Tipografías embebibles… y compatibles con el español (I)

Parece que se acerca el momento en que los diseñadores web se van a liberar (al menos un poco) del yugo que representa la limitada lista de tipografías «seguras» en la web: aquellas que pueden usarse confiando mínimamente en que se vean casi idénticas en casi todos los navegadores, gracias al soporte de fuentes embebidas con @font-face que se extiende cada vez más en los navegadores de última generación.

Pero el soporte en los navegadores topa, inevitablemente, con otras dificultades, entre las que, faltaría más, se encuentra la de la propiedad intelectual: en internet todo es ‘distribuir’ y muchas tipografías, incluso aquellas que hemos «comprado», no nos permiten esa distribución y, por tanto, no las podemos colocar legalmente en un servidor para usarlas en nuestros diseños. Afortunadamente Font Squirrel ha montado una página de fuentes @fontface-ables que debería bastar para casi cualquier necesidad. Pero, de nuevo, queda un obstáculo más: si uno escribe en español (o en catalán) necesita glifos, como las vocales con tilde, la ñ o la u con diéresis (sumésele la ç en el caso del catalán) que, desfortunadamente, no son ni mucho menos universales entre las tipografías gratuitas. Es por ello que me he dedicado a seleccionar las tipografías que sí tienen esos caracteres. Comenzamos hoy con ocho tipografías de tipos ‘black letter’, caligráficas y ‘comic’. Los próximos días, más.

(Y como dicen ya en Font Squirrel, mejor comprobáis la licencia de cada tipografía antes de usarla…)

«Blackletter»

Especimen de la tipografía Cloister Black
Cloister Black by Dieter Steffmann
Especimen de la tipografía Dearest
Dearest by West Wind Fonts

Continuar leyendo «Tipografías embebibles… y compatibles con el español (I)»

Sinde, Enjuto, descargas, propiedad intelectual, innovación…

Sinde(scargas), hoy:

También hay esa idea de que el usuario tipo es Enjuto Mojamuto, de Muchachada Nui; y no, somos más.

El Príncipe de Asturias, hace unos meses:

Después de ver el vídeo de Enjuto, todos nos hemos visto un poco identificados con el personaje

Las frases están bastante descontextualizadas, pero no puede uno evitar pensar que cuando la corona suena más progresista que la ministra de Cultura, algo falla…

PS Y que conste que si lo que dice la ministra es que lo que hay que hacer es perseguir a los que se lucran con la propiedad intelectual ajena, estoy de acuerdo. Y que hay un par de citas suyas que demuestran que «la letra entra», poco a poco (que sea a base de la «sangre» que se ha hecho ‘Sarko’ con su ley de tres avisos es triste, eso sí)…

‘Información’ y propiedad intelectual

Enésimo ejemplo, lo sé, de lo ‘mucho’ que nos podemos fiar de la información que leemos en los medios, especialmente cuando hay intereses que les afectan. Pero me ha parecido especialmente sangrante…

Caputuar de pantalla de ElPais.com (enlazada más abajo). Destaca: 'como el de Francia, el primer país que ha aprobado una ley destinada a luchar contra la piratería de obras culturales en internet. Esa ley permite cortar el acceso a la red a aquellos 'piratas reincidetes' que tras dos avisos previos de las autoridades continúen intercambiando archivos con contenido protegido sin permiso de los titulares'
¿¡Ah, sí!?

Obviemos que eso de ‘reincidete’ (sic) no sé exactamente qué es, pero me gustaría saber si alguien se tomará la molestia de aclarar en ese texto (de anteayer) que la noticia de que ayer los tribunales decidiesen que esa ley era, nada más y nada menos, inconstitucional (si alguien «habla derecho» en francés, el dictamen del Conseil Constitutionnel, y el enlace a la noticia de El País, que me lo había dejado), si no hace que lo que se dice sea estrictamente falso (la ley se aprobó, efectivamente) , sí sea, cuando menos, muy engañoso (ya lo era bastante en el momento en que se redactó, pero ahora es tremendo)… Si tuviese que apostar, me inclinaría por opinar que no, que no lo harán…

Napster 10

El logo de Napster
Pues sí, ya hace diez años que el bicho ese da vueltas por el mundo...

Disculpen ustedes, pero se nos había pasado el décimo aniversario del año. Sí. Diez años. Sí, Napster. Que se puso en funcionamiento el uno de junio de 1999. El milenio pasado. Y parece que fue ayer, oiga. Lo felices que vivían las discográficas. Hacía poco más de un año que se había puesto a la venta el primer reproductor de MP3. La industria, eso sí, ya tenía la mosca detrás de la oreja con eso de que la música pudiera circular en bits y sin la correspondiente capa de policarbonato debajo: en octubre de 1998 había intentado impedir, sin éxito, la comercialización del Diamond Rio, el primer reproductor MP3 realmente popular del mercado. Pero probablemente el ‘tipping point’ de la historia lo podamos situar en el día de enero de 1999 en un que un tal Shawn Fanning —poco merecedor del título de héroe, no nos engañemos— decidió dejar la universidad. Para pasar el tiempo invertiría los siguientes meses de su vida en crear el primer servicio P2P popular con la estructura de servidor/indexador centralizado pero sin almacenar ni un solo byte de los archivos intercambiados por sus usuarios. El resto es historia. La demanda de la RIAA llegaría en diciembre del mismo año (y contribuiría, atrayendo los focos mediáticos, al brutal crecimiento de popularidad del servicio, que llegaría a los 26 millones de usuarios en febrero de 2001). Para julio de 2001 ya había sentencia y los servidores cerraron poco tiempo después. Claro que para entonces ya habían llegado Gnutella, Freenet, eDonkey2000 y tantos otros, dando lugar a una carrera de gato contra ratones que las discográficas aún intentan ganar…

En fin. Guarden un minuto de silencio por las discográficas, el CD y los ‘hits’ de diez millones de discos en ventas. Pero después descorchen la botella que más les apetezca para celebrar que a la música, de hecho, nunca le había ido tan bien.

