Que nadie me entienda mal: estoy seguro al 99% de que el problema de la secuencia temporal que veis en la imagen es culpa de las fechas de los RSS en cuestión y/o de los bots de Google Reader y su API, no de feedly. Pero ese problema con los tiempos hace que de vez en cuando los ítems se muevan solos y, sobre todo, que de vez en cuando cosas por leídas que ni siquiera se me han presentado.
También sé quedarse cuenta y alterarse por ello es demostrar un nivel de obsesión poco saludable , pero llevo una semana con la mosca detrás de la oreja y, si no se lo cuento a alguien, reviento ;-).
(Una vez dicho eso, creo que seré capaz de sobrevivir la muerte de Reader. Seguiremos informando.)
Enterarme, de hecho, me enteré de buena mañana por un correo de Isma (que me devolvía un ‘favor’ del 31 de diciembre). Pero aún tenía el cerebro en proceso de arranque y no lo procesé del todo. Sin embargo, al abrir Twitter, el cierre de Reader seguía allí…
Consternación
Y al abrir Reader (en la web: la app móvil, olvidada desde hace eones, no se ha tomado la molestia de comunicar el cierre)…
El apocalipsis Reader es el 1 de julio
Naturalmente, la muerte de Reader es la noticia del día en Reader:
La muerte de Reader, en Reader
Que te ‘maten’ un servicio en la web que llevas una eternidad usando es, qué le vamos a hacer, una de las tristes realidades de la red (el primer trauma de este tipo que recuerdo fue la adquisición y posterior castración de Launchcast por parte de Yahoo!, un proceso que debió culminarse hacia 2005, si la memoria no me engaña). Aunque la cosa se veía venir desde hace tiempo, sorprende todavía un poco por ser Google cerrando un servicio creado en su seno, no en una compañía adquirida por ellos. En cualquier caso, son más de seis años con Reader (después de la hégira Bloglines, que recordarán los más viejos del lugar) y más información filtrada por su tamiz de la que soy capaz de recordar:
Cuánta información ha entrado por esa puerta…
Se va a hacer muy extraño abrir un navegador un día y no ver el ‘favicon’ de Reader.
¿Y ahora qué?
Lo primero, desde luego, es buscar, antes del fatídico uno de julio, una alternativa viable como consumidores de contenidos. De momento parece que, a río revuelto, ganancia de Feedly, pero quedan tres meses y medio para el apocalipsis y —toquemos madera— va a haber movimiento por ocupar el vacío dejado por Reader, que podrá parecer pequeño desde la escala Google, pero que sin duda puede resultar muy atractivo a otros jugadores que, además, ahora deberían tener más fácil la opción de cobrar por sus servicios a un público sofisticado y al que los de Mountain View han concienciado de manera contundente (algo más dice sobre el tema Antonio Ortiz). No son los Google Currents, Pulses y Flipboards del mundo los que deberían ocupar ese espacio, dado que ahora parece que les va razonablemente bien en un nicho que tiene que ver con la agregación de pocos contenidos, filtrados bien por curadores de contenidos, bien algorítmicamente. Para los consumidores verdaderamente voraces que Reader deja huérfanos, Feedly, insisto, parece el mejor posicionado, pero en Xataka consideran algunas de las alternativas web, sobreviven por ahí unas cuantas aplicaciones de escritorio y para móviles y tabletas, y quedan tres meses de lucha por la posición dominante. No descartéis que para julio estéis usando un agregador que hoy no existe. Quién sabe, igual la crisis provoca innovaciones y debemos agradecerla…
(Lo único bueno que se me ocurre decir de Google en todo este asunto es que como mínimo existe Google Takeout, algo que deberíamos exigir a cualquier proveedor de servicios en la web antes de ni siquiera acercarnos a él y que nos va a ahorrar unas cuantas horas de trabajo a todos los que pasaremos por el proceso de exiliarnos.)
