FeedSync, lo mejor de Microsoft Mesh Live

Como mínimo para mí, lo mejor del anuncio de Microsoft Mesh Live es El logo de Feedsync el logo de FeedSync (anteriormente conocido como SSE, ya habíamos hablado del tema).

Nadie sabe si Microsoft se interesa realmente por la interoperabilidad más allá de la operación de marketing (Mesh Live, al fin y al cabo, es muy interesante solo si no usas ningún sistema operativo que no provenga de Redmond), pero sí parece claro que Ray Ozzie hace todo lo que puede porque el tema progrese, y FeedSync parece una buena especificación abierta para que las diferentes aplicaciones (web, de escritorio o lo que toque) puedan hablarse entre sí y sincronizar su información. Ahora «solo» falta que los grandes fabricantes de software comiencen a implementarla…

Cómo «desromper la web» (II)

A principios de mes comentábamos como el equipo de desarrollo de Internet Explorer se había hecho atrás en su decisión de no activar por defecto el motor de rendering de páginas de Internet Explorer 8, usándolo solo para aquellas páginas que lo pidiesen explícitamente, tras el tremendo alboroto que dicha decisión había provocado en las filas de los «estandaristas», comunidad a la que, precisamente, Microsoft pretende agradar expresamente con el lanzamiento de IE8.

Comentábamos entonces que la decisión tomada para «no romper la web», implementada en la primera beta pública del navegador, era incorporar un botón «Emular IE7» que el usuario puede pulsar en cualquier momento. Una vez pulsado, IE8 pasará a comportarse como IE7, eliminando los problemas que pudiera causar algún hack pensado para IE7 al pasar por el motor de IE8. Y nos quedamos tan panchos. Pero en segunda consideración, la solución tampoco nos parece fantástica: una vez pulsado el botón y revertido el comportamiento de la versión 8 a la de la 7… el nuevo e inmaculado motor de rendering quedará enterrado para no resucitar jamás, casi con total probabilidad. Así que… ¿para qué tomarse tanto esfuerzo en diseñarlo, en primer lugar? Podría argumentarse que Microsoft debería cambiar el botón a un «Emular IE7 para este sitio web». Sería una mejora, desde luego, pero obligaría a tener en ejecución dos motores simultáneamente, lo que resulta en un inútil derramamiento de recursos del ordenador y, además, también condenaría a muchas páginas a vivir para siempre sin los beneficios de IE8.

Ahora me apropio (o robo, mejor dicho) una idea de hermanito: podemos suponer (habría que verificarlo, naturalmente) que la mayoría de páginas que rompen IE8 pero no IE7 (esto es, las que asustan a los desarrolladores de Explorer) lo hacen pasándole unos cuantos «hacks» bastante poco respetuosos con los estándares… después de olerse que el navegador es Explorer. La página pasada al resto de navegadores (no solo Firefox, sino también Opera, Safari y demás) no contiene toda esa «basura nociva». Con lo cual, bastaría cambiar el «user-agent» de IE8 para solucionar buena parte del problema. Hasta ahora Internet Explorer se identifica con una cadena del tipo Mozilla/4.0 (compatible; MSIE 7.0; Windows NT 5.1; bgft). Poner, por ejemplo, Mozilla/4.0 (compatible; IExplorer 8.0; Windows NT 5.1; bgft) no dificultaría apenas distinguir el navegador de Microsoft de todo el resto y ayudaría a poner un poco de orden en todo este embrollo.

Estoy seguro de que la solución tampoco es óptima, pero no deja de ser una propuesta…

De estándares web y auriculares marcianos

Hay gente que escribe divinamente. Uno de ellos es Joel Spolsky. Y lo último que ha escrito, Martian Headsets, es un análisis divertido pero bastante profundo y muy imparcial del inmenso problema que tiene Microsoft con Internet Explorer. Un problema que en buena parte se ha buscado la propia Microsoft, pero que tiene muchos puntos de contacto con los motivos por que Netscape, el navegador, no llegó nunca a ver una verdadera versión 5. Algo que hace pensar que es un problema al que se tendrán que enfrentar, tarde o temprano, todos los navegadores. Y que, además, es bastante insoluble. O sea que mejor fijarse con atención en cómo lidia Microsoft con el toro y tomar notas por si en el futuro nos hacen falta los apuntes.

De lectura más que recomendable para todo aquel que quiera hablar de estándares web. Y obligatoria para todo aquel que quiera hablar del tema conmigo :-P.

