Más sobre Last.fm

Decíamos ayer que Last.fm iniciaba un proyecto para pagar directamente a los artistas royalties por la reproducción de sus obras. Desafortunadamente, en un mundo tan complejo como el de la propiedad intelectual en el mundo de la música, la cosa no podía ser tan simple:

  • Si el artista ya ha cedido sus derechos (a una discográfica o a una entidad colectiva de gestión de derechos), pues… va a ser que no puede volver a cederlos a Last (ni a nadie más) por su cuenta. O sea que seguirá cobrando por las vías habituales.
  • El trato solo cubre a los intérpretes. Los autores seguirán cobrando a través la entidad colectiva de turno.
  • Merlin, la macrodiscográfica surgida de la asociación de unas 12,000 discográficas independientes y que ya es tan grande como las cuatro ‘grandes’ no está nada contenta: Last firmó con las cuatro grandes, pero no con Merlin. Last y Merlin están negociando, pero parece ser que Merlin reclama pagos por el uso pasado de su material y Last dice que nones. Merlin, mientras tanto, está recomendando a sus miembros que no se apunten al programa de Last sin solicitar consejo legal antes.

Todo esto sale de Last.fm wants to pay artists, won’t address past ‘illegal use’, en Ars Technica, que además enlaza a Why Ad-Supported Music Won’t Work: Blame The Labels, en Silicon Alley Insider, que dice que las grandes discográficas están pidiendo a los sitios de streaming un céntimo de dólar por canción reproducida. Esto vendría a traducirse en que, para vivir de una radio por internet a base de publicidad el CPM de dicha publicidad debería estar por encima de los diez dólares (este blog anda por los dos dólares de CPM y en el artículo apuntan a un dólar como rendimiento efectivo razonable una radio vía la red, lo que vendría a significar que lo razonable sería pagar por debajo de un céntimo por cada diez reproducciones). Las discográficas están sacando unos 70 céntimos por canción vendida en iTunes y similares, pero es fácil pensar que las radios podrían dar mucho más dinero aún rebajando el royalty por debajo de esos 0.1 céntimos por canción. La alternativa, desde luego, es que no haya radios por internet basadas en publicidad, que los consumidores nos /@#&$)($, que las radios no ganen dinero y que las discográficas no vean ni un duro por este concepto…

En cualquier caso, que sigue oliendo a podrido en el reino de las discográficas…

Elimina el DRM, cuadruplica las ventas

…o como mínimo eso es lo que, según Reuters, le ha pasado a 7digital que, desde que tiene a Warner, EMI y las independientes en MP3 en el catálogo ha visto su tráfico web más que doblarse desde enero y sus ventas cuadruplicarse, se dice pronto, desde junio del año pasado. Ahí es ná :-).

Anda. Si no todo era vender discos

Que no. Que las discográficas saben hacer más cosas. No hay nada como ver cómo el nivel del agua se acerca al cuello de uno para espabilar y aprender a nadar. Cuentan varias fuentes (BBC, Reuters) que hoy la BPI (la asociación fonográfica británica) publica números de la parte del negocio que no se limita a vender discos. Y la cosa tampoco pinta tan mal: de licenciar música para publicidad, cine y vídeo juegos han sacado este año 121.6 millones de libras (algo más de ciento cincuenta millones de euros), lo que representa un incremento del 13.8% sobre el año anterior. De hecho, este apartado ya representa un 11.4% de los ingresos de unas discográficas que cada vez menos hacen honor a ese nombre, cuando el 8.6% de las ventas de «discos» proviene de los formatos digitales. Para el que no quiera hacer la regla de tres, las ventas de la industria andan por los 1,400 millones de libras (1,770 millones de euros).

Las discográficas británicas siguen perdiendo dinero en cantidades más que notables, pero parece que su modelo de negocio se va adaptando al siglo XXI (ánimo chicos, que con un poco de suerte no os habrá costado más que una década). Con el incremento de contratos en los que se llevan una tajada de las entradas de los conciertos y los recortes en los gastos de un sector que no se caracteriza[ba] precisamente por evitar gastos innecesarios, igual acabamos teniendo industria para rato (del renacer del mercado del vinilo, donde los márgenes de beneficio son muy respetables hablaba hoy mismo El País). Espero que las de por aquí también sepan adaptarse. Aunque, si no, la música no moriría con ellas (de la misma forma que no nació con ellas, aunque a más de uno le gustaría pensar que es así).

Warner se va de last.fm

Afortunadamente no del servicio de radio, y por tanto fuera de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania ni notaremos el efecto. Desde hace meses last.fm (propiedad de CBS) ofrece en Estados Unidos un «player on demand» (lo comentamos aquí) que permite reproducir un número limitado de veces cualquier canción que deseemos de su catálogo de manera gratuita, como «calentamiento» para un servicio de pago que, casi cinco meses más tarde, no ha llegado… Pues bien, es de ese servicio del que se larga Warner (lo cuenta un blog del New York Times), que opina que last.fm paga poco por el servicio gratuito y que ya tardan con el servicio de pago… Esperemos que solucionen sus diferencias pronto.

¿El final del plato de DJ?


Final Product // ATTIGO TT from Scott Hobbs on Vimeo.

Quizá no, pero es como para pensárselo, como mínimo… Más información.