Erre ese ese

Últimamente me encuentro con una cierta frecuencia artículos sobre RSS y lectores de RSS, como Curate your own newspaper with RSS. Me los encuentro menos frecuentemente en español, o sea que…

Erre ese ¿qué?

Un lector de RSS es una aplicación que se conecta a unas cuantas webs y te presenta los últimos contenidos que se han publicado en ellas en un único sitio:

Captura de pantalla de una página web. Hay una barra lateral a la izquierda en la que, entre otras cosas, tenemos lo que parece una lista de sitios web, y a la derecha lo que parecen los titulares de unas cuantas noticias provenientes de múltiples de esos sitios web

Como podéis ver en la captura, de un vistazo tenemos lo que se ha publicado en las últimas horas en un montón de sitios web, desde las páginas dedicadas al fútbol americano de ESPN.com a la sección de cultura de El País pasando por las noticias de tecnología de The Verge, presentadas de manera compacta, lo que resulta «un pelín» más efectivo que pasearse por las webs de todos esos medios para enterarse de lo que han publicado.

Un lector RSS: Feedly

Servidor usa Feedly desde hace más de diez años…

Tiene una versión gratis que permite suscribirse a hasta 100 canales (un canal, o «feed» en inglés, es una página web o una sección de una página web; yo ando por 170 canales suscritos, pero 100 son bastantes para la inmensa mayoría de gente, diría) que puedes organizar en hasta tres carpetas.

(Actualización: me dice uno de los tres lectores habituales de este blog que son más de 100 feeds los que aguanta la versión gratuita, a pesar de lo que dice Feedly en su web. ¿Serán 150? ¿200? ¿250?)

Por 84 euros al año te puedes pasar a la versión Pro, que soporta hasta 2500 «feeds» con la capacidad de guardar anotaciones sobre las entradas (una entrada, o «post», es una pieza de contenido), conexión con OneNote y EverNote, LinkedIn, Buffer, IFTTT y Zapier, y sustituye la publicidad por un único espónsor semanal. También hay una Pro+ que llega hasta los 5000 feeds, características de IA (silenciado de temas y resúmenes de contenidos, básicamente) soporte para suscribirse a newsletters desde dentro de Feedly, en vez de usar el buzón de correo, y también para Google News. Y luego hay una «enterprise» que sube a 7500 feeds y añade funciones de trabajo en equipo.

Servidor, por una vez en su vida, tuvo vista, y cuando se lanzaron en 2013, se animó a adelantarles noventa y nueve dólares por la versión Pro de por vida, y de adelantarles otros noventa y nueve cuando sacaron la Pro+ , para pasarme a ella también de por vida. Un cierto riesgo en su momento (especialmente en 2013, cuando no se sabía si iban a durar más de dos telediarios), amortizado de sobras hace mucho, muchísimo tiempo ya :-).

Los recibos de las suscripciones de por vida a las versiones Pro y Por+ de Feedly

Históricamente, por cierto, los dominadores del mercado habían sido Google Reader (lanzado en octubre de 2005, lo cerraron en julio de 2013, en lo que seguramente fue la primera gran señal de que Google no era ya aquella compañía simpática del Don’t be evil; podéis leer mi réquiem por Reader, escrito a lagrimones cuando anunciaron el cierre) y, antes de eso, Bloglines (que nació en 2003 y murió —a manos de Google Reader— en noviembre de 2010).

Hay más, sí

¿Alternativas actuales a Feedly? Buscando un poco, tenemos listas de mejores lectores de RSS en LifeHacker, de febrero del año pasado, pero actualizada (al menos en el título) posteriormente, y en Wired, de 2023 y también actualizada en algún momento de 2024 (si preferís leer en español, tenéis la de Genbeta, de finales de 2023). Los que cuentan con más recomendaciones, aparte de Feedly, son Inoreader y NewsBlur, pero aquí os dejo la lista completa:

  • Inoreader: soporta hasta 150 feeds en la versión gratuita, versión pro por 80 euros anuales que sube hasta 2500 y permite seguir webs sin RSS, páginas de Facebook, canales de Bluesky y Telegram, entre otras cosas.
  • NewsBlur: hasta 64 canales en la gratuita, con una pro de precio muy razonable (36 dólares al año) que sube a 1000, y una plus de 100 al año que quita el límite de feeds y conserva el histórico de los contenidos de cada canal.
  • Feeder: hasta 200 feeds en la versión gratuita, con 2500 en la pro (a 8 dólares mensuales), más otras características.
  • Feedbin: con versión de prueba gratuita el primer mes, después del cual hay que pasarse a la suscripción de cinco dólares al mes.
  • Selfoss (no confundir con Selfoss, Islandia): de código abierto, con lo que vas a necesitar un servidor para autoalojarla, y te va a tocar jugar a administrador de sistemas (esto es: si no sabes lo que es un administrador de sistemas, mejor ni lo pruebes), pero a cambio te da todas las funcionalidades, claro.
  • El lector que incluye el navegador Vivaldi. También hay extensiones para Firefox y para Chrome y derivados. Yo recomendaría una de las opciones anteriores antes que un lector en el navegador, pero supongo que es cuestión de gustos.

