Otra emisora musical más con Grooveshark Lite

Capura de pantalla de listen.grooveshark.com
Capura de pantalla de listen.grooveshark.com

Todo parece indicar que la que fuera nuestra radio preferida en la red, Pandora, está a punto de morir: primero restringieron el acceso a los usuarios de fuera de Estados Unidos y Canadá ante la locura del sistema de gestión de los derechos de autor en el planeta y ahora parece que el impuesto revolucionario los exagerados royalties que les exigen las discográficas les llevarán a cerrar (lo comentaba Michael Arrington, por ejemplo).

Pero a rey muerto, rey puesto. Y es que si bien Grooveshark existía desde hace tiempo, ahora lanzan Grooveshark Lite, que se parece mucho a mi emisora musical perfecta:

  • On demand. ¿Quieres escuchar Teardrop? ¿O quizá prefieres la versión de José González?
  • Con recomendaciones. Porque si te ha gustado Teardrop igual te apetece Theme from To Kill a Dead Man, y de aquí podríamos saltar a Half Life o a On Her Majesty’s Secret Service

  • Playlists. Aunque de momento no se puedan compartir…

  • Y si no quieres pensar mucho… dale al ‘Autoplay’. Y Grooveshark irá añadiendo canciones a la playlist. A diferencia de lo que hacen Pandora o last.fm, Grooveshark te anuncia cuál es la siguiente canción que te va poner. Y si no te gusta, se lo dices, para que aprenda, y te la quita de la lista y añada otra canción. Y si te gusta, pero no te apetece, pues la quitas de la lista, pero sin decirle que no te gusta. Y si la que te ha puesto te sugiere otra, pues la buscas y la añades, afectando, además, a las siguientes selecciones.
  • Y todo ello, sin necesidad de registrarse. Yo soy de los que no tiene problemas en registrarse en las webs que tienen una apariencia medianamente seria y útil, pero hay gente «pa tó»… Si no tienes la necesidad de guardar una playlist, ni quieres que el sistema recuerde tus gustos, pues basta con no darle los datos que no te pide hasta que tú elijas registrarte.

La única que le veo es que lo que suena no queda añadido a mi perfil en last (pero claro, cuando escucho la radio en FM tampoco…).

Vamos, que tenemos nueva radio favorita en esta casa :-).

And now, live, from Paradiso, in Amsterdam…

Una pasada lo que me pasan por correo: Fabchannel.com (su blog) es una web holandesa que se dedica a grabar conciertos en directo (principalmente en la sala Paradiso de Amsterdam, aunque también tienen en cartera la sala Melkweg, también en Amsterdam, el angelino The Roxy y, para sorpresa de propios y extraños, las barcelonesas Sala Apolo y Sala Bikini) y ponerlos a disposición del público «por la patilla», con una realización, por un lado, bastante arregladita y, por el otro, un player en Flash que no está nada mal. Imagino yo que el ‘bussiness model» irá por los webcasts en directo que de momento también son gratis, pero habrá que verlo. De momento, una gran oportunidad para recuperar bandas tan diversas como los The Presidents of the United States of America que tenéis más arriba o Ani diFranco, Iron & Wine, Bloc Party, Kula Shaker, CocoRosie, Cansei de Ser Sexy, Audio Bullys, Digitalism o De La Soul, entre muchos otros…

Va a ser que ni la música ni el negocio de la música van tan mal con esto de la digitalización e internet…

Lo último de Deerhoof… ¡en partitura!

Qué detalle tan bonito el de Deerhoof para puntuar nuestra entrada anterior. Como allí se hablaba de música en partitura… van y lanzan antes la partitura que la grabación de su próximo single (y animan a todo el que lo desee a publicar su versión «ciega» «sorda» con una licencia Creative Commons). Qué detalle, insisto :-P.

Michael Wesch on YouTube

Poca gente tiene tanta autoridad al hablar de YouTube como el antropólogo Michael Wesch. Y sus presentaciones son siempre interesantes. O sea que vale la pena invertir casi una hora sobre quién y qué está en YouTube. O sus hipótesis sobre lo que pasa cada día en YouTube.

Origen.

Una pregunta

Imaginemos (es un suponer, ¿eh?) que nos encontrásemos con un dispositivo que permitiese la difusión de la cultura a un coste casi nulo. Imaginemos, también, que una determinada industria se considerase amenazada por ese dispositivo. Imaginemos, finalmente, que hubiese dos entes llamados Ministerios de Cultura e Industria. Ejercicio: ¿qué ministerio debería estar a favor y cuál en contra?

Es que tiene guasa la cosa, oiga…