Nos recuerda hoy El País que el reproductor de MP3 ha cumplido la friolera de 10 años.
El primer modelo, el MPMan F10, tenía una capacidad de 32MB, que dan, aproximadamente, para un disco de larga duración ripeado a 128 Kbps.
Pero lo que a mí, personalmente, me ha impactado más, es que se conectara al ordenador mediante puerto paralelo. Impresionante. Impresionante la visión de ese puerto paralelo en la imagen de la Wikipedia para el Rio PMP300. Todavía recuerdo, en una vida anterior, que teníamos una impresora en el trabajo y, para poder imprimir desde varios ordenadores que estaban conectados a la Red pero no en red, compramos un hub y cable paralelo de unos 8m. «Vas a perder la mitad de datos por el camino», me decía uno del Servicio de Informática.
Ahora, si tiramos cable, es un USB, un Firewire o un RJ45 a toda pastilla. Y si nos apuran, sin cable y listos.
Lo mejor de todo es que, con la tontería, ya hay mucha gente que confunde el continente por el contenido, llamándole «MP3» (a secas) al cacharrito e ignorando que MP3 se refiere a un formato de compresión de audio. ¿Qué no? Prueben y vean…
Perdonen ustedes por tan disgresora interrupción. Pueden seguir trabajando.