Hermanito, por su parte, recomienda Miniflux, también de código abierto para autoalojar, pero que tiene una opción de «hosting pagado» por unos muy razonables quince dólares al año.


PS 2025/08/27 Ni un mes después de la entrada, me entero de la existencia de otro lector, Folo, que tiene muy buena pinta pero me provoca algunas dudas. Mis notas, en esta entrada.


La mayoría de servicios, por cierto, añade más características en las versiones de pago, además del límite ampliado de feeds. Prácticamente todos los servicios, por ejemplo, actualizan contenidos un determinado número de veces al día (una o dos veces por hora, habitualmente) en la versión gratuita y algo más rápido (casi continuamente, en la práctica) en las versiones de pago.

Y buena parte de ellas, además de la web, tiene apps tanto para Android como para iOS.

Me he dejado comentar… Existe un formato llamado OPML que sirve para exportar e importar nuestros listados de canales a los que nos hemos suscrito, y diría que el soporte es bastante amplio, con lo que pasarse de un servicio a otro es bastante simple.

¿Por qué me gusta Feedly?

En primer lugar, porque gracias a mi vista, tengo las características de pago más que amortizadas :-), y si me pasara a otra alternativa, me tocaría pasar por caja (o administrar mi propia instalación de Selfoss o Miniflux, o usar el navegador, que ya he dicho que no me parece una buena idea) para poder acceder al nivel de servicio que tengo en Feedly.

Pero también estoy muy habituado a los «tableros» en los que puedo guardar entradas que me interesan, la priorización de noticias o el «noticias relacionadas» que tiene Feedly. Como todas las aplicaciones, podría mejorar, pero estoy bastante contento con el servicio que dan :-).

¿Y si no me gusta ninguna?

En el ecosistema Apple hay unas cuantas aplicaciones, sobre todo para iPhone y iPad, aunque alguna hay con versión para macOS también (véanse Reeder, NetNewsWire, Unread o ReadKit, por ejemplo) que en general actúan como clientes para algunos de los servicios mencionados arriba y que tienen interfaces bastante curradas.

Para Android también hay cosillas, pero diría (me las he mirado entre poco y nada) que no están tan curradas. Buscad RSS en la tienda de aplicaciones y veréis lo que hay disponible.

Fuentes RSS… y el descuido de la prensa

Una cosa que no he dicho es que, en general, para poder suscribirse a una web, esta debe soportar el estándar RSS. Hoy en día el RSS no está de moda, y hace tiempo que la inmensa mayoría de medios decidieron que era más fácil anunciar sus publicaciones en redes sociales (ahora se quejan (con razón, sí, pero ya les vale) de que entre los algoritmos de esas redes sociales y los resúmenes por IA, se están quedando apenas sin tráfico…) y dejaron de promocionar sus RSS y, en muchos casos, de mantenerlos «comme il faut«.

(Los lectores de RSS de pago también suelen ofrecer la posibilidad de suscribirse a páginas sin RSS, digo yo que a través de bots que hacen un poco de scraping. Mi experiencia con el tema es nula, o sea que ni idea de lo bien o mal que funcionarán.)

Aun así, la mayoría de gestores de contenidos que usan esos medios soportan RSS por defecto, con lo cual, aunque no veamos ninguna referencia a ello en la web, siempre vale la pena ir a nuestro lector y buscar el nombre del medio que sea, a ver si hay suerte. Como veréis si aguzáis la vista en la captura de pantalla que abría esta entrada, servidor está suscrito a diferentes canales de El País, La Vanguardia, El Periódico de Barcelona, El Periódico de España, betevé o el New York Times, por ejemplo (disclaimer: que esté suscrito a sus RSS no quiere decir que me gusten sus líneas editoriales), y prácticamente no hay medio grande que no tenga sus canales.

Desafortunadamente, como decía antes, diferentes medios tienen niveles de mimo diferentes. El País, por ejemplo, tiene un listado de canales bastante bien organizado y que nunca me ha dado problemas. La Vanguardia también tiene el suyo… pero llama «Portada» a «absolutamente todo lo que publicamos, incluido el contenido ‘por la pasta’ que nos mataría de vergüenza si apareciese en la verdadera portada de un medio serio como el nuestro», incluyendo publirreportajes encubiertos y noticias de famoseo: mientras que El País publica unas 170 o 180 noticias a la semana en su portada RSS… La Vanguardia publica más de 1000. Que a mí me parece bien que publiques contenido «alimenticio» y de poca o nula calidad, que la cosa está mu’mala… pero no me lo enchufes en la presunta portada, hombre de dios. Y finalmente, El Periódico… El Periódico también tiene su propio listado, bien organizado y enlazadito desde la portada… pero ha sido al buscarlo para ponerlo aquí que he podido comprobar que su canal de portada vuelve a funcionar, porque lo eliminé de mi lector hace meses… después de que dejase de funcionar durante semanas.

