Me paro, primero, en la editorial, que, como manda el mes, repasa lo visto en el año del señor de 1984 que nosotros llevamos repasando desde julio. El año del Mac, de los IBM PCjr y AT, del maravilloso Data General/One, del Apple IIe, de los procesadores 68000 y 8088 y 80186. De MS-DOS 3.0, de Turbo PASCAL, de dBASE III y —prometo que así lo dice la editorial— de la llegada de la IA a la informática personal. De las BBS Fido (y Fidonet). De la bajada de precio de los módems de 1200 baudios. De las pantallas LCD de 80 por 25 caracteres. De las RAMs de 256 kilobits (que no kilobytes). Del ratón. Del almacenamiento de datos en CD. Casi nada.
Nos encontramos luego con que…
Y también tenemos que…
Plus ça change… En la sección de cartas, la discusión principal va de elegir qué lenguaje de programación explicar a los estudiantes (motivada por un artículo de la revista de junio (es lo que tienen las secciones de comentarios cuando dependes del correo postal: una «pequeña» latencia)). Cosas que se proponían… COMAL, que se ve que tenía una cierta tirada en Europa (no, yo tampoco he oído hablar nunca de él), Logo o FORTH, Pascal… y el inevitable BASIC y el terror que provocaba entre los expertos… a pesar de que es el lenguaje con el que de hecho aprendió a programar toda una generación. Así entre nosotros: que aprendan a programar, con lo que sea.
En la sección What’s New, esta fantasía de Osborne, que sí, salía de su bancarrota, pero nunca más volvió a ser lo que había sido con el Osborne 1. Una lástima, porque ese diseño industrial…
De la sección de libros me quedo con COMPUTER ETHICS: A GUIDE FOR THE NEW AGE, de un tal Douglas W. Johnson. Sí, amigas, hace cuarenta años ya nos preocupaba el tema. Por lo que dice la crítica, el objetivo era demostrar que la ética de la informática era absolutamente necesaria. Si yo te contase, Mari Pili… Temas mencionados: errores y abusos en bases de datos, brecha digital (le llama «disparidad de acceso entre estudiantes ricos y pobres»), los problemas que crea pasar más tiempo con el ordenador que con las personas (SI YO TE CONTASE, MARI PILI)…
Mención aparte para las maravillosas ilustraciones de algunos de los artículos. Podrían ser de Michael Witte (dice la tabla de contenidos que «section art by Michael Witte»), pero no estoy nada seguro…
(Un mes de estos tenemos que detenernos en la mítica sección Kernel del no menos mítico Jerry Pournelle, por cierto.)
Luego tenemos el artículo dedicado a los módems de alta velocidad: ¡9600 baudios!
Me quejaba yo cuando hablaban del número de septiembre de que en el artículo sobre procesadores de texto no mencionaban WordPerfect, a pesar de que ya estaba en el mercado. No tardaron mucho en resolver el tema:
Cosas de la época: para correr el programa había que tener… 128 kilobytes de RAM (y, quizás más relevante, había que decirlo, porque no todos los PCs de la época tenían tanta RAM). Para los que nunca hayáis visto un procesador de texto en una pantalla de 80×25 (coged aire)…
Puedo prometer y prometo que en el artículo comentan lo fantástico que es tener WYSIWYG (abreviatura de «what you see is what you get», que alguien tradujo al español como VAQA, o «va a quedar así»), porque en aquella época lo que veis en las imágenes era lo más de lo más en cuanto a «la pantalla te muestra cómo quedará al imprimir». En serio.
Por cierto: WordPerfect ya tenía por aquel entonces el «revelar códigos» que nos hace llorar de emoción a todos los que lo usamos y lo echamos ahora de menos en Word.
(Comentaremos, además, que esas capturas de pantalla están hechas fotografiando la pantalla (y que esto no era exactamente fácil, en la época).)
Y de los anuncios del número me quedo con este:
¿No os parece delicioso lo de apuntarse o bien llamando a un «900» o bien recortando el cupón, rellenándolo y enviándolo por correo postal?
Y claro, una vez acabado el número de la revista, de hecho comienza el especial dedicado a los ordenadores de Apple con, entre otras muchas cosas, entrevista a nuestro nunca lo suficientemente apreciado Woz:
Historias de estudiar en los primeros grados universitarios de informática trabajando con papel y lápiz, comenzar a trabajar en Hewlett Packard (haciendo chips para calculadoras) antes de acabar la carrera, hacer el Breakout para Atari (no programando tal y cmo lo entendemos ahora: conectando chips), las primeras reuniones del mítico Homebrew Computer Club, el no menos mítico Apple I (precio de salida en 1976: 666,66 dólares (en serio); valor actual en subasta: por encima de los 200 000 (ayuda que solo se fabricasen unos doscientos)), que HP no lo quisiese como producto, fundar la compañía…
Y, claro, un reportaje sobre el Lisa 2, que había salido al mercado en enero de aquel año, y que era la máquina en la que tenías que programar para su sobrino, el Mac, que acabaría matando y sutituyendo a Lisa 😢.
Y para cerrar… no me podéis negar que es la pantalla más cute que habéis visto en vuestra vida:
Y hasta aquí. El mes que viene, más. O no. Y como siempre, si os queréis ir a la fuente, aquí la tenéis.