PowerTutor: ¿Quién se ha comido la batería de mi Android?

Es un hecho que no va a cambiar a corto o medio plazo, y casi seguro que tampoco a largo: Google no va a ejercer en el Market de Android el férreo control del que hace gala Apple en el Appstore de iOS. Eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Entre las malas está que se cuelan con una cierta frecuencia aplicaciones que no están todo lo bien programadas y diseñadas que deberían. A veces eso es obvio y lo único que pasa es que instalamos, probamos, nos horrorizamos y desinstalamos. Unos minutos perdidos, pero cosas peores nos han pasado a todos.

Pero otras veces los defectos no son obvios: es el caso de aplicaciones que consumen ingentes cantidades de recursos y se comen la batería del móvil. Android dispone de alguna herramienta básica para monitorizar ese uso de la batería, pero eso no es suficiente. Y ahí entra PowerTutor (web oficial, market), una aplicación gratuita que nos permite inspeccionar más a fondo a dónde ha ido a parar ese 100% de batería que teníamos hace un rato.

Captuyra de pantalla de una aplicación Android. Se muestra gráficamente el consumo de energía del móvl desglosado en pantalla, CPU, WiFi y 3G
Una pantalla de 5.3" consume <strong>mucha</strong> energía

La vista inicial con la que nos saluda la aplicación es informativa (tener la pantalla encendida es caro…), pero no muy útil. Pero si accedemos a la vista de uso de energía por aplicación tendremos muchas más pistas:

Captura de pantalla de la aplicación. Muestra el consumo de cada una de las aplicaciones que han estado corriendo
Afortunadamente, en este caso no hay especialmente preocupante

Y es que en esta vista tenemos la información desglosada por aplicación pero, sobre todo, podemos contabilizar o no la energía dedicada a la pantalla, la CPU o las comunicaciones vía WiFi o 3G. Ya hemos visto antes que mantener la pantalla encendida es muy caro: si descontamos ese consumo nos será mucho más fácil ver qué aplicación está malgastando ciclos de CPU y, por tanto, gastando la batería inútilmente (y también podremos detectar, a veces, qué aplicaciones están usando 3G y/o WiFi cuando no deberían, aunque para eso hay aplicaciones específicas)…

De nada :-)

El ‘poltergeist’ de la batería del Aspire One

Aviso para navegantes… En nuestra anterior entrada sobre el Aspire One se han reunido hasta cinco comentaristas que cuentan cómo, después de no usar el netbook durante una temporada, la batería se niega en redondo a cargarse… Pues bien, a los cinco comentaristas pueden añadir el caso de servidor y el del coautor de este blog Carlos. Vamos, que algo debe haber de cierto… Afortunadamente, al que suscribe la más pura casualidad le ha arreglado el problema. Y es que ayer dejé el ordenador conectado a la corriente (y con la batería puesta, contraviniendo las sugerencias del fabricante, pero tampoco me preocupaba mucho conservar una batería que se negaba a cargarse), en marcha y sin hacer absolutamente nada (contraviniendo, esta vez, las normas del ahorro de energía y la ecología, pero es que uno es así de despistado) durante un buen montón de horas (al menos doce). Al darme cuenta, en vez de apagar el ordenador como un buen usuario, le saqué, a lo bestia, el cable de corriente y, para mi sorpresa, no se apagó (prometo que había hecho el mismo ‘experimento’ en otras ocasiones y que la autonomía de la batería no llegaba al segundo). Como era tarde y tenía sueño, me limité a apagar el ordenador, esta vez sí, como un usuario cuidadoso y a cruzar los dedos. Hace un rato he vuelto a encenderlo, sin conectar a la corriente y, confirmando la sorpresa, la batería afirma estar cargada al 100% (y nada indica lo contrario).

No sé hasta qué punto el experimento será replicable pero, por lo que cuesta y el riesgo que comporta, yo lo probaría, si tuviese por ahí un Acer Aspire One con la batería en huelga…

PS 20090307 Como apunta ‘Pepe Máquinas’ desde los comentarios (gracias, así da gusto), el problema radica en determinadas BIOS del Acer Aspire One 110, que bloquean la batería después de entrar en modo de ‘protección contra sobrecargas. La solución, descargar la última BIOS desde ftp://ftp.acer-euro.com/netbook/aspire_one_110/bios/ y ‘flashearla’ (para ello, basta tener una memoria USB a mano y seguir estas instrucciones). Disculpas a nuestros lectores por no habernos enterado antes de la solución, que estaba en *macles desde hace casi tres meses.

BatteryBar para vigilar la batería del portátil

Captura de pantalla de BatteryBar. Además de la información habitual, da detalles como el desgaste de la batería
¿Dónde habrá ido a parar ese 8.2%?

La primera recomendación de software del fin de semana (la próxima en breves minutos, ambas para usuarios de Windows, mucho me temo) es BatteryBar, que aún en su versión gratuita da mucha más información sobre la batería, su tasa de descarga y su longevidad que las herramientas habituales del sistema operativo.

Acer Aspire One, batería ‘jumbo’

Captura de pantalla. Información de batería: 56% cargado (quedan 5:03 horas)
¿A quién no le gustaría una batería así?

Me enteré hacia el 22 de noviembre en AspireOneUser.com: una batería de nueve celdas para el Acer Aspire One (más Aspire One en obm). Ocho horas de vida de batería. Por unos 75 euros, a través de eBay, de una compañía china (seguid el primer enlace). Había que probarlo.

La batería de nueve celdas abulta el triple que la original
Pues sí: si abulta el triple debería durar bastante más...

El viaje desde Hong Kong es largo y complicado y la batería no llegó a la oficina hasta el viernes, pillándome en Alemania y con un fin de semana largo por delante, inevitablemente. Pero así es la vida. Ayer enchufé la nueva batería, probé a ver si tenía carga y de ahí sale la primera imagen de la entrada: 56% de batería, un pelo más de cinco horas de vida prevista (en reposo: yo diría que la cosa va a acabar alrededor de las ocho horas de uso medio-alto con una carga completa)… :-D

La batería hace que el teclado se incline y resulte cómodo de usar
Y, de hecho, resulta hasta cómoda...

Evidentemente, una batería de ese tamaño se tenía que notar: el Aspire One pasa de algo menos de un kilo de peso con la batería habitual a cerca de un kilo trescientos de peso y el teclado queda inclinado al usarlo (algo que, de hecho, redunda en una mayor comodidad al teclear).

Jugar con baterías de terceros es toda una apuesta, y habrá que ver cómo me sale la jugada a la larga pero, de momento, no me voy a quejar mucho: finalmente, una batería que dura una jornada laboral