No sé si algún día llegará el Chernobyl de la privacidad con Facebook pero la cosa se está poniendo caliente. Recursos como Openbook dejan bien a las claras que existen ingentes cantidades de usuarios de Facebook que no saben quién lee sus status y los usan para insultar a propios y extraños, declarar su odio por sus trabajos y jefes y gritar cómo acaban de copiar en un examen… Que probablemente haya motivos para hacerlo, pero no creo que sea una buena política de comunicación.
Uno de los problemas (probablemente el más grave, aunque ni de lejos el único) es que como contaba el New York Times en forma de infográfico, las opciones para comprobar la privacidad de Facebook han pasado de la relativa simplicidad de sus orígenes a ser un auténtico laberinto en el que saber qué compartes con quién es una odisea digna de Kafka…
Es por ello que es especialmente importante la existencia de herramientas como el ‘bookmarklet’ que nos da ReclaimPrivacy.org. Su uso es sencillo: basta arrastrar el enlace Scan for Privacy a la barra de favoritos del navegador, entrar a Facebook y hacer clic en el enlace que acabamos de arrastrar. El ‘bookmarklet’ escaneará nuestros ‘settings’ a la caza y captura de posibles agujeros y nos mostrará un diagnóstico. La cosa no es trivial: yo tenía un par de agujeros que preferiría haber subsanado antes….
Nota importante: ahora mismo el ‘Opt-out’ para el ‘Instant Personalization’ (que es el que comparte mucha de tu información personal con muchos sitios web cuando los visitas, aunque no sea desde Facebook) no funciona correctamente. Pero es sencillo arreglarlo a mano: si tenéis el mismo problema, basta con hacer clic en el enlace ‘Instant Personalization’ que os aparecerá; accederéis a una página en la que lo podréis desactivar (tras aceptar un texto en que os dirán cómo desactivarlo hará que Ariel deje de lavar tan blanco).
Para cerrar, un par de ‘rants’ de Danah Boyd sobre el tema, muy recomendables: Facebook and “radical transparency” (a rant) y Facebook is a utility; utilities get regulated.