Enhanced by Zemanta

¿Qué te juegas, Teddy?

La legislación en temas de propiedad intelectual tiene múltiples problemas (quiero pensar que si fuera fácil ya estaríamos todos de acuerdo), pero el que me parece primordial es el de contraponer los intereses de múltiples partes: los generadores de propiedad intelectual —compositores, escritores…— por un lado, que tienen todo el derecho del mundo a lucrarse todo lo que puedan con su creación, los que pretenden forrarse a base de vender tecnología, ya sea de acceso a la red como de electrónica de consumo y telecomunicaciones, el público en general y los defensores de la cultura (haberlos haylos, parece ser). Y la guida del pastel es que es prácticamente imposible medir quién gana, quién pierde y cuánto, con cada medida que se toma. Ello redunda en docenas de informes pseudocientíficos en la mayoría de los casos y cada cual se acaba creyendo el que le interesa y viendo la paja en el ojo ajeno… cosa que no está mal si uno es parte interesada, pero que es intolerable en quien escribe la ley.

Hasta ahora, tristemente (o no), no hemos dispuesto de laboratorios en los que comprobar si, efectivamente, el descenso de ventas de entradas de cine y discos (por poner los dos ejemplos ubicuos) se deben a los piratas que son muy malos, a los discos y a las películas que son los que son muy malos, a que el público prefiere el producto en directo al enlatado o, desde luego, a la gripe porcina nueva. Servidor prefiere creer que los motivos 2 y 3 tienen mucho más peso, que el 4 tiene su aquel y que los efectos del 1 no son negligibles pero que las industrias del ¿disco? y el cine los han exagerado con gusto… Pero hasta ahora tampoco tengo las narices de decir que los informes que he visto, ni siquiera los que acababan apoyando mi punto de vista, fuesen sólidos. Y es que la investigación en ciencias sociales es muy jodida y aislar variables resulta prácticamente imposible. ¿Cómo montar un grupo de control? ¿Cómo validar realmente las hipótesis? Ese repunte en las ventas… ¿se debe al cierre de un sitio P2P de mucho tráfico o al disco nuevo de la banda de turno?

Pero dos noticias de los últimos meses han convertido Europa en un maravilloso laboratorio para investigar los efectos del P2P sobre las industrias culturales:

  • El uno de abril se ponía en marcha en Suecia una directiva que, efectivamente, se cargaba el anonimato en la red: los proveedores se ven obligados a identificar las IPs de los usuarios de redes P2P a petición judicial. No queda lugar para la hipocresía: el día siguiente el tráfico sueco en la red caía nada más y nada menos que un 50% (en Ars Technica).
  • Por otro lado, en Francia, y muy a pesar de la Unión Europea, el doce de mayo se aprobaba la ley de los tres avisos: tres ‘infracciones P2P’ y te quedas sin acceso a internet por pirata. La cosa no está en vigor, si no me equivoco, pero me sorprendería muchísimo que ‘Sarko’ (consorte de una señora que vende discos, no lo olvidemos) no la pusiera en marcha… Y nadie se sorprenderá, espero, cuando esa puesta en marcha venga acompañada de un descenso del tráfico P2P francés en la línea del sueco.

Pues bien, una vez montados nuestros laboratorios francés y sueco, podremos coger los históricos de ventas de los diferentes países de la UE, buscar cuáles son los que tenían tendencias ‘pre-legislación’ más similares a suecos y franceses, coger los siguientes doce meses de ventas y responder a la pregunta del millón: ¿tiene un efecto significativo la legislación «dura» del P2P en la venta de discos y películas? ¿Lo suficientemente importante como para compensar los efectos negativos que tal legislación tiene sobre las industrias tecnológicas y la innovación? ¿Bastante como para renunciar a derechos fundamentales como el derecho a la intimidad?

Yo apuesto, desde luego, a que no. Pero si la realidad prueba mi error, me rendiré y aceptaré que recorten mis libertades y mi intimidad en la web, por muy derechos fundamentales y constitucionales que sean. Claro que, a cambio, si resulta ser que no era para tanto, igual la SGAE (y las discográficas, la RIAA, la MPAA, CEDRO, y demás entidades de moral dudosa, cuando menos) debería callarse y dejar de tocar las narices al personal de una vez por todas y aceptar que, sencillamente, es su modelo de negocio el que ha caducado y que mejor se dedican a buscarse la vida de otra forma (comenzando por dejar de estrujar de esta forma a artistas como a consumidores) y se van con el ‘lobby’ a otro lado.

¿Hay huevos, Teddy?