Un libro a leer: «Dealers of Lightning: Xerox PARC and the Dawn of the Computer Age»

No suelo recomendar libros por aquí. Sobre todo, porque últimamente apenas leo libros :( (con lo que yo había sido…) y porque lo poco que leo no está demasiado alineado con los contenidos de este blog. No es el caso, para nada, de Dealers of Lightning: Xerox PARC and the Dawn of the Computer Age; hemos hablado por aquí del PARC en alguna ocasión, y la historia de la informática nos vuelve locos…

De historia de la informática el libro está lleno a rebosar: en el PARC se inventaron la impresora láser y Ethernet, la programación orientada a objetos nació con Smalltalk en Palo Alto y buena parte de los conceptos de las interfaces informáticas que se usan hoy nacieron en la madre de todas las demos de Douglas Engelbart, en 1968, antes de la creación del PARC, pero antes de materializarse en el Apple Lisa, allá por 1983, maduraron mucho, muchísimo, en Palo Alto, a manos de Alan Kay y compañía (nadie usurpará el merecido lugar de Apple en los libros de historia, pero si Jef Raskin no hubiese convencido a Steve Jobs para ir al PARC y empaparse de lo que allí se estaba inventando, la historia habría sido muy, pero que muy diferente).

Si hay que hablar de historia, sería un crimen saltarse el Alto, al que es difícil robarle el título de primer ordenador personal. El Star, por su lado, quizá no sea tan mítico, pero es «solamente» el primer ordenador comercial en incluir una pantalla «bitmap» (esto es, capaz de presentar gráficos) en la que se mostraban ventanas e iconos que se señalaban con un ratón. Casi nada. Y no olvidemos que también es el lugar de nacimiento de Bravo, el primer programa WYSIWYG, padre directo de una herramienta llamada Microsoft Word, por ejemplo.

Se trata, además, de una historia repleta de personajes dignos de película. Que Zuckerberg tenga peli y no la tengan Kay, Adele Goldberg (cocreadora de Smalltalk con Kay y el resto del System Concepts Laboratory), Butler Lampson (en su curriculum están el Alto, el Star y Bravo), Robert Metcalfe (coinventó Ethernet y después fundó una pequeña compañía llamada 3Com), Charles Simonyi (después de colaborar de manera decisiva en el nacimiento de Bravo se fue con la música a Microsoft en 1981, donde supervisó la creación de Word y Excel), Alvy Ray Smith (sin él los gráficos por ordenador no serían lo que son, y cofundó Pixar), Bob Taylor (fundador de la cosa), Chuck Thacker (líder del proyecto Alto) o John Warnock (harto de que no le hiciesen caso con un invento, fundó Adobe y «parió» PostScript primero y después el formato PDF)… No es sólo que estén en el árbol genealógico de casi cualquier cosa digital: es que la historia da para mucho, con batallas constantes y drama a raudales.

Porque es imposible olvidar el hecho de que, al fin y al cabo, Xerox, la compañía que albergó a todos esos genios y en cuyo seno nacieron todos esos inventos no es nadie hoy en día en el mundo de la informática y, de hecho, no lo fue nunca. Es la historia absolutamente cruel de inventarlo casi todo y no ser capaz de comercializar casi nada («casi» entre comillas: Ethernet y las láser le dieron mucho, muchísimo dinero a Xerox, aunque no creo que eso consuele gran cosa hoy a quienes pudieron poseer el planeta PC y no lo hicieron). Los constantes choques de trenes entre las fortísimas personalidades de los personajes de la historia fueron un motivo, pero el libro es, sobre todo, la historia de cómo Xerox, una compañía enorme y casi todopoderosa, fue incapaz de reconocer y aprovechar tanta innovación. Por problemas políticos y malas decisiones, sí, pero, no lo olvidemos, también porque cambiar el rumbo de un transatlántico es una tarea que no está al alcance de cualquiera, y menos si el rumbo actual es una auténtica gallina de los huevos de oro, como era el mercado de las fotocopiadoras para Xerox (aún hoy, en Estados Unidos, muchos usan el verbo ‘xerox’ como traducción de ‘fotocopiar’).

Leído como libro de historia, me parece un texto imprescindible para todos los interesados tanto en la historia de la informática como en todo lo que tenga que ver con innovación. Y aún si no son esos temas que te interesen, la historia y la intriga dan para bastante. Insisto: imprescindible.


(Me queda agradecer a mi compañero de trabajo José Ramón Rodríguez que una de sus excelentes entradas de iNFoRMáTiCa++, el muy recomendable blog de los Estudios de Informática de la UOC, me descubriese el libro. Era, por cierto, la dedicada a la muerte de Jacob Goldman y los muchos otros históricos de la informática que 2011 se llevó por delante.)