(des)actualizaciones de MS Office 2003

? ¿Desea usted actualizar no sé cuántos agujeros de seguridad de Windows, Office, Office 2002, Office 2003 y varias cosas más que ni le cuento?
? No sé. ¿Supongo?
? Descargando… ¿Desea instalarlos?
? Er… ¿sí?
? Si no, usted, su ordenador y sus amigos en su cuenta de contactos morirán todos. Aceptar, Cancelar.
? Aceptar, Aceptar
? No se encontró el archivo de instalación pro11.msi
? Es que no tengo aquí el disco de instalación, no lo llevo puesto.
? Aceptar, Cancelar, Examinar
? ¿Aceptar?
? Aceptar, Cancelar, Examinar
? Vaya. Examinar no, porque no lo tengo. bueno, Cancelar y ya lo haré después.

? Ya lo tengo. ¿Reintentar?
? Va a ser que no. ¿Desea usted que su Microsoft Excel deje de funcionar?
? ¿No?
? Sí. Aceptar. Aceptar. Aceptar.
? ¿Desea usted pasarse a OpenOffice?
? Sí, por supuesto.

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IE8 y los estándares

Curioso viaje el de Internet Explorer 8. Y eso que aún son bien pocos los que han podido tocar su beta…

A finales de enero de este año A List Apart se descolgaba con dos artículos – globo sonda, Web Standards, Forward Compatibility, and IE8 y From Switches to Targets: A Standardista’s Journey (este últimado firmado nada más y nada menos que por Eric Meyer, que se dice pronto) anunciando que, si bien Internet Explorer 8 iba a tener un exquisito respeto por los estándares web, este no iba a venir activado por defecto: si el desarrollador de turno no incluía una línea de código en la cabecera de la página (<meta http-equiv="X-UA-Compatible" content="IE=8" />), Explorer 8 reproduciría la página exactamente igual que IE7, a pesar de poderlo hacer mucho mejor (donde «mejor» debe leerse como «de acuerdo con los estándares»). Impresionante.

El motivo aducido por Microsoft para ello (motivo, hay que añadir, que el que suscribe consideró en su momento, y considera todavía, bastante razonable, aunque no sea de mi agrado) era «no romper la web». Con el paso de IE6 a IE7 el equipo de Microsoft Explorer rompió muchas páginas web que se habían desarrollado alrededor de la infinidad de particularidades de Explorer 6. Ningún «estandardista» sufrió esas consecuencias, naturalmente, porque, de hecho, el lanzamiento de IE7 tenía como objetivo agradar a esa comunidad (además de respetar algo más los estándares, que ya tocaba). Las víctimas fueron los «malos desarrolladores». Esos que no se toman la molestia de comprobar que sus aplicaciones funcionen más allá del navegador por defecto (esto es, IE6, en aquel momento, IE6 y IE7, ahora mismo) ni saben qué es un estándar web y continúan pensando que maquetar con tablas es la cosa más natural del mundo. ¿El problema? Una buena cantidad de esos desarrolladores se dedica a programar las intranets y aplicaciones web de las empresas del «Fortune 500» (y puede permitirse, por tanto, el «lujo» de ignorar absolutamente la existencia de Firefox). Y esas empresas son esenciales para la cuenta de explotación de Microsoft. Provocarles una crisis es un más que posible mal trago para las arcas del gigante del software (y un dolor de cabeza añadido a la migración de XP a Vista…), pero dos representaban un riesgo por el que, debieron pensar, bien valía la pena jugársela y arriesgarse a irritar a la comunidad de desarrolladores web respetuosos con los estándares…

Dicha comunidad, como no podía ser de otra forma, se alzó en armas y llevaba mes y pico de campaña de acoso y derribo contra la decisión de Microsoft. Hasta hoy. Parece que es verdad que corre sangre nueva por Redmond y desde el IEBlog se anuncia un paso atrás de proporciones épicas: IE8 funcionará siempre que pueda respetando los estándares (como bien explican en la entrada, todos los navegadores se miran las páginas antes de representarlas; solo si «se atreven» aplican el modo «respetuoso con los estándares» que, en caso de fallar, puede hacer un auténtico destrozo con una página web que no esté a la altura).

La conclusión con la que me quedo (además de aplaudir la valentía del equipo de IE) es que Microsoft está haciendo todo lo que puede (y dada su enorme masa, cualquier pequeño movimiento es harto complicado) para adaptarse a los nuevos tiempos, prestar atención a la comunidad y respetar los estándares y la interoperabilidad. Cualquier día de estos se congela el infierno…