En segundo lugar (al menos desde mi punto de vista), queda ver qué hacen (hacemos) con la papeleta los publicadores de contenidos… La web debería haber significado desintermediación, y lo ha hecho hasta cierto punto… pero publicaciones como la citada Xataka tienen más de cincuenta mil suscriptores Reader y un gigante como Engadget se va a los seis millones de suscriptores, que se dice pronto, según el propio Reader… Esos suscriptores (o mis entre cuatrocientos y seiscientos, según tiene el día Feedburner —otro servicio que arderá en la hoguera y que deberemos sustituir—, desde luego, que sois poquitos pero dignos de todo cuidado) van a migrar a algún sitio (o desaparecer), y va a haber que estar atentos a dónde van y cómo afecta eso a nuestros contenidos. Saber que el cliente canónico era Reader nos facilitaba el trabajo… pero a qué precio. Los cuidadosos con sus contenidos no pagarán un precio muy alto, pero los que hayan desarrollado vicios van a tener que revisar sus maneras de publicar. (Ah: ofrecer páginas Facebook no es intermediar. De nada.)
(Por lo que respecta a obm, algunos ya seguís su cuenta de Twitter, @obm (a ver cuánta gente puede presumir de un ‘handle’ de tres caracteres ;-)) y el RSS debería ser lo suficientemente limpio como para no dar ningún problema en ningún lector. Me falta ver cómo lo hago para conservar a los que os habéis suscrito por correo a través de Feedburner. Seguiremos informando.)
Y en último lugar, pero quizás con más importancia que los anteriores, queda reflexionar. Si se me permite, me cito a mí mismo:
reader monopolizó el rss y mirad qué ha pasado. sería bonito creer que webkit no supone el mismo riesgo… *todos* los monopolios son malos
Los monopolios, mientras no dan problemas, son cómodos para casi todos pero, como todas las dictaduras, aunque sean benevolentes, acaban reventando y provocando víctimas. Los monopolios son malos en telefonía, en los medios de comunicación, en sistemas operativos de escritorio o ‘de bolsillo’, en las redes sociales, en los buscadores, en el motor que nos muestra las páginas web que visitamos… Seguro que después de esta [pequeña] crisis vendrán otras. Intentemos que lo que podamos aprender de esta nos ahorre dolores futuros.
A falta de entradas interesantes y originales, aprovecharemos que han pasado ya unos meses (¡diez!) desde la última ¿Qué software gastas? para revisarla y actualizarla… Desde entonces, el Galaxy Note tuvo unos problemillas técnicos (que solucionó ya el servicio técnico, todo sea dicho) que me llevaron a pasar una temporada con un Sony Xperia Pro y a que ahora gaste un Nexus 4… El Asus Transformer Prime, mientras tanto, sigue siendo la tableta de la casa, y desde entonces ha habido alguna que otra novedad en el mercado de software…
Utilidades de sistema
Por primera vez, no uso como lanzador de aplicacionesGO Launcher. Los lanzadores nativos del Nexus 4 y del Prime hacen absolutamente innecesario otro gestor. Y me llevan a pensar que, tengas el móvil que tengas, si el fabricante le ha aplicado su capa de personalización, lo mejor que puedes hacer es aprender a «obtener root» e instalarle una ROM «limpia», como CyanogenMod.
También he dejado de controlar el consumo de ancho de banda con 3G Watchdog Pro (y su versión gratuita, 3G Watchdog), dejándolo todo en manos de las herramientas del sistema operativo.
Para la gestión de archivos sigo usando ASTRO (y hay que notar que me sorprende muy mucho que en el Nexus no haya una aplicación instalada de fábrica para estos menesteres).
Sigo usando religiosamente, por un lado, WidgetLocker Lockscreen, para personalizar la pantalla de bloqueo del Nexus y tener las aplicaciones de uso frecuente aún más a mano. Para tener a mano el calendario, Simple Calendar Widget, efectivo y simple como su nombre indica. He abandonado, eso sí Battery Monitor Widget para el control de la batería, que ahora dejo en manos de Battery Doctor.