Y también están los blogs, claro

Que los que teníamos blogs también nos dejamos encantar por el canto de sirena de las redes sociales, ciertamente, pero todavía quedan un montón de blogs guays a los que vale la pena suscribirse (cof, cof, obm), como el de hermanito, McMansion Hell, Abject, bavatuesdays, Grumpy Gamer, ICTlogy, ongoing by Tim Bray, el de Stéphanie Walter, el de Eric Meyer o el linkblog (¿qué fue de los linkblogs?) de Waxy.org

Si tienes algún blog que recomendarme, aquí abajo tienes los comentarios, por cierto 😇.

«One more thing» para cerrar

Una última recomendación antes de irnos: después de hacer vuestros pinitos con un lector de RSS y, posiblemente, seguir a más fuentes de las que deberíais, igual os interesa leer mi ¿estrategia? para gestionar la información (que no es que no me tenga comodísimo bajo el alud de información, pero sobrevivo, que no es poco).

Más de mil setecientas palabras de entrada… Quién me ha visto y quién me ve. Espero que haya sido de interés. ¡Hasta la próxima!


PS 2025/10/13 Añado un recurso: A deep dive into the rss feed reader landscape.

Byte, julio del 85

Seguimos con nuestro proyecto de hojear, con un delay de cuarenta años, la revista Byte. Este mes el tema de portada es el espacio y la informática y no vamos a encontrar joyas especialmente interesantes… (El número de agosto será mucho más interesante, puedo prometerlo.)

La portada de la revista Byte de julio de 1985. La imagen de portada en un enorme disquete de cinco pulgada y cuarto. El tema de la revista es Ordenadores y espacio

En las noticias tenemos que comienzan a llegar los sistemas con procesadores 286 (en el número de mayo habían comentado la llegada del IBM PC AT):

New 80286 Systems Flood COMDEX

Late spring saw the introduction of many new IBM PC AT-compatible computers. By mid-May, new 80286-based systems had been announced by Kaypro, ITT, Compaq, TeleVideo, Corona, Texas Instruments, Zenith, NCR, Tomcat, and Basic Time. Another multiuser AT compatible computer, available from MAD Computer in both floor and desktop models, will be sold only to other manufacturers. Wang also disclosed that it is developing an AT-compatible system.

Intertec, West Columbia, SC, has redesigned its HeadStart computer, replacing its 8086 processor with an 80286 and eliminating its 3½ inch disk drive. The HeadStart ATS's standard 256K bytes of RAM can be expanded to 3 megabytes; the computer also includes serial, parallel, and network interfaces. The basic HeadStart ATS is priced at $1895 without disk drives. A dual 5 '/4-inch disk-drive add-on unit is $495 extra. Intertec also announced several 80186-based file servers for its MultiLAN proprietary polling network; a $695 interface card also allows IBM PCs to be attached to the network.

Mientras quede «contenido Commodore», lo seguiremos recogiendo por aquí, esto es un hecho:

Anuncio a doble página del Commodore 128 en el que explica todas las cosas que habría que añdir a un Apple IIc para conseguir la potencia de un Commodore 128, como las capacidades de sonido.

¿No os recuerda un poco al dichoso anuncio de hace unos meses de Apple en que aplastaban todo tipo de herramientas creativas? Igual es que Apple estaba recuperando el trauma de este anuncio anti-Apple de hace apenas cuatro décadas…

En la sección de libros nos encontramos otro tema recurrente: la accesibilidad.

PERSONAL COMPUTERS AND SPECIAL NEEDS 
Reviewed by John Wilke

In 1977, a group of activists with a variety of disabilities staged a symbolic sit-in at the Department of Health, Education, and Welfare to demonstrate support for a bill frequently called "the civil rights act for the disabled."

Since that legislation became law, engineers and city planners must design public buildings that are accessible to all people. The young man who led the HEW demonstration and lobbied successfully for the new law has turned his attention to overcoming another set of barriers: software, computers, and communications equipment that, by design, shut out the disabled.

Frank G. Bowe is quick to point out in Personal Computers and Special Needs that just as new technology is beginning to make it possible for disabled individuals to not only communicate more effectively but also pursue meaningful employment in the information industry, there is a lack of physically compatible and affordable computer interfaces. This paradox is an underlying theme in Bowe's book, a survey of personal computer peripherals and communications prostheses available to people whose hearing or vision is impaired or who are unable to manage normal movement.

