecto». Por lo que veo, parece que permiten comprar tokens con Ethereum, algo que no me atrae especialmente :-S.

Y también tenemos una pantalla de ‘achievements‘…

En la pantalla de achievemnts parece que se pueden ganar puntos creando y compartiendo contenido, o participando en tests de la aplicación. También habla de la opción de acuñar NFTs, que de momento no está activada.

…en la que parece que podemos acumular créditos de diferentes maneras… y ese ‘mint NFTs’ que de momento no está activado pero que no pinta bien, precisamente.

En fin, habrá que investigar, por un lado, todas esas funcionalidades que apuntan muchísimas y muy interesantes maneras, pero también el modelo de llámale-negocio-llámale-sostenibilidad-del proyecto.

Seguiremos informando (o no). Y si alguien tiene más info, aquí abajo está la caja de comentarios O:-).

Erre ese ese

Últimamente me encuentro con una cierta frecuencia artículos sobre RSS y lectores de RSS, como Curate your own newspaper with RSS. Me los encuentro menos frecuentemente en español, o sea que…

Erre ese ¿qué?

Un lector de RSS es una aplicación que se conecta a unas cuantas webs y te presenta los últimos contenidos que se han publicado en ellas en un único sitio:

Captura de pantalla de una página web. Hay una barra lateral a la izquierda en la que, entre otras cosas, tenemos lo que parece una lista de sitios web, y a la derecha lo que parecen los titulares de unas cuantas noticias provenientes de múltiples de esos sitios web

Como podéis ver en la captura, de un vistazo tenemos lo que se ha publicado en las últimas horas en un montón de sitios web, desde las páginas dedicadas al fútbol americano de ESPN.com a la sección de cultura de El País pasando por las noticias de tecnología de The Verge, presentadas de manera compacta, lo que resulta «un pelín» más efectivo que pasearse por las webs de todos esos medios para enterarse de lo que han publicado.

Un lector RSS: Feedly

Servidor usa Feedly desde hace más de diez años…

Tiene una versión gratis que permite suscribirse a hasta 100 canales (un canal, o «feed» en inglés, es una página web o una sección de una página web; yo ando por 170 canales suscritos, pero 100 son bastantes para la inmensa mayoría de gente, diría) que puedes organizar en hasta tres carpetas.

(Actualización: me dice uno de los tres lectores habituales de este blog que son más de 100 feeds los que aguanta la versión gratuita, a pesar de lo que dice Feedly en su web. ¿Serán 150? ¿200? ¿250?)

Por 84 euros al año te puedes pasar a la versión Pro, que soporta hasta 2500 «feeds» con la capacidad de guardar anotaciones sobre las entradas (una entrada, o «post», es una pieza de contenido), conexión con OneNote y EverNote, LinkedIn, Buffer, IFTTT y Zapier, y sustituye la publicidad por un único espónsor semanal. También hay una Pro+ que llega hasta los 5000 feeds, características de IA (silenciado de temas y resúmenes de contenidos, básicamente) soporte para suscribirse a newsletters desde dentro de Feedly, en vez de usar el buzón de correo, y también para Google News. Y luego hay una «enterprise» que sube a 7500 feeds y añade funciones de trabajo en equipo.

Servidor, por una vez en su vida, tuvo vista, y cuando se lanzaron en 2013, se animó a adelantarles noventa y nueve dólares por la versión Pro de por vida, y de adelantarles otros noventa y nueve cuando sacaron la Pro+ , para pasarme a ella también de por vida. Un cierto riesgo en su momento (especialmente en 2013, cuando no se sabía si iban a durar más de dos telediarios), amortizado de sobras hace mucho, muchísimo tiempo ya :-).

Los recibos de las suscripciones de por vida a las versiones Pro y Por+ de Feedly

Históricamente, por cierto, los dominadores del mercado habían sido Google Reader (lanzado en octubre de 2005, lo cerraron en julio de 2013, en lo que seguramente fue la primera gran señal de que Google no era ya aquella compañía simpática del Don’t be evil; podéis leer mi réquiem por Reader, escrito a lagrimones cuando anunciaron el cierre) y, antes de eso, Bloglines (que nació en 2003 y murió —a manos de Google Reader— en noviembre de 2010).