En cuanto a teclados, ni MultiLing (que sigue siendo muy interesante, siendo gratis y teniendo diccionario catalán), ni el Graffiti for Android que tantos buenos recuerdos me traía en el Note, ni ningún otro que haya probado, pueden competir con SwiftKey (y su hemano mayor para tabletas, SwiftKey Tablet X, ambos de pago y con versiones gratuitas de prueba). No los regalan, pero valen mucho más de lo que cuestan. Mucho.
Aplicaciones de uso frecuente en esta casa
Comencemos por las aplicaciones Google: Gmail, Google Maps con Street View y Google Reader para el RSS (sigue siendo lo mejor que he probado, aunque hace eones que Google no le da ni una triste actualización).
Para los podcasts, Listen (otra de las aplicaciones semiabandonadas de Google) ha sido sustituido por BeyondPod (en su versión pro, que es carilla). Hace todo lo que debería, pero tampoco es la aplicación más fácil de usar del mundo, y sigo a la espera de una alternativa mejor (y, a poder ser, que me permita gestionar los podcasts desde Reader).
Para la lectura, no podía faltar la app de Kindle, que ha llegado a sustituir a Pocket hasta para la lectura de artículos desde que Amazon lanzó send to kindle para Firefox.
Para los que nos movemos en transporte público por Barcelona, siguen siendo imprescindibles Next Train para la RENFE y Urban Step – Barcelona para el autobús (para el que use ‘catalans’, probablemente también sean interesantes cosas como FGC Android). Por acabar de mencionar las aplicaciones geolocalizadas, citar Foursquare y el «GPS social» Waze siguen ahí, aunque la información del tiempo ahora se la delego a Google Now (una de las razones más importantes para saltar a Android 4.1 o superior).
Para los momentos musicales, TuneIn Radio Pro para escuchar la radio (hay una versión gratuita, TuneIn Radio, pero la Pro es bien barata), la aplicación oficial de Spotify, claro, y como reproductor de MP3 he saltado a Google Play Music, por la capacidad de sincronizar los MP3 del ordenador a la nube y acceder a ellos «anywhere, anytime» (gratis hasta 20,000 canciones, que dado que ya soy suscriptor de Spotify, ya me bastan). Falta añadir SoundCloud, SoundHound ∞ (tiene versión gratuita), el cliente oficial de Last.fm, UberHype, un cliente no oficial para Hype Machine y 8tracks, otro servicio de música gratis que me gusta bastante.
En cuanto a clientes de Twitter, twicca sigue siendo muy recomendable en el móvil, pero por un euro y medioo uno se puede pasar a Falcon Pro, que lo vale. En la tableta ahora mismo gasto Plume, y no he encontrado motivo para pagar por la versión Pro.
Casi inevitablemente, la app oficial de Facebook, a la que hay que sumar la de Google+, por si las moscas, aunque sigo sin tener claro hacia dónde va la red de Google (eso sí, el hecho de que mis fotos desde el móvil suban solas a su nube, la verdad, hace que la use con una cierta frecuencia)…
Para navegar la cosa ha cambiado bastante, y mi navegador por defecto ha pasado a ser Firefox (con el historial sincronizado con sus hermanos de escritorio), y para cuando toca economizar ancho de banda tiro de Opera beta y su «modo off-road» (sí, Chrome también ofrece la funcionalidad, pero está bien no darles toda tu información… y me encanta la personalización que le ha hecho Opera a WebKit).
En el apartado de comunicaciones, básico WhatsApp (no me han hecho pagar, pero soy de los que opinan que menos de un euro al año por su servicio es más que razonable y sí, como medio mundo, también me he instalado LINE por si acaso), y mucho menos esenciales Skype y Trillian (también son interesantes IM+ y su versión de pago IM+ Pro, pero más en la tableta que en el móvil).
