Otro lector RSS: Folo (y RSSHub, un servicio para seguir cosas sin RSS)

Hablábamos «ayer» de RSS, y hasta le dedicábamos un rato a los lectores disponibles en el mercado y, ni un mes más tarde, me entero de la existencia de uno nuevo (para mí y para los autores de los artículos sobre lectores RSS que citaba yo entonces, aunque, por lo que veo, ya llevaba un tiempo funcionando…). Lo he explorado poco, y hay cosas que no tengo muy claras, pero creo que vale la pena recoger aquí lo que he visto.

Folo

Captura de pantalla de la aplicación web de Folo. Muestra tres paneles. A la izquierda, un selector de categorías. En la sguiente columna, un listado de entradas, con el favicon del sistio al que pertenecen, su título y, cuando corresponde, una foto. Finalmente, un tercer panel, ocupando dos tercios de la pantalla, con una de las entradas. Destaca un "AI summary" y unos botones "support creator" y "bust feed"

Comencemos por el principio: el lector se llama, como habréis podido imaginar, Folo (dice la wikipedia que Folo era un sabio centauro y amigo de Heracles que murió al ser alcanzado por una flecha perdida disparada por Heracles mientras este cazaba al jabalí de Erimanto, uno de sus doce trabajos).

Folo es de código libre (con licencia GPL, aquí el GitHub) y tiene tanto aplicación web como para Windows, macOS, Linux, iOS y Android (yo, al menos de momento, solo he probado la aplicación web).

Al acceder por primera vez, te da la opción de importar un archivo OPML generado por otro lector de RSS (y apunta a la URL para generarlo desde Inoreader y Feedly, dos de los lectores más populares), con lo que traerse el contenido de otro sitio es tirando a fácil (y de ahí que tengáis una captura bien alimentada de contenido). Y si uno no tiene un OPML a mano, añadir contenido tampoco parece especialmente complicado:

Captura de pantalla. La funcionalidad 'Discover' ofrece las opciones 'Search', 'RSS', 'RSSHub', 'Inbox', 'User', 'Transform' y 'Import'. En 'Search', hemos buscado 'otro blog más' y nos aparece el RSS de este blog
Más adelante volvemos sobre la mayoría de opciones, pero parece que las funcionalidades de búsqueda y de añadir la URL de un canal RSS funcionan de manera satisfactoria.

La interfaz, como podéis ver, es bastante apañada, con soporte para tema claro u oscuro, y permite personalizar la tipografía (tiene hasta la posibilidad de personalizar el CSS que se aplica al contenido). No permite la densidad de contenido a la que se puede llegar con Feedly, pero sí ofrece una vista más compacta que la que tenéis en la captura de arriba:

Otra captura de Folo. Esta vez tenemos un único panel, y en el bloque principal vemos el listado de entradas presentado de manera que se ven hasta una docena de entradas

Más allá de RSS, con RSSHub

A pesar de que el RSS haya vuelto no se haya ido nunca, hoy en día hay muchas otras fuentes de contenidos a las que es interesante suscribirse a través de una aplicación así. Y Folo nos ofrece la posibilidad de suscribirnos a cosas como cuentas de Twitter (no, no voy a dejar de llamarle Twitter: soy un señor mayor), Instagram, el fediverso, y un montón de fuentes más. Y esto lo hacen a través de RSSHub, que es una aplicación (de nuevo de código abierto, esta vez con licencia MIT, aquí su GitHub) que convierte casi cualquier fuente de información en un canal RSS «utilizando una combinación de Git, HTML, JavaScript, jQuery y Node.js». Afortunadamente, ya hay muchísimas conversiones hechas, con lo que no hay que tener conocimiento de esas tecnologías :-).

Además de los ya citados Twitter, Instagram y compañía (y, sí, convertir canales de Twitter, Instagram, u otras empresas privadas, seguramente vulnere sus términos y condiciones, pero de momento parece que funciona y, si deja de hacerlo, tampoco parece el fin del mundo), parece que hay la posibilidad de suscribirse a canales de Telegram, YouTube, Behance, Twitch, todo tipo de actividad de GitHub, o cosas más arcanas, como monitorizado de palabras clave en Google Scholar o toneladas de contenido en chino (parece, o me lo parece a mí al menos, que hay una importante comunidad de usuarios chinos). Por lo que parece, es relativamente fácil montarte tu propia instancia de RSSHub, y Folo tiene la suya… y la posibilidad de usar cualquier otra (la que te despliegues tú, por ejemplo, si te llaman estas cosas).