Hay más, sí

¿Alternativas actuales a Feedly? Buscando un poco, tenemos listas de mejores lectores de RSS en LifeHacker, de febrero del año pasado, pero actualizada (al menos en el título) posteriormente, y en Wired, de 2023 y también actualizada en algún momento de 2024 (si preferís leer en español, tenéis la de Genbeta, de finales de 2023). Los que cuentan con más recomendaciones, aparte de Feedly, son Inoreader y NewsBlur, pero aquí os dejo la lista completa:

  • Inoreader: soporta hasta 150 feeds en la versión gratuita, versión pro por 80 euros anuales que sube hasta 2500 y permite seguir webs sin RSS, páginas de Facebook, canales de Bluesky y Telegram, entre otras cosas.
  • NewsBlur: hasta 64 canales en la gratuita, con una pro de precio muy razonable (36 dólares al año) que sube a 1000, y una plus de 100 al año que quita el límite de feeds y conserva el histórico de los contenidos de cada canal.
  • Feeder: hasta 200 feeds en la versión gratuita, con 2500 en la pro (a 8 dólares mensuales), más otras características.
  • Feedbin: con versión de prueba gratuita el primer mes, después del cual hay que pasarse a la suscripción de cinco dólares al mes.
  • Selfoss (no confundir con Selfoss, Islandia): de código abierto, con lo que vas a necesitar un servidor para autoalojarla, y te va a tocar jugar a administrador de sistemas (esto es: si no sabes lo que es un administrador de sistemas, mejor ni lo pruebes), pero a cambio te da todas las funcionalidades, claro.
  • El lector que incluye el navegador Vivaldi. También hay extensiones para Firefox y para Chrome y derivados. Yo recomendaría una de las opciones anteriores antes que un lector en el navegador, pero supongo que es cuestión de gustos.

Hermanito, por su parte, recomienda Miniflux, también de código abierto para autoalojar, pero que tiene una opción de «hosting pagado» por unos muy razonables quince dólares al año.


PS 2025/08/27 Ni un mes después de la entrada, me entero de la existencia de otro lector, Folo, que tiene muy buena pinta pero me provoca algunas dudas. Mis notas, en esta entrada.


La mayoría de servicios, por cierto, añade más características en las versiones de pago, además del límite ampliado de feeds. Prácticamente todos los servicios, por ejemplo, actualizan contenidos un determinado número de veces al día (una o dos veces por hora, habitualmente) en la versión gratuita y algo más rápido (casi continuamente, en la práctica) en las versiones de pago.

Y buena parte de ellas, además de la web, tiene apps tanto para Android como para iOS.

Me he dejado comentar… Existe un formato llamado OPML que sirve para exportar e importar nuestros listados de canales a los que nos hemos suscrito, y diría que el soporte es bastante amplio, con lo que pasarse de un servicio a otro es bastante simple.

¿Por qué me gusta Feedly?

En primer lugar, porque gracias a mi vista, tengo las características de pago más que amortizadas :-), y si me pasara a otra alternativa, me tocaría pasar por caja (o administrar mi propia instalación de Selfoss o Miniflux, o usar el navegador, que ya he dicho que no me parece una buena idea) para poder acceder al nivel de servicio que tengo en Feedly.

Pero también estoy muy habituado a los «tableros» en los que puedo guardar entradas que me interesan, la priorización de noticias o el «noticias relacionadas» que tiene Feedly. Como todas las aplicaciones, podría mejorar, pero estoy bastante contento con el servicio que dan :-).

¿Y si no me gusta ninguna?

En el ecosistema Apple hay unas cuantas aplicaciones, sobre todo para iPhone y iPad, aunque alguna hay con versión para macOS también (véanse Reeder, NetNewsWire, Unread o ReadKit, por ejemplo) que en general actúan como clientes para algunos de los servicios mencionados arriba y que tienen interfaces bastante curradas.

Para Android también hay cosillas, pero diría (me las he mirado entre poco y nada) que no están tan curradas. Buscad RSS en la tienda de aplicaciones y veréis lo que hay disponible.

Fuentes RSS… y el descuido de la prensa

Una cosa que no he dicho es que, en general, para poder suscribirse a una web, esta debe soportar el estándar RSS. Hoy en día el RSS no está de moda, y hace tiempo que la inmensa mayoría de medios decidieron que era más fácil anunciar sus publicaciones en redes sociales (ahora se quejan (con razón, sí, pero ya les vale) de que entre los algoritmos de esas redes sociales y los resúmenes por IA, se están quedando apenas sin tráfico…) y dejaron de promocionar sus RSS y, en muchos casos, de mantenerlos «comme il faut«.