Bowe takes what might have been little more than a listing of the latest in speech synthesizers and keyboard emulators and peoples it with firsthand accounts of how the devices are making life more productive for disabled people. Unifying this effort is his concern that with the transition to an increasingly information-based economy— with its obvious promise of fuller participation for the disabled—the danger remains that a new set of barriers will prevent them from participating.

The book, then, addresses both how-to and why. It was written first for the nearly 30 million Americans who might...

El comentario de siempre: hace más de cuarenta años que unos cuantos se interesan por el potencial de las tecnologías digitales para ponerlo todo al alcance de las personas con discapacidad… y el resto que no le presta ni la más mínima atención al tema. El libro, (Personal Computers and Special Needs) por cierto, está disponible en archive.org.

En el número de marzo habíamos hablado de pantallas planas que usaban paneles de plasma y pantallas electroluminiscentes, las tecnologías que hoy sabemos que no iban a tener éxito. Ahora llegamos a los LCDs:

Liquid-Crystal Displays for Portables

Inside the display technology that has made portable computers portable

Several months ago I got into a discussion with a computer enthusiast about which portable computer to buy. I quickly whipped out my portable and began preaching its merits and demonstrating how powerful it is. I could see the display perfectly, but the fellow standing next to me was having difficulty reading what I had typed. Poor display quality is a common limitation in portable computers. Most portables (not to be confused with transportables) have twisted-nematic liquid-crystal displays (TNLCDs), with restricted viewing angles and limited contrast. They must be operated under proper ambient lighting conditions.

In mid-1982, there were only a few low-profile displays on the market. Of the available technologies, TN-LCD was the only one that had acceptable power requirements for battery operation. A typical 16-line LCD module dissipates approximately % watt (W). Other available flat-panel technologies...

(Por cierto, si os atrevéis a seguir el enlace (cada escaneado está enlazado a la página correspondiente de la revista en Archive), sabed que os vais a encontrar una discusión bastante técnica de la tecnología LCD.)

Y llegamos al tema de portada:

COMET LINES IN FORTRAN

by David S. Dixon

The program described calculates the positions of asteroids and comets

THE PROGRAM DISCUSSED in this article is intended to allow amateur astronomers to calculate the positions of asteroids or comets with greater accuracy than the programs previously published in general literature. Written in FORTRAN IV, the program should be translatable to any BASIC that supports double-precision calculation. But be advised that this is a number-crunching program: it may run for hours if rewritten in interpreted BASIC

Asteroids are a very challenging target for the observer: they appear as points of light just like the stars. Depending on the asteroid's position relative to earth, it may or may not demonstrate detectable motion against the background stars. Frequently, several nights of observation are required to see displacement and identify the asteroid. Successfully hunting a particular asteroid usually means having a good idea of the asteroid's position at the intended time of observation and having a good set of star charts.

The problem is that accurate tables of locations for asteroids, known as ephemerides, are not easy to come by. The United States Naval Obser-

vatory publishes ephemerides for the four major asteroids in The Astronomical Almanac each year, but there are thousands of named asteroids. (For a list of books and periodicals mentioned in this and other articles, see the 'Astronomy Sources" text box on page 244.) The Soviet Union's Institute of Theoretical Astronomy publishes the Ephemerides of Minor Planets, which gives ephemerides for thousands of asteroids, but only for a few weeks at opposition, and it is a difficult publication to obtain. Both the Russian and the Naval Observatory publications, however, also give the orbital elements for a large number of asteroids, and with the elements it is possible to calculate the ephemerides of an asteroid yourself.

Many of the books and magazine articles that address calculating the position of a planet solve the problem by the model devised by Johannes Kepler in 1609. The method models the motion of a body in the solar system as involving only the sun and the body in question. This means that to find the relative positions of Earth and Mars in a common coordinate system you solve the two-body sun-Mars problem, solve the two-body sun-

Earth problem, and, using spherical trigonometry, combine the two results to solve the Earth-Mars problem. The method can produce results satisfactory for use in finding planets, but the accuracy for use on asteroids is frequently inadequate. Kepler's model is a remarkable achievement since he derived it by geometry as an empirical solution based on position measurements made by lycho Brahe. Kepler's model is summarized in his first two laws:

First law: The orbit of each planet is an ellipse, with the sun at one of the two foci.

Second haw: The line joining the planet to the sun sweeps over equal areas of the ellipse in equal intervals of time.

It was not until more than 50 years after Kepler's work was published that the work of Sir Isaac Newton explained the process that Kepler's model described and how the model was incomplete. Newton's law of gravi

Imagino que no sorprenderá a ningún lector habitual de obm encontrarse a un ingeniero de la NASA describiendo un programa en FORTRAN IV (yo hice mis pinitos con FORTRAN 77 unos pocos años más tarde) para trazar órbitas de asteroides y cometas. Lo mismito que ahora.