Feliz cumpleaños, señor Turing

Foto de una estatua de Alan Turing
La foto es (cc) Sjoerd Ferwerda. Haz clic en ella para acceder al original

Fecha importante la de hoy, y no sólo para los amantes de las matemáticas y la informática. Hoy habría cumplido 99 años Alan Turing, matemático que ayudó como muy pocas otras personas a formalizar lo que es hoy la informática. Por si eso fuera poco, durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó al criptoanálisis, intentando romper los códigos del ejército nazi, incluyendo los de la máquina Enigma, una leyenda en sí misma, y contribuyendo de manera importante en los esfuerzos para derrotar el nazismo. Los esfuerzos de Turing fueron compensados al final de la guerra con la Orden del Imperio Británico.

Pero Turing tenía un «defecto» grave: ser homosexual en la Gran Bretaña de los años cuarenta y cincuenta, cuando eso era ilegal. A pesar de sus contribuciones científicas y su papel en la Segunda Guerra Mundial, fue condenado por ello en 1952. Optó por un tratamiento con estrógenos para evitar ir a prisión. Pero Turing no pudo soportar la presión y se suicidó en junio de 1954. No fue hasta 2009 que el entonces primer ministro británico, Gordon Brown, como respuesta a una petición pública respaldada por miles de firmas, declaró que el tratamiento al que se había sometido a Turing había sido terrible e injusto y pidió disculpas por ello en nombre del gobierno británico.

Sólo nos queda esperar que dentro de 365 días —y siempre— el mundo recuerde con todos los honores, en su centenario, a una de las personas que más contribuyó a que la segunda mitad del siglo XX en Europa no fuese una pesadilla nazi.

Los últimos días de Netscape

A través de Lived Fast, Died Young, Left a Tired Corpse de Coding Horror, descubro el imprescindible documental Code Rush, producido y emitido en 2000 por la tele pública estadounidense, la PBS, que sigue la vida y milagros de Netscape entre 1998 y finales de 1999, y que, gracias a Andy Vaio, está disponible (desde hace un año y medio, uno es lento en enterarse de las cosas) bajo una licencia Creative Commons.

Vaya por delante que ver el documental supone una exposición a ‘nerds’ un 1000% por encima de la CDR. Dicho lo cual, insisto en que es imprescindible verlo y empaparse un poco de la cultura de Silicon Valley y ver, aunque sea de pasada, cómo nace Mozilla y se ponen las semillas de lo que acabaría siendo Firefox, mientras Netscape moría estrangulada, a manos de sus propios problemas y de Internet Explorer 6.

En clickmovement.org/coderush hay bastante información y, de regalo, todo el metraje filmado para la elaboración del documental (¡transcrito!), con la propuesta de usar y remezclar todo lo que se desee (de hecho, el vídeo que incrusto aquí viene indexado/anotado por el propio Andy Baio).

Efemérides 20N (1/2): ¡Windows!

Captura de pantalla de Windows 1
Ha envejecido... Obsérvense los 'astronómicos' 300 kilobytes de RAM y cerca de 30 megas de disco. Clic en la imagen para acceder a la imagen origianl, en la Wikipedia

Pues sí, un 20N, pero de 1985, se lanzó al mercado una cosa (bastante abominable, todo sea dicho) llamada Windows 1.0… Un par de apuntes sacados de la correspondiente entrada de la Wikipedia

  • El lanzamiento se había anunciado dos años antes. El Lisa ya existía, por aquel entonces, y el Mac estaba a punto de llegar (y fue lanzado antes que Windows, en 1984, de hecho). Hasta el añorado Amiga y el Atari ST llegaron antes (el mismo 1985). Y los tres eran notablemente mejores que Windows.
  • Como solía ser costumbre con Microsoft, hasta la tercera no fue la vencida: Windows 3 fue el primer Windows de verdadero éxito comercial (consiguió vender 2 millones de licencias en los primeros seis meses, allá por 1990; claro que hoy en día, de Windows 7 se han vendido CIEN millones de copias, en esos mismos seis meses).

En cualquier caso, ¡felicidades!

WorldWideWeb: Proposal for a HyperText Project

Qué velocidad. Ayer, 12 de noviembre de 2010, se cumplían 20 años de que un señor, de nombre Tim Berners-Lee, enviase un correo presentando un proyecto para elaborar una ‘cosilla’ en el CERN llamada ‘WorldWideWeb’… Como documento fundacional, hay unas cuantas constituciones y leyes por el mundo que probablemente sean más importantes, pero es difícil pensar en algo escrito en el siglo XX que haya tenido más importancia para la humanidad…

El documento original, WorldWideWeb: Proposal for a HyperText Project, puede consultarse en la web del W3C, pero he pensado que sería un buen ejercicio traducirlo y dejarlo aquí…

Como de costumbre, las advertencias habituales: a pesar de que es una traducción hecha con cariño, seguro que no está exenta de fallos (tenéis los comentarios para avisar de ellos :-) ). Y, en cualquier caso, siempre que sea posible, mejor acceder al texto original.
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