Y si todo esto fuera poco, si agudizáis un poco la vista con la captura «Discover» de más arriba, también se puede uno suscribir a fuentes por correo electrónico (¡y webhooks!), a otros usuarios de Folo (que pueden publicar sus propias listas de contenido, cosa que tengo que explorar aún) y, finalmente, la pestaña ‘Transform’ también parece bastante potente…

En la pestaña Transfrom se entra una URL, y nos aparecen campos para hacer cosas con el título y otros elementos a los que podemos acceder con selectores CSS
…y ya la exploraré cuando tenga tiempo.

Y más funcionalidades

Volviendo a aguzar la vista, pero esta vez en la primera captura de esta entrada, veréis que la aplicación ofrece un «resumen IA» del contenido (mis disculpas para los alérgicos 🙏), y la cosa no se queda ahí, con unas ‘top news’ generadas automáticamente a partir de los canales a los que te hayas suscrito:

Mis top news de ayer incluyen un resumen de los contenidos aparecidos en ArchDaily, y unos cuantos titulares de otras fuentes
No sé yo si es lo que habría destacado yo de mis canales…

No se vayan todavía, aún hay más…

Captura de pantalla. Tenemos una pantalla de acciones, que permite, cuando un canal cumpla unas determinadas condiciones, generar resúmenes con IA, traducir contenidos, o lanzar un webhook

Voy a necesitar yo más tiempo para explorar estas acciones, pero uno se siente como si tuviera un IFTTT básico (o un clon todavía más básico del añorado Yahoo! Pipes) a punto. Seguiremos informando (o no).

Y todo esto… ¿cómo se paga?

Excelente pregunta (traducido: la pregunta que yo me hago). Todas estas funcionalidades, y especialmente las que implican IA, aunque no sean especialmente caras, tienen un coste… pero no aparece por ningún sitio (o yo no he sabido ver) ninguna opción de suscripción de pago.

Folo habla de un «token», $POWER, que, explican, permite (o debería permitir) cosas como recompensar a los creadores e «implicarse en la gobernanza del proyecto». Por lo que veo, parece que permiten comprar tokens con Ethereum, algo que no me atrae especialmente :-S.

Y también tenemos una pantalla de ‘achievements‘…

En la pantalla de achievemnts parece que se pueden ganar puntos creando y compartiendo contenido, o participando en tests de la aplicación. También habla de la opción de acuñar NFTs, que de momento no está activada.

…en la que parece que podemos acumular créditos de diferentes maneras… y ese ‘mint NFTs’ que de momento no está activado pero que no pinta bien, precisamente.

En fin, habrá que investigar, por un lado, todas esas funcionalidades que apuntan muchísimas y muy interesantes maneras, pero también el modelo de llámale-negocio-llámale-sostenibilidad-del proyecto.

Seguiremos informando (o no). Y si alguien tiene más info, aquí abajo está la caja de comentarios O:-).

Byte, agosto del 85 (y el lanzamiento del Amiga)

Decíamos «ayer» que el número de agosto de la revista Byte (de 1985, porque en esta casa siempre hemos ido con un cierto retraso 😬, especialmente en este miniproyecto nuestro de repasar la «actualidad» de la informática a través de la revista) venía interesante. Y no mentíamos:

Portada de la revista Byte de agosto de 1985. Se ve el cuadro Jeune fille dessinant dans un interieur, de Picasso, y una reproducción del mismo en la pantalla de un ordenador Amiga 1000. El otro tema de portada son los lenguajes declarativos, de entre los que se destacan Prolog, Hope y FP
Sí, es un Picasso. De la colección del MoMA. Si queréis el título, siempre podéis hacer una búsqueda de imágenes… o acceder al texto alternativo de esta captura.