FORTRAN 77, por cierto, se lanzó en 1978, el IV es de 1961, y no me tiréis de la lengua con lo de la evolución del software y el uso de un lenguaje de más de veinte años de edad en el artículo. (Rascando un poco por la Wikipedia, compruebo que Fortran (perdió las mayúsculas en la versión 90 que, como adivinaréis, es de 1991) está ahora mismo el 12 en el TIOBE, un ranquin de uso de lenguajes de programación.)

Unas páginas más allá encontraréis un programa de seguimiento de satélites, y a continuación otro artículo sobre el control de telescopios. Y en la página 265, la crítica de una aplicación para seguir el cometa Halley, que pasaría por el sistema solar en 1986 (se le espera de nuevo a principios de 2061).

Y aprovecho que el número tenía poca «chicha» para detenerme en una de las columnas más míticas del periodismo sobre informática, el Computing at Chaos Manor de Jerry Pournelle.

Pournelle, fallecido en 2017, se dedicaba a la investigación operativa (con finalidades militares, parece ser), a escribir ciencia ficción (con un par de best sellers escritos a cuatro manos con Larry Niven), y a ser el power user de los power users con su columna, que apareció en la revista desde 1980 hasta 2006. Y en la columna narraba sus aventuras y desventuras con su extensa colección doméstica de ordenadores, que yo me leía (debía entender la cuarta parte, con suerte) con fascinación.

Quien dice «columna» dice «minirevista»: la de este número arrancaba en la página 309 y se iba hasta la 338 (con mucha publicidad de por medio, sí, pero vaya, que es un atracón), seguida de una página de correo de los lectores específica de la sección.

¿El contenido? Comenzamos con una visita a una feria informática que incluyó comer con Niklaus Wirth (ojo a la broma que se le atribuye sobre la pronunciación de su nombre que incluye la pieza). Seguimos con una discusión sobre si el futuro era de Intel y sus 286 y familia o de Motorola y sus 680×0, que se enlaza con una batallita sobre compiladores de Modula-2 (lenguaje creado por… Niklaus Wirth). Y si Wirth no fuese suficiente, luego tenemos una feria sobre el Mac en la que cenó con Frank Herbert. Sí. Ese Frank Herbert (que fallecería en 1986, por cierto). Pournelle iba a comprar un segundo Mac con la intención de ampliarlo a un mega de RAM (la mitad de la cual, dedicada a disco en memoria, que el Mac no podía direccionar más de 512 KBs), por apenas 1500 dólares.No descartamos que en el futuro se cuele alguna batallita «Chaos Manor» más.

En fin. Lo dejamos aquí (ya decía que no fue un número especialmente interesante, el de julio del 85) y recuperamos el mes que viene, mucho más interesante, al menos para mí.

Si alguien quiere entrar más a fondo, aquí está el número de julio entero, y aquí el archivo completo de la revista en Archive.

Lecturas (2025.I)

Llevaba yo desde octubre sin hacer un «lecturas» :-S.

El primer libro leído a caballo de 2024 y 2025 es un clásico de la literatura española del siglo XX, Nada, de Carmen Laforet. Uno no tenía ni idea del libro, pero salió un día en las ofertas de Amazon, y cayó. Duele de adolescencia, hambre de posguerra y claustrofobia, y huele a rancio, a naftalina y humedad de la Barcelona de los años 40. Igual soy yo, pero tengo la impresión de que la prosa de la autora va evolucionando a medida que avanzan las trescientas páginas del libro: muy bien ya desde el inicio, brillantísima hacia el final. Extremadamente recomendable, pero para momentos en los que no esté uno bajo de ánimo.

El segundo libro en caer fue A view from the stars, de Cixin Liu, y el que menos me ha gustado de los que he leído suyos, más que nada porque es una colección de más ensayos que relatos, y los ensayos me han aportado bastante poco…

A continuación cayó Adulthood Rites, la segunda parte de Dawn, del que hablamos en marzo del año pasado. La saga sigue con Imago, que ya está listo para ser leído. Sigue sin ser tan brillante como Kindred (cómo serlo, por otro lado), pero esta saga de una ¿invasión? extraterrestre de un planeta Tierra en que la humanidad parecía dispuesta al sucidio como especie sigue siendo muy interesante y un buen «girapáginas».

A continuación cayó Unnatural Causes, de P.D. James, la autora del fantástico The Children of Men del que hablamos en octubre. Personalmente, opino que todos habríamos ganado mucho si P.D. James se hubiese dedicado a la ciencia ficción en vez de a la novela negra… pero sus ventas y los múltiples premios que ganó con el noir me hacen pensar que es posible que me equivoque.

Y el último libro de esta tanda es SPQR, de la historiadora británica Mary Beard. Uno no se leía «una de romanos» desde la de Montanelli, y de eso hace… ¿35 años? Sería interesante recuperar la del italiano y comparar con esta de la británica, porque algo me hace pensar que la historia habrá cambiado lo suyo en los casi sesenta años que separan ambas obras. La de Beard, en cualquier caso, muy recomendable :-).

En fin, espero que haya un 2025.II y que no tarde tanto en llegar como este I…

Byte, junio del 85

Pues nada, seguimos con nuestro proyecto de leernos cada mes la revista Byte… de hace cuarenta años. Y le toca el turno al número de junio de 1985. Encontraréis todos los números en esta colección de archive.org, y el que leemos hoy, en concreto, dedicado a las técnicas de programación.

Portada de la revista Byte de junio de 1985. La imagen de portada es un cubo de Rubik en que cada una de las pequeñas caras del cubo es un una palabre clave informática. Entre ellas, tenemos char, DUP, UNIT, CAT, REM, puts, NULL, GREP, COND, FOR, GOTO...

Tampoco es que sea el número de mi vida, pero tiene sus cosillas. La primera en que me paro tiene que ver con accesibilidad:

Products Will Aid Visually Disabled Computer Users

Computer Aids, Fort Wayne, IN, introduced several microcomputer products for the disabled. One product, Small-Talk, uses a modified Epson HX-20 and a speech synthesizer to allow blind users to perform word-processing tasks. With a printer, microcassette tape drive, and special word-processing software, the computer will cost about $2000.

Que sí. Que hace décadas que hay gente que piensa en usar la informática para ayudar a las personas con discapacidad (en este caso visual). Lástima que tanta otra gente se olvide del tema.

Siguiente parada, anuncio de ordenador de esos que te hace añorar el diseño industrial ochentero:

Anuncio a doble página de la marca apricot. En la página izquierda, los restos de un albaricoque  que alguien se acaba de comer, con el texto Past. A la derecha, un albaricoque entero, con el texto Present and Future. En la esquina inferior izquierda de la página, una miniatura de un ordenador de diseño ochentero. Más detalles en la siguiente imagen.

¿Me vais a decir que no es precioso? Bueno. Me vais a decir que no se ve. Hagamos un enhance it:

Zoom de la imagen anterior. Tenemos un portátil en tres piezas. La primera tiene la pantalla (de fósforo verde) y seguramente la CPU. El teclado está en otra pieza, y hay una tercera pieza con lo que parece ser un trackball. La imagen viene con el texto The APricot Portable. 521K RAM, 720K diskette. 80x25 line LCD. MS-DOS. $2495

¿Es o no precioso el Apricot Portable? Había salido a la venta en octubre del 84 y, recomonozcámoslo, le daba sopas con honda a los portátiles de la época (incluido mi adorado SX-64). Ni siete kilos, pesaba. Y las piezas separadas se comunicaban ¡por infrarrojos! ¡El futuro! ¡En 1984! Hasta tenía reconocimiento de voz (aunque habría que poner «reconocimiento» entre toneladas de comillas: dice la Wikipedia que se le podían entrar 4096 palabras, 64 de las cuales simultáneamente en memoria). Y su MS-DOS pasaba de los famosos 640 Ks (para llegar a 768, tampoco nos emocionemos más de la cuenta). En cualquier caso, una preciosidad.

Seguimos avanzando y nos encontramos con otro anuncio:

Anuncio. Vemos la foto de una pantalla de un PC de IBM, con lo que parece una interfaz gráfica del estilo de un Windows antiguo y un programa de dibujo en el que alguien ha creado lo que parece un post it con la palabra hi escrita a mano

¿Qué es eso de GEM? Aquí, otra versión del anuncio:

De nuevo, una pantalla de un IBM PC, con un entorno gráfico de ventanas (también se ve un ratón en la página) y la caja de un software, GEM Desktop, y su precio ($49.95). Se explica que el software era, efectivamente, un entorno gráfico para usar los PCs de IBM sin tener que teclear comandos crípticos.

GEM era el entorno gráfico que desarrolló Digital Research (la compañía de CP/M, fundada en 1974 y que sería adquirida por Novell en 1991 ) principalmente para los Atari ST, pero también para PCs con MS-DOS, entre otros. Y es ver una captura de GEM y que se me caiga la lagrimita. Esnif.

Volviendo a nuestro clásico «¿créias que esto era nuevo?», hoy toca…

Turning a common AI operation into silicon

Logic programming is a staple of artificial-intelligence (AI) software and is often dominated by the pattern-matching process of unification (see the "Resolution and Unification" text box on page 173). In fact, when logic-programming languages such as Prolog and LOGLISP are used, as much as 50 to 60 percent of a computer's processing time is spent on unification. When a single algorithm is used that frequently, it is natural to consider implementing it as custom hardware. When that same algorithm lends itself to parallelism and concurrency because of its recursive, treesearch characteristics, it practically begs for VLSI (very large scale integration) implementation.