En cuanto a clientes remotos, tanto de RDP como de VNC (esto es, programas que nos permiten acceder al escritorio de un ordenador remoto), seguimos gastando Jump Desktop (que tiene una habilidad notable para saltar firewalls) y Splashtop Remote Desktop HD, que no es tan habilidoso pero que tiene un rendimiento que da hasta para la reproducción de vídeo, si se cuenta con suficiente ancho de banda (por cierto, debería ser aún más potente Splashtop THD, optimizado para chipsets Tegra como el del Prime, pero confieso que me da un poco de rabia volver a pagar por un producto casi idéntico a otro por el que ya he pasado por caja)… La versión ‘light’, desde luego, es la de acceso vía terminal, para la que uso ConnectBot.
En cuanto a ‘almacenamiento en la nube‘, el ubicuo y ya imprescindible Dropbox sigue siendo el rey.
Ah. Y el vídeo me lleva a pensar en la cámara. La cámara nativa de Android 4.2 (¡y la galería!) es una maravilla, pero aún así sigo utilizando con una cierta frecuencia Camera Zoom FX.
Aplicaciones menos comunes…
Si en la lista anterior ya os ha parecido que había cosas raras, agarraos que vienen curvas…
Emuladores: ningún viejo fan del Commodore 64 debería pasar sin Frodo C64. Y los amantes de las calculadoras deberían instalarse Droid48 (que además es bastante útil).
Lectores de cómics: Si ya tenéis los tebeos, Perfect Viewer. Si sois fans del cómic americano, podéis probar con Comics (que da acceso a un inmenso quiosco (de pago, sí) con los productos de Marvel, DC y un buen número de editoriales más pequeñas (que no menores)).
Para jugadores de Trivial y demás necesidades de resolver dudas al momento, la aplicación oficial de Wikipedia y la de la IMDb son imprescindibles.
Para bloggers de pro, naturalmente, la aplicación oficial de WordPress.
Los interesados en la programación alucinarán con AIDE, un IDE completo de Java para Android.
Primero, porque demuestra la barbaridad de información que gestiona last: 400 scrobbles por segundo, que representarían (con unos conservadores 3 minutos por canción como estimación) 8 años y cuarto de música escuchados por los usuarios de last conectados en una hora. Ahí es nada. Y poner toda esa información a libre disposición pública es (last pertenece a la CBS) digno de elogio, como mínimo.
Segundo, porque deja bien claro que de música no tengo ni idea… ¿Imagine Dragons? (Tienen disco nuevo, parece.) ¿¡U-KISS!? (En mi descargo, el k-pop nunca fue lo mío.)
Pero, sobre todo, porque desmonta el mito de que los grandes éxitos planetarios existen: las dos canciones que acumulan Imagine Dragons representan un 0.094% de las canciones que hemos oído los usuarios de last en la última hora. Todo el ‘top 15’ junto representa un patético 0.61%… Aparta, long tail, que ha llegado last… (por cierto, que la lista la lidere el k-pop teniendo en cuenta que la captura se hizo cuando en Corea había pasado la media noche hacía un buen rato dice lo suyo, sobre el k-pop, sobre la audiencia de last y sobre el mundo en general…)
En cualquier caso, por favor, dejemos de creernos los Grammys, las listas de Billboard y demás presuntas listas de éxitos. Los grandes éxitos, de verdad, no existen. Al menos en cuanto a canciones, eso sí, porque la lista de bandas cuenta una historia ligeramente diferente:
Esta captura, además, era, un rato más tarde, sobre alguna canción menos…
Diferente, pero no tan diferente: Nirvana, con docenas de canciones, viene a suponer el 0.4% de la lista. Más impresionante es lo de Lana del Rey, compitiendo con gigantes (quizá sería mejor comenzar a entrecomillar, «gigantes») con una carrera bien corta a sus espaldas, la verdad…
Ahora falta que alguien visualice veinticuatro de last…
Llevaba tanto tiempo sin limpiar de enlaces mi cuenta de Twitter que la cosa se me ha acumulado bastante. Me quedo sólo con las cosas relacionadas con diseño y desarrollo web…
Una herramienta a probar:
John Nack on Adobe : Come download Reflow, Adobe’s new responsive-Web design tool http://obm.as/12TxPpo