(Los lectores de RSS de pago también suelen ofrecer la posibilidad de suscribirse a páginas sin RSS, digo yo que a través de bots que hacen un poco de scraping. Mi experiencia con el tema es nula, o sea que ni idea de lo bien o mal que funcionarán.)

Aun así, la mayoría de gestores de contenidos que usan esos medios soportan RSS por defecto, con lo cual, aunque no veamos ninguna referencia a ello en la web, siempre vale la pena ir a nuestro lector y buscar el nombre del medio que sea, a ver si hay suerte. Como veréis si aguzáis la vista en la captura de pantalla que abría esta entrada, servidor está suscrito a diferentes canales de El País, La Vanguardia, El Periódico de Barcelona, El Periódico de España, betevé o el New York Times, por ejemplo (disclaimer: que esté suscrito a sus RSS no quiere decir que me gusten sus líneas editoriales), y prácticamente no hay medio grande que no tenga sus canales.

Desafortunadamente, como decía antes, diferentes medios tienen niveles de mimo diferentes. El País, por ejemplo, tiene un listado de canales bastante bien organizado y que nunca me ha dado problemas. La Vanguardia también tiene el suyo… pero llama «Portada» a «absolutamente todo lo que publicamos, incluido el contenido ‘por la pasta’ que nos mataría de vergüenza si apareciese en la verdadera portada de un medio serio como el nuestro», incluyendo publirreportajes encubiertos y noticias de famoseo: mientras que El País publica unas 170 o 180 noticias a la semana en su portada RSS… La Vanguardia publica más de 1000. Que a mí me parece bien que publiques contenido «alimenticio» y de poca o nula calidad, que la cosa está mu’mala… pero no me lo enchufes en la presunta portada, hombre de dios. Y finalmente, El Periódico… El Periódico también tiene su propio listado, bien organizado y enlazadito desde la portada… pero ha sido al buscarlo para ponerlo aquí que he podido comprobar que su canal de portada vuelve a funcionar, porque lo eliminé de mi lector hace meses… después de que dejase de funcionar durante semanas.

Y también están los blogs, claro

Que los que teníamos blogs también nos dejamos encantar por el canto de sirena de las redes sociales, ciertamente, pero todavía quedan un montón de blogs guays a los que vale la pena suscribirse (cof, cof, obm), como el de hermanito, McMansion Hell, Abject, bavatuesdays, Grumpy Gamer, ICTlogy, ongoing by Tim Bray, el de Stéphanie Walter, el de Eric Meyer o el linkblog (¿qué fue de los linkblogs?) de Waxy.org

Si tienes algún blog que recomendarme, aquí abajo tienes los comentarios, por cierto 😇.

«One more thing» para cerrar

Una última recomendación antes de irnos: después de hacer vuestros pinitos con un lector de RSS y, posiblemente, seguir a más fuentes de las que deberíais, igual os interesa leer mi ¿estrategia? para gestionar la información (que no es que no me tenga comodísimo bajo el alud de información, pero sobrevivo, que no es poco).

Más de mil setecientas palabras de entrada… Quién me ha visto y quién me ve. Espero que haya sido de interés. ¡Hasta la próxima!


PS 2025/10/13 Añado un recurso: A deep dive into the rss feed reader landscape.

Mi ¿estrategia? para gestionar la información…

Este es un post que tenía yo pendiente desde hace meses, pero finalmente el anuncio de los bookmarks por parte de Twitter me ha decidido a lanzarme…


Antes de entrar en materia, algunos comentarios sobre le tema bookmarks

  • ¡Aleluya! Más vale tarde (muy muy muy tarde) que nunca.
  • Gracias, Twitter. Pero alguien me va a tener que explicar la lógica de lanzar en las apps para iOS y Android y en la web «light» (mobile.twitter.com)… pero no en la web «estándard» ni en Tweetdeck. No me cabe en la cabeza. Veremos cuánto tardan en propagar el cambio. #dedoscruzados.
  • Genial la privacidad de los bookmarks pero… ¿podríamos notificar al menos al autor del tuit que su tuit está siendo marcado como tal, sin especificar por quién? Si le pusiéramos un contador público a la cosa ya sería la bomba…
  • Una última petición. Ya tenemos bookmarks privados y «me gusta» públicos que van a desparramarse por las líneas de tiempo de nuestros seguidores. Ahora ya solo me falta un «abrazo» que le llegara al tuiteador de turno (y tuviese su propio contador)… pero que no «desparrame». #dedoscruzados


Y ahora, entremos en materia.