SUM History

Professor lohn Oldfield and a team of researchers at Syracuse University are developing the SUM (Syracuse Unification Machine), a coprocessor for computers geared toward AI programming. The project combines the resources of the Syracuse CIS (Computer and Information Science) department. ECE (Electrical and Computer Engineering) department, and the CASE Center (Computer Applications and Software Engineering Center, set up by New York State). Key SUM individuals are Dr. Oldfield himself (who contributed CAD [com-

puter-aided design| and VLSI expertise). Professor Alan Robinson (who is the head of the logic-programming efforts at Syracuse), and Kevin Greene (who made the initial designs of the SUM). Because of a famous 1965 paper, Dr. Robinson is often credited with inventing unification. He is more modest, pointing to the work of Herbrand in the 1930s and the studies of Prawitz and Kenger concerning unification. Dr. Robinson contends that he was just the first to formalize the unification process and apply it to resolution.

In 1981, the Syracuse CIS logic-programming group learned that Caltech (California Institute of Technology) student Sheue-Ling Lien had designed a chip that embodied Dr. Robinson's original unification algorithm (see the "Unification on a Chip" text box, page 1 74). Dr. Robinson and his colleagues were somewhat taken aback that someone else had taken this step. Lien's report was a major inspiration for the development of the SUM, even though the chip it described was never actually made. Because ECE had been developing custom VLSI

chip-design capability and had a strong logic-programming group, combining the pursuits "seemed a natural thing" according to Dr. Oldfield.

Coprocessor Strategy

As Dr. Oldfield explains, "Although we started talking about a unification chip, following along the lines of the Caltech one. it soon became fairly clear that at present levels of integration that was fairly ridiculous. You could make a chip, but it would be limited to solving such small problems that it wouldn't be worthwhile." The SUM group wanted to design a full-blown, practical processor. Besides. Lien's chip used Dr. Robinson's original 1965 algorithm. Much more efficient algorithms have been developed since.

When they realized that a single chip wasn't realistic, the members of the group looked at the possibility of a coprocessor, initially for the LMI

Sí, queridas, podríais pensar que TPUs y NPUs y demás son una cosa acabada de inventar, pero cada vez que la IA se pone de moda, alguien piensa en hardware para acelerarla…

Siguiente cosa que me ha interesado: ¿cómo elegir lenguaje de programación?

CHOOSING A PROGRAMMING 
LANGUAGE

by Gary Elfring

It's a three-step process

IF YOU WERE a carpenter building a new house, the first thing you would do would be to collect your tools. The tools you'd select would vary depending on the type of job. The same thing should be true if you are a programmer. You have a wide range of tools available, and you just choose the right tools for the job. Your tools are the languages that you program in and the environments needed to support those languages.

How do you go about selecting the right tool for the job? There are more programming languages available for microprocessors than most people could learn in a lifetime. What you need is a methodology that can be used to select one language from all the rest for a given application.

This article presents a practical method for comparing programming languages. It has an inherent bias toward compiled high-level languages. Compiled languages are faster than interpreted ones, and most interpreted languages also offer a compiler version. Since program speed is often an issue, I chose compilers over interpreters.

The actual process of evaluating a group of programming languages can be broken down into three major steps. The first step is to characterize the application the language is being selected for. Then you must identify the features that a language should have in order to deal with the previously described application. Finally, you should take into account practical considerations to further narrow down the language selection.

The Application

You can't choose a tool unless you know what you intend to do with it. You have to describe your application. Once you have this information you can then proceed to determine whether or not the existing language choices are the right tools for the job. To describe an application, you must consider both the type and size of the application. These questions must be answered before you can proceed any further in the language evaluation:

What is the type or class of application? What level of language is needed?

There are a number of different classes of program applications. An application can belong to a single class or several. Identifying the class of your application is relatively simple and helps narrow the list of acceptable languages. Some of the more common classes include scientific, business, and system programming; text processing; expert systems; and real-time control.

Most programming languages are better suited to solving one particular class of problem than another. COBOL is one example. While it is easy to write maintainable business programs with COBOL, no one would expect to use this language to solve real-time control problems.

Another consideration is the level of programming that the application will require. If you need low-level control of various machine-dependent features, then a very high level language...

La cosa comienza dando preferencia a compilados sobre interpretados por temas de velocidad (cosa más importante hace cuarenta años que ahora, que les pregunten a JavaScript y Python). Sigue proponiendo que el tipo de programa es muy importante (y dando COBOL como ejemplo de lenguaje para aplicaciones de negocios), y a continuación proponiendo si lenguajes de alto o bajo nivel… Comencé a leer el artículo pensando que lo que dijese sería siendo bastante actual. Curiosamente, donde uno esperaba más estabilidad… va a ser que no. Pero claro, entonces llega este artículo sobre componentes reutilizables:

SOFTWARE-ICs

by Lamar Ledbetter and Brad Cox

A plan for building reusable software components

THE SOFTWARE WORLD has run headlong into the Software Crisis—ambitious software projects are hard to manage, too expensive, of mediocre quality, and hard to schedule reliably. Moreover, all too often, software delivers a solution that doesn't meet the customers' needs. After delivery, if not before, changing requirements mean that systems must be modified.