El Amiga 1000. Probablemente, mi ordenador favorito. En la portada de la revista Byte.

Debe decirse, primero, que en aquella época no era exactamente habitual tener un ordenador en la portada. Antes del Amiga, el PC de IBM en el número de enero del 82 y el Lisa (acompañado del Apple IIe) en el de febrero del 83, y muy, muy pocos otros: un par de Compaqs justo antes del Lisa, en enero del 83, el HP-150, un fallido intento de ordenador personal MS-DOS de Hewlett Packard (¡con pantalla táctil!), en octubre del 83, el Mac en febrero del 84, y el Data General/One en noviembre del 84. Y después del Amiga, llegarían el PC UNIX de AT&T en mayo del 85, el Atari ST en marzo del 86, el Macintosh II en abril del 87 y el Personal System/2 de IBM en junio del mismo 87. Vamos, que tres al año como mucho.

(También podríamos destacar la puntería de la revista en seleccionar ordenadores de poco recorrido comercial, pero no vamos a hacernos daño…)

The AMIGA Personal Compuer

Its speed and colorful graphics come from a 68000 and sophisticated custom chips

There are two ways to get works done inside a computer: do it in software or do it in hardware. The first way gives you unlimited flexibility; the other, speed. The Apple Macintosh does almost everything in sofware—and...

Si seguimos leyendo, nos encontramos con cosas como

Por 1295 dólares, el Amiga promete gráficos de metáfora de escritorio a color y rápidos como un relámpago, con el doble de memoria y disco que el Macintosh por cientos de dólares menos.

También destaca el artículo la arquitectura del Amiga, con sus tres chips especializados (Paula, Denise y Agnes, diseñados por el legendario Jay Miner), conectados por buses de una velocidad inaudita en la época, el copper y el blitter de Agnes y sus capacidades gráficas (que alguien se haya tomado la molestia de replicar la documentación del sistema operativo en su versión de 1993 es un indicativo más del amor que despertaba y sigue despertando el Amiga), hasta 4096 colores en pantalla de una paleta de 24 bits (el primer Mac en color, el Mac II, salió en el 87, por algo más de 3700 dólares), y el multiproceso real con el que el resto de ordenadores personales de la época no podían ni soñar en 1985 (tanto es así, que el artículo dedica algún párrafo a explicar qué es la multitarea). Y también se fijan, claro, en que el sistema operativo ofrecía a las aplicaciones el uso de bibliotecas de funciones, otro aspecto tremendamente innovador por aquel entonces. Un sistema operativo elegante para un hardware igualmente distinguido.

(Merece también especial mención el nivel de detalle técnico al que entraban las revistas de la época, como ya hemos comentado alguna vez por aquí. En serio, haced clic en la captura del artículo para acceder a la revista y echadle una ojeada.)


Como es el Amiga, no puedo irme sin dejar un par de vídeos de «contenido complementario». Por un lado, este repaso a la máquina…

Y por esto, aprovechando que, obviamente, el Amiga acaba de cumplir cuarenta años, este vídeo de la celebración del cumpleaños.

En el vídeo encontraréis todo tipo de historias y batallitas del desarrollo, incluyendo el primer anuncio en el CES de enero del 84 (hay un universo paralelo en que la escena del CES de Halt and Catch Fire está protagonizada por esta gente… y seguramente el mundo de la tecnología es un poco menos tóxico que en nuestro universo).

El segundo vídeo, por cierto, sale de una noticia en Tom’s Hardware sobre el tema y el avistamiento del prototipo que se mostró en el CES (quién fuese rico para ofrecer una pasta por él).


Volviendo a la revista, unas páginas más adelante nos encontramos con un anuncio del otro ordenador nuevo de Commodore, el 128:

Anuncio del Commodore 128. Vemos una foto del Commodore 128, con un monitor, una disquetera de 5¼ y un teléfono. El texto habla de la capacidad del 128 de ejecutar software del Commodore 64 y CP/M

El 128 había sido anunciado en el número de febrero, y uno diría que la duplicidad 128 / Amiga era señal de la mala gestión de la cartera de productos de Commodore… pero Apple hacía lo mismo con el Apple II y el Mac.

