Me saca de quicio. Imagino que ningún periodista en su sano sitio escribiría una noticia exactamente igual para la radio que para la televisión ni, mucho menos, para prensa escrita. Imagino, también, que la redactaría diferente si estuviese en un contexto en que puede suponer que el lector tiene un contexto que le dice muchas cosas que en otro sin toda esa información…
Y, sin embargo, para el RSS todo vale. Como a los textos completos en el RSS les seguimos teniendo alergia (excepto medios que parece que sí «pillan esto del interné» como The Guardian), ponemos una entradilla y tira millas. Hasta aquí, pase. Pero claro, ¿por qué tomarse la molestia de pensar? Quita quita quita. Se pone el primer párrafo de texto que tenga uno a mano y «p’alante». Y si resulta ser que a alguien se le ha ocurrido que es una gran idea combinar todas las secciones locales de un diario nacional en un canal llamado España pero la información va de una cierta comunidad… ¿para qué narices invertir sesenta segundos por entrada en darse cuenta que esa entradilla es peor que nada? Pues nada. Que no se preocupen en El País. Que es igual hacerlo bien o de cualquier manera. Que no hace falta gastarse ni el sueldo de un becario. Que no se pierda una neurona en dar atención al cliente. Y si [la mayoría de] los medios tradicionales pierden relevancia minuto a minuto, que le echen la culpa a otro, que ellos ya lo intentaron…
(Sí, la pataleta es exagerada. Pero es que el tema me subleva, oiga…)