We must build systems in a radically different way if we are going to satisfy tomorrow's quantity and quality demands. We must learn to build systems that can withstand change.

Some system developers are already building software much faster and of better quality than last year. Not only that, the systems are much more tolerant of change than ever before, as a result of an old technology called message/object programming. This technology, made commercially viable because of the cost/performance trends in hardware, holds the key to a long-awaited dream— software reusability. A new industry is developing to support the design, development, distribution, and support of reusable Software-ICs (integrated circuits). A forthcoming series in UNIX/World will address message/object programming.

Message/Object Programming and software-ICs

In this article we'll look at the concepts of message/object programming and how they support the building of "Software-ICs," as we call them, by satisfying the requirements for reusability.

A Software-lC is a reusable software component. It is a software packaging concept that combines aspects of subroutine libraries and UNIX filter programs. A Software-IC is a standard binary file produced by compiling a C program generated by Objective-C.

The notion of objects that communicate by messages is the foundation of message/object programming and fundamental to Software-ICs. An object includes data, a collection of procedures (methods) that can access that data directly, and a selection mechanism whereby a message is translated into a call to one of these procedures. You can request objects to do things by sending them a message.

Sending a message to an object is exactly like calling a function to operate on a data structure, with one crucial difference: Function calls specify not what should be accomplished but how. The function name identifies specific code to be executed. Messages, by contrast, specify what you want an object to do and leave it up to the object to decide how.

Requirements for Reusability

Only a few years ago, hardware designers built hardware much as we build software today. They assembled custom circuits from individual electrical components (transistors, resistors, capacitors, and so on), just as we build functions out of low-level components of programming languages (assignment statements, conditional statements, function calls, and so on). Massive reusability of hardware designs wasn't possible until a packaging technology evolved that could make the hardware environment of a chip (the circuit board and adjoining electrical components)...

Ojo a los dos primeros párrafos:

El mundo del software ha chocado con la Crisis del Software: los proyectos ambiciosos son difíciles de gestionar, demasiado caros, de calidad mediocre y difíciles de programar con fiabilidad. Además, con demasiada frecuencia, el software ofrece una solución que no satisface las necesidades de los clientes. Tras la entrega, o incluso antes, los cambios en los requisitos obligan a modificar los sistemas.

Debemos construir sistemas de una forma radicalmente diferente si queremos satisfacer las demandas futuras de cantidad y calidad. Debemos aprender a construir sistemas que resistan el cambio.

¿Escritos en 1985? ¿1995? ¿2025? ¿Nos jugamos algo a que los podremos reutilizar sin tocar una coma en 2065?

En fin… Si queréis saltar de este mes de junio del 85 a nuestra relectura del número de mayo, aquí lo teneís. y el mes que viene, más (espero).

22

El año pasado no celebramos el vigésimo primer cumpleaños de obm porque no estaba obm como para tirar cohetes. Tampoco es que el vigésimo segundo año haya sido fantástico, pero algo menos malo sí, o sea que minientrada para celebrar los 22 (seguro que hay millones de webs que tienen más de 22 años, pero debemos estar ya en un percentil apañadete, ¿no?).

En el año 21 decidimos que una manera de darle algo de vida al blog sería recoger mis lecturas por aquí… pero en los últimos doce meses solo hemos hecho una entrada sobre el tema, el pasado octubre.

Sí hemos tenido algo más de constancia leyéndonos los números de la revista Byte de hace cuarenta años. Aquí tenéis los repasos a los números de mayo del 85, abril, marzo, febrero, enero, diciembre del 84, noviembre, octubre, septiembre, agosto, y julio. Y tengo por aquí a medio preparar la entrada de junio del 85.

Pero, para mi sorpresa, en los últimos doce meses sí he encontrado motivos para escribir entradas sobre (en orden casi cronológico inverso) cómo evitar el contenido sugerido en instagram, Powertoys, la accesibilidad y las Meta Ray-ban, la accesibilidad y Daredevil, un rant sobre las gafas rosas que nos ponemos a veces para mirar al pasado cuando queremos criticar (con razón) el presente (cualquier tiempo pasado fue mejor, o no), Wonderblocks y la programación en la caja tonta, adtech, la amenaza de separar Chrome de Google, más adtech, el misterio de Amazon y los incrustados de WordPress, el clásico repaso a mi 2024 musical, un buceo por los archivos de Metrópolis, los precios de los Mac Mini (o, mejor, del disco y la RAM de los Mac Mini), herramientas «plataformágnosticas» para compartir música y podcasts en la web, y hasta una de cacharritos.

En fin. Quién sabe qué traerán los próximos doce meses. En cualquier caso, felices 22, obm :-).