Un poco más adelante nos encontramos con lo que eran los PCs de la época. Las comparaciones, efectivamente, son odiosas…. pero seguimos en un mundo Wintel (y cada vez más Mac, ciertamente). Mil dólares por el ordenador con 128 kBs de RAM y una disquetera (de discos de 360 kBs)…

System Review

The Tandy 1000

When I first heard about the Tandy 1000, I was quite impressed. It seemed to have almost everything I would want in an IBM Personal Computer clone. Plus, it had some of the better features of the PCjr.

For those who haven't seen this machine yet, the Tandy 1000's features include one 360K-byte disk drive (expandable to two, plus one 15-megabyte hard-disk drive), 128K bytes of memory (expandable to 640K bytes), a parallel printer port, interfaces for composite monochrome and RGB (red-green-blue) monitors and a light pen, graphics and sound similar to those of the PCjr, joystick ports, three IBM-compatible expansion slots, a general-purpose collection of software (DeskMate), and a fairly good price ($999). Even a full BYTE configuration (two floppy drives, 256K bytes of memory, monochrome monitor, and serial port) has a reasonable cost ($1746), considering that you get some free software bundled with it.

Description

Since BYTE has published a product description of the Tandy 1000 (see "The Tandy 1000" by G. Michael Vose, December 1984, page 98), I will skip most of the details. Suffice it to say that the system Tandy sent me (two drives, 256K bytes of memory. RGB monitor) fits nicely on my desk and has attracted quite a bit of attention (see photo 1). The system's fan is quieter than that in my IBM PC. and I doubt it will be a disturbance in the office or the home. I have left it on for long periods without noticing it.

The disk drives follow the Tandy tradition of putting the primary A drive below the optional B drive. And while the disk drive latches do not have that feel of quality I have noticed on other machines, the disk drives themselves are fairly quiet and seem to work well.

The machine's general design is logical. The on/off switch is on the far end of the right side of the machine (just like IBM), but

many other items are on the front where they are accessible. These include the keyboard and joystick connectors and a red reset button. You access the expansion-board slots through the front as well.

Keyboard

Tandy seems to know how to design keyboards. Apparently recognizing a good thing when they see it, Tandy's designers reissued the Tandy 2000 keyboard with hardly a key label changed. The Tandy 1000 keyboard (see photo 2) has the same layout, the same superior feel, and the same welcome relief from the standard clone keyboards that keep appearing on the market. Some of its better features are a separate inverted-T cursor-key layout, a left Shift key and carriage return in the places where you would expect them, indicator lights for the Caps and Num Lock keys, 12 function keys arranged horizontally, and a Hold key. In short, it is one of the better keyboards on the market.

The only aspect of it I don't like is that the function keys are too close to the numeric keys. For example, I sometimes hit the 5 key when I mean to hit F5. Also, if you are accustomed to IBM's vertical function keys, the horizontal arrangement can be confusing. And since some of the keys have different key codes than those on the IBM PC. you might find that in a small number of programs these keys do not work as they should. For example, the XyWrite II Plus word processor does not recognize the Tandy's cursor keys. It looks to the numeric keypad, as on the IBM PC. Fortunately, XyWrite II Plus lets you reconfigure the keyboard as you wish.

Y nos vamos con tres breves. Primero… no, lo de volvernos locos por los editores de texto, tampoco es nuevo. Dentro de la sección Kernel de Jerry Pournelle nos encontramos con EMACS (y Richard Stallman):

Yet Another EMACS

Another minibooth featured EM-it, an EMACS imitator. EMACS is the macro editor written at MIT by Richard M. Stallman (otherwise known as RMS). EMACS was one of the very first full-screen editors in existence. I recall several long-distance debates (I have an account on one of MIT's large computers) with RMS over the virtues of EMACS versus Electric Pencil, which was the editor I was using at the time. The debates were futile, of course: Pencil and WRITE (derived from Pencil) were much better editors for creative writing, but EMACS was far and away better for programming, and indeed it became a bit of a legend among hackers.

Stallman, who believes software ought to be available to everyone, put EMACS in the public domain instead of getting rich from it. The chaps at Sayansi have implemented it for PCompatibles and sell their version for $49.95, a reasonable price. Needless to say, it's not copy-protected. It's also not full EMACS. One of the main features of EMACS is its extensibility: you can add nearly any feature you might want from right inside the editor. EM-it can't do that, but it does...

Si seguimos avanzando, nos encontramos con el mítico Amstrad CPC6128 y sus discos (que ya no recordaba yo)… ¡de 3 pulgadas! Otra colección de máquinas, la de Amstrad, que merecía mucho más éxito comercial del que tuvo.

The Amstrad CPC6128 PC

Amstrad's CPC6128 is a 128K-byte microcomputer based on Zilog's 4-MHz Z80A microprocessor. It has 48K bytes of read-only memory for BASIC and the operating system. An AY-3-8912 sound-generator chip provides three-voice, eight-octave capability.

The system's standard equipment includes the CP/M and AMSDOS operating systems, the BASIC and Logo languages, a built-in 3-inch disk drive, a color or monochrome monitor, and software. Its 76-key QWERTY-style keyboard has a separate numeric keypad and enlarged enter, shift, caps lock, tab, delete, clear, control, and escape keys. Built-in ports let you add peripherals such as a printer, speech synthesizer, modem, second disk drive, stereo amplifier, joystick, and tape saver. The system comes with three blank 3-inch floppy disks.

The CPC6128 comes in two configurations. The first has a 640- by 200-pixel RGB monitor, one 3-inch floppy disk drive, and a word processor; it has a suggested retail price of $799. The other model has the same single disk drive, a green monochrome monitor, and WordStar: it costs $699. The manufacturer offers more than 100 applications packages available in the 3-inchdisk format.

Y más adelante aún, como es natural, este paquete de IA y Forth… ¡para el Commodore 64!

Programming Environment with AI Module

Superforth 64 + AI, an integrated package for the Commodore 64, is a programming environment that includes an artificial intelligence module and advanced math capabilities. The package is designed to help you develop expert systems.

At Superforth's core is a programming language that lets you define your own English-like "word" functions. These words are stacked to create rules; an interpreter then applies the rules to make decisions. Antecedent and consequent reasoning are possible.

The program incorporates the utilities needed to write applications, including full control of color graphics; sound, music, and sprite editors; trace and decompiler facilities; and virtual memory. Superforth 64 + AI sells for $99.

Y el último, considerad que este anuncio de la propia revista pretendía dar una imagen atractiva y moderna del informático de la época:

En el anuncio de Byte, el informático es un señor de americana y corbata con una prominentísima calva.

En fin. Lo dejamos aquí. En otra ocasión le habría dedicado un tiempo a los artículos sobre Prolog, la programación lógica (firmado por Robert Kowalski), o los lenguajes declarativos (cofirmado por Susan Eisenbach, manía tienen los autores de Byte de la época de acabar en la Wikipedia), entre otros, que componían el otro tema de portada de la revista, pero me temo que este mes gana el Amiga…

Si no pasa nada, volvemos el mes que viene. Si tenéis curiosidad por seguir leyendo, aquí tenéis el número de agosto del 85, y también el archivo completo de la revista en Archive, por si queréis avanzar tarea. ¡Hasta la próxima!

#lazyweb WordPress y microblogs

Por pedir (por soñar, de hecho, me da la impresión), que no quede… Estaba yo pensando que estaría muy bien tener una categoría en WordPress para microposts… Idealmente los microposts

  • no tendrían título y me impondrían un límite de caracteres,
  • aparecerían en la portada del blog, pero no contarían contra el total de posts que aparecen en la portada: habría siempre cinco (o las que sean) entradas convencionales en portada, más los microposts que tocasen, sin límite,
  • podríamos configurar si queremos que aparezcan en el RSS del blog o no (o, directamente, no aparecerían),
  • tendríamos CSS para que el aspecto en la portada del blog pareciese el incrustado de un tuit de Mastodon o Bluesky (o el sitio aquel que tanto nos gustaba),
  • y (aquí está la parte que más me llama) