Lo comentábamos el otro día: Sony y su PS3 con el EyeToy nos acercaban a las interfaces textuales, y ni siquiera éramos conscientes de los avances en interfaces «zero-touch» de Elliptic Labs y Opera que ya se habían publicado (en Engadget) y que esta vez se basan en la detección de gestos mediante ultrasonidos…
(Del «April’s Fool» que abre el vídeo también hablamos, en su momento.)
Hacía tiempo que no hablábamos por aquí de ‘cacharritos’. Y rompemos el ayuno con la ARCHOS 5 Internet Tablet, un cacharro con pasaporte galo y alma de Mountain View, Califormia (vamos, con sistema operativo Android) que nos ha resultado especialmente apetecible después de verlo por primera vez hace un rato en Engadget (no se me pierdan los vídeos de la entrada). Y es que para matar el «gusanillo Android» sin cambiar de teléfono, no pinta nada mal…
No se trata de algo que llevar en el bolsillo del pantalón: 143,2×78,8×10,4 mm y 182 gramos de peso para la versión con memoria flash, mientras que las versiones con disco duro se van a los dos centímetros justos de grosor y unos masivos 286 gramos de peso. Pero, a cambio, ni la potencia es la de un teléfono, con un procesador ARM Cortex a 800 MHz, ni lo es la pantalla, de 4.8″, con una resolución de 800×480 y 16 millones de colores. Si uno está dispuesto a gastarse aún más pasta de los 300 euros que cuesta la unidad ‘flash’ con 32 gigas (o los 350 de la ‘disco duro’ de 160), 30 euros compran un ‘mini-dock’ que nos permitirá conectar el dispositivo a la tele y reproducir contenido hasta 720p.
Todo ello aderezado con un sistema operativo Android (sí, la pantalla es táctil, de la variedad resistiva) que nos garantiza un buen flujo de aplicaciones y el casi inevitable GPS (de nuevo, no se pierdan el vídeo en Engadget, aunque el soft que muestran sólo está disponible en versión demos 30 días, tras los cuales habrá que volver a pasar por caja si lo queremos conservar). En cuanto a conectividad, WiFi (hasta 802.11n), emisor y receptor de FM y bluetooth (para combinarlo tanto con un telefóno para la conectividad 3G como con un teclado, para usarlo como navegador conectado a la tele, por ejemplo).
A falta de ver la vida real de la batería (Archos habla de hasta 22 horas de reproducción de audio y hasta 7 de vídeo, pero todos sabemos la nula fiabilidad de lo que dicen los fabricantes), no parece una mala alternativa al iPod Touch que, eso sí, sale hoy por algo menos: 269 euros para el modelo de 32 gigas…
Andy Baio es un tipo extraordinario (con entrada wikipedia y todo). Y a él le debemos el recuperar el documental The Machine That Changed the World (IMDb), el documental de 1991 cuya primera parte abre esta entrada y que documenta (valga la redundancia) la historia de la informática, desde sus inicios con Charles Babbage y Ada Lovelace, condesa de Byron hasta el momento de su creación.
No solo se encargó de digitalizarlo de viejas cintas de VHS y subirlo a Viddler con anotaciones/índice, sino que le hizo una entrada a cada uno de los episodios con sus notas sobre ellos:
…o 60 programas sin los que no deberías salir de casa
La de cosas que caben en un 'pen', tú...
Decíamos el otro día que tenía pendiente explicar cuál es el software que me llevo a todos lados en el bolsillo, el software que vive, listo para ejecutarse, en un pen… A ello.
Comencemos por el principio: el software que lo gestiona todo. Creo haber dicho en alguna ocasión que uno es ‘muy fan’ de PortableApps.com, una web dedicada al mundo de las aplicaciones ‘de bolsillo’, que actúa como repositorio/agregador y, a la vez dispone de un lanzador de programas muy útil (permite la gestión e instalación de software de manera sencilla, por ejemplo)… pero limitado. Es por ello que, como buen ‘road warrior’ (o, mejor ‘pocket warrior’), uno tira de geek.menu, que hace todo lo que hace la suite PortableApps (es un ‘branch’ del código, de hecho) pero que, además, permite lujos como crear carpetas para organizar las aplicaciones que coleccionamos o, por ejemplo, arrancar determinadas cosas en función del ordenador en el que estemos.
Lo cuenta la BBC: alguien se ha tomado la molestia, en Sudáfrica, de montar una ‘carrera’ entre una conexión ADSL y una paloma mensajera cargada con un ‘pen’ de cuatro gigas sobre una distancia de unos cien kilómetros. Para sorpresa de nadie, la paloma ganó (si no, no habría salido en prensa). Sí es más sorprendente el margen de la victoria: para cuando llegó la paloma, apenas se había transferido un 4% de los cuatro gigas…
Cierto es que una Sneakernet ganará siempre a una conexión de datos: llénese un petrolero de discos duros y el throughput se irá a la estratosfera… Pero, ¿cómo está la cosa en España?
Pongámonos en un caso típico. Vamos a suponer que, con el AVE, me planto en cualquier lugar de Madrid, desde cualquier lugar de Barcelona en cinco horas. ¿Cuántos datos puedo enviar de Barcelona a Madrid en cinco horas? Si no me equivoco mucho, la velocidad de subida típica de las ADSL patrias anda entre los 320 y los 512 kilobits. Pongámonos en que tenemos una capacidad de 512. Y que la línea es eficiente al 100%. Esto es, que podemos subir 64 kilobytes por segundo. O lo que es lo mismo: 230.4 megas (de los de 1000 kilobytes) por hora, o 1152 en cinco horas. O lo que es lo mismo:
Yo con un pen de 2 gigas en AVE soy casi el doble de rápido que una muy buena ADSL hispana.
¿Y qué haría una paloma? Parece ser que una paloma de competición es capaz de velocidades efectivas de más de 870 yardas por minuto, o unos 48 kilómetros por hora (sobre distancias mucho más largas que los aproximadamente 505 kilómetros que separan Madrid de Barcelona). Por tanto, la paloma tardaría 10 horas y media (vamos a darle 11) para ir de Barcelona a Madrid, tiempo en que la conexión perfecta de 512 kilobits llegaría a subir algo menos de dos gigas y medio. Vamos, que…
Una paloma con un pen de 4 gigas le gana de calle a una buena ADSL española…
Qué cosas. Y ya sabéis,
El día en que prohiban el P2P, invertid en palomas, que son más eficientes.