No sé yo hasta qué punto os será útil lo que os explicaré a continuación porque, para comenzar, a veces dudo de que la cosa me funcione a mí. Pero a fe mía que es un problema al que le he dado muchas (muchísimas) vueltas y pensar en voz alta a veces es útil, tanto para uno mismo como para los demás.

¿Cuál es mi dieta de información? Ahora mismo, mi perfil de Twitter dice que sigo 249 cuentas. Por su parte, Feedly dice que sigo 163 canales RSS (y que los diez canales que más publican se van a 6700 historias al mes; también lleva la cuenta de los canales en los que más he hecho clic en el último mes: suman 700 clics).

Captura de pantalla de Feedly. Feedly tiene modos en los que presenta las primeras líneas de texto de cada entrada sin necesidad de hacer clic
No es una estadística precisa, ya que Feedly permite leer parte de las entradas sin hacer clic, pero sirva como indicador.

Contar los tuits de mi timeline es más complicado… Un día me pongo con las bibliotecas de Twitter para R y lo cuento, pero de momento baste decir que las últimas 24 horas de mi línea de tiempo contienen bastante más de 500 tuits (y esto lo escribo un domingo por la tarde, hora valle en grado extremo). Uno, que es bastante OCD, no llega a leer todos los tuits del timeline cada día… pero casi.

Y así… ¿cómo sobrevivir a ese alud de presunta información?

Lo primero, desde luego, es disponer de buenas herramientas. Como ya he dicho, mi herramienta para leer RSS es Feedly. Uno es de los que lloró amargamente la pérdida de Google Reader (hace casi exactamente cuatro años del anuncio de su muerte, coincidencias)… pero Feedly es hoy una herramienta mucho mejor de lo que fuera Reader, que había acabado con la innovación en el campo (cosas de los monopolios, por cómodos y plácidos que resulten). Mi herramienta habitual para Twitter es Tweetdeck (sin listas: es por eso que me limito mucho antes de seguir ninguna cuenta nueva, ya que aspiro a leerlo todo cada día), pero hasta que no implementen los bookmarks me veo condenado a la versión web móvil de Twitter (oh, ignominia). Se agradecen sugerencias de mejores herramientas, pero la limitación de tener que funcionar en Windows a pantalla grande (y ser web, a poder ser) es fuerte, me temo.

Una de las grandes ventajas de Feedly es su organizador de feeds:

Muestra qué canales RSS publican más al mes y en cuáles haces más clics
En cuántas historias haces clic versus cuántas publica en canal es un buen indicador de ratio personal de señal versus ruido para cada canal

Si alguien conoce algo similar para Twitter (identificar mis seguidos más «dicharacheros», y cuánto interactúo con cada uno de ellos), que avise. Será recompensado (estoy hasta considerando hasta hacérmelo yo…).

Y esto nos lleva a la primera recomendación: poda tus fuentes como si no hubiese un mañana. ¿Cómo? Más allá de con furia, me temo que vas a tener que desarrollar tus propias estrategias. ¿Mucha paja y poca señal? Yo consideraría cortar. Y me fiaría de mi red de twitter: hay cuentas que, cuando publican algo bueno, son retuiteadas automáticamente por tu red. Si es así… ¿realmente necesitas seguirlas? Y otro consejo más: la poda se hace una vez al año. Con tu Twitter y tus RSS, mejor cada tres meses. Y si puede ser con más frecuencia, mejor.

¿Y una vez hemos podado todo lo podable? Mi estrategia es la siguiente:

  • Escanear. Tan rápido como seas capaz.
  • Descartar. El 90% de casi todo es ruido. Quizá no para esos blogs que publican muy de vez en cuando (como este ;-)). Actúa en consecuencia.
  • Leer. ¿Es interesante? ¿Tienes tiempo ahora? Pues léelo ahora. No dejes para mañana lo que…
  • Redirigir. Suena interesante, pero claramente ahora no es el momento. O no tienes tiempo. ¿Hacia dónde?
    • Considera los favoritos (de Feedly, de cualquier otro lector de RSS o de Twitter). Pero con moderación (vuelvo sobre el tema en un minuto).
    • ¿Es para leer con calma, y no es ni urgente ni imprescindible? Para eso están los Pocket e Instapaper del mundo. Personalmente, yo soy fan de Pocket. Pero para gustos, colores.
    • Para eso están tus víctimas inocentes amigos. ¿Sabes esa persona interesada en el tema que seguro que te va a agradecer que se lo envíes (y con un poco de suerte te hará un resumen y todo)? Pues eso.
    • Igual lo necesitas algún día, pero no ahora mismo. Gestor de favoritos. Otro campo en el que cada cual tiene sus preferencias. La mía, Diigo. Uses el gestor que uses, etiqueta, pero sin pasarte: ¿realmente vas a hacer una búsqueda que requiera siete etiquetas? ¿Buscas con tanta frecuencia que realmente es imprecindible que todo esté clasificado con total precisión, o vas a pasar más tiempo etiquetando que buscando?

Mis últimos favoritos en Diigo
Mis favoritos en Diigo. Si alguien quiere chafardear, es aquí

¿Y todo ese montón de cosas que se te han acumulado? Poda. Poda. Y vuelve a podar. A poder ser, semanalmente. Si se te pasa hacerlo un mes, resérvate un par de horas el sábado por la mañana. O el domingo por la tarde. O cuando te vaya bien. Pero hazlo. Y si no lo haces, asume que tu diógenes digital no tiene mucho sentido. Para podar, decide el límite de favoritos en Feedly o bookmarks Twitter a partir del cual se te va a disparar la alarma de la ansiedad (el mío es alto, diría: puedo vivir con doscientos o doscientos cincuenta favoritos en cada servicio). Comienza a bucear y pasa la tijera. De nuevo, sin piedad. No pasa nada si ayer no tuviste tiempo de leer nada y tienes quince o veinte (vale: o treinta) cosas acumuladas. ¿Pero si tienes quince cosas del miércoles de la semana pasada? Asúmelo: no las vas a leer. Duele condenar un enlace al olvido. Pero si no lo haces con la mayoría, de hecho se lo estás haciendo a todos. Es una decisión estresante, pero la alternativa es peor.

Y, finalmente, lee (o escucha, o mira, si se trata de vídeos o podcasts). Porque si no presupuestas tiempo para la lectura… ¿para qué lo estás «guardando», exactamente?

En fin, espero que a alguien le sea de utilidad.

Mis problemas temporales con feedly

En la lista de ítems guardados de feedly aparecen primero unos de hoy, a continuación unos del 18 de marzo (hace nueve días), luego dos más de hoy, a continuación dos de ayer y luego unos del día 25 de marzo (antesdeayer)
¿Algo se ha movido a la velocidad de la luz?

Que nadie me entienda mal: estoy seguro al 99% de que el problema de la secuencia temporal que veis en la imagen es culpa de las fechas de los RSS en cuestión y/o de los bots de Google Reader y su API, no de feedly. Pero ese problema con los tiempos hace que de vez en cuando los ítems se muevan solos y, sobre todo, que de vez en cuando cosas por leídas que ni siquiera se me han presentado.

También sé quedarse cuenta y alterarse por ello es demostrar un nivel de obsesión poco saludable , pero llevo una semana con la mosca detrás de la oreja y, si no se lo cuento a alguien, reviento ;-).

(Una vez dicho eso, creo que seré capaz de sobrevivir la muerte de Reader. Seguiremos informando.)

Réquiem por Reader

Enterarme, de hecho, me enteré de buena mañana por un correo de Isma (que me devolvía un ‘favor’ del 31 de diciembre). Pero aún tenía el cerebro en proceso de arranque y no lo procesé del todo. Sin embargo, al abrir Twitter, el cierre de Reader seguía allí…

Algunas de las reacciones de mi timeline twitter a la noticia del cierre de Google Reader
Consternación

Y al abrir Reader (en la web: la app móvil, olvidada desde hace eones, no se ha tomado la molestia de comunicar el cierre)…

La alerta que lanza Google Reader la primera vez que accedes a él después del anuncio del cierre, avisando de este
El apocalipsis Reader es el 1 de julio

Naturalmente, la muerte de Reader es la noticia del día en Reader:

Captura de pantalla de mis 'favoritos' en Google Reader, monopolizados por el cierre de Reader
La muerte de Reader, en Reader

Que te ‘maten’ un servicio en la web que llevas una eternidad usando es, qué le vamos a hacer, una de las tristes realidades de la red (el primer trauma de este tipo que recuerdo fue la adquisición y posterior castración de Launchcast por parte de Yahoo!, un proceso que debió culminarse hacia 2005, si la memoria no me engaña). Aunque la cosa se veía venir desde hace tiempo, sorprende todavía un poco por ser Google cerrando un servicio creado en su seno, no en una compañía adquirida por ellos. En cualquier caso, son más de seis años con Reader (después de la hégira Bloglines, que recordarán los más viejos del lugar) y más información filtrada por su tamiz de la que soy capaz de recordar:

Captura de la pantalla de estadísticas de Google Reader.  Más de doscientas suscripciones, más de doscientas mil noticias leídas
Cuánta información ha entrado por esa puerta…

Se va a hacer muy extraño abrir un navegador un día y no ver el ‘favicon’ de Reader.

¿Y ahora qué?

Lo primero, desde luego, es buscar, antes del fatídico uno de julio, una alternativa viable como consumidores de contenidos. De momento parece que, a río revuelto, ganancia de Feedly, pero quedan tres meses y medio para el apocalipsis y —toquemos madera— va a haber movimiento por ocupar el vacío dejado por Reader, que podrá parecer pequeño desde la escala Google, pero que sin duda puede resultar muy atractivo a otros jugadores que, además, ahora deberían tener más fácil la opción de cobrar por sus servicios a un público sofisticado y al que los de Mountain View han concienciado de manera contundente (algo más dice sobre el tema Antonio Ortiz). No son los Google Currents, Pulses y Flipboards del mundo los que deberían ocupar ese espacio, dado que ahora parece que les va razonablemente bien en un nicho que tiene que ver con la agregación de pocos contenidos, filtrados bien por curadores de contenidos, bien algorítmicamente. Para los consumidores verdaderamente voraces que Reader deja huérfanos, Feedly, insisto, parece el mejor posicionado, pero en Xataka consideran algunas de las alternativas web, sobreviven por ahí unas cuantas aplicaciones de escritorio y para móviles y tabletas, y quedan tres meses de lucha por la posición dominante. No descartéis que para julio estéis usando un agregador que hoy no existe. Quién sabe, igual la crisis provoca innovaciones y debemos agradecerla…

(Lo único bueno que se me ocurre decir de Google en todo este asunto es que como mínimo existe Google Takeout, algo que deberíamos exigir a cualquier proveedor de servicios en la web antes de ni siquiera acercarnos a él y que nos va a ahorrar unas cuantas horas de trabajo a todos los que pasaremos por el proceso de exiliarnos.)

En segundo lugar (al menos desde mi punto de vista), queda ver qué hacen (hacemos) con la papeleta los publicadores de contenidos… La web debería haber significado desintermediación, y lo ha hecho hasta cierto punto… pero publicaciones como la citada Xataka tienen más de cincuenta mil suscriptores Reader y un gigante como Engadget se va a los seis millones de suscriptores, que se dice pronto, según el propio Reader… Esos suscriptores (o mis entre cuatrocientos y seiscientos, según tiene el día Feedburner —otro servicio que arderá en la hoguera y que deberemos sustituir—, desde luego, que sois poquitos pero dignos de todo cuidado) van a migrar a algún sitio (o desaparecer), y va a haber que estar atentos a dónde van y cómo afecta eso a nuestros contenidos. Saber que el cliente canónico era Reader nos facilitaba el trabajo… pero a qué precio. Los cuidadosos con sus contenidos no pagarán un precio muy alto, pero los que hayan desarrollado vicios van a tener que revisar sus maneras de publicar. (Ah: ofrecer páginas Facebook no es intermediar. De nada.)

(Por lo que respecta a obm, algunos ya seguís su cuenta de Twitter, @obm (a ver cuánta gente puede presumir de un ‘handle’ de tres caracteres ;-)) y el RSS debería ser lo suficientemente limpio como para no dar ningún problema en ningún lector. Me falta ver cómo lo hago para conservar a los que os habéis suscrito por correo a través de Feedburner. Seguiremos informando.)

Y en último lugar, pero quizás con más importancia que los anteriores, queda reflexionar. Si se me permite, me cito a mí mismo:

Los monopolios, mientras no dan problemas, son cómodos para casi todos pero, como todas las dictaduras, aunque sean benevolentes, acaban reventando y provocando víctimas. Los monopolios son malos en telefonía, en los medios de comunicación, en sistemas operativos de escritorio o ‘de bolsillo’, en las redes sociales, en los buscadores, en el motor que nos muestra las páginas web que visitamos… Seguro que después de esta [pequeña] crisis vendrán otras. Intentemos que lo que podamos aprender de esta nos ahorre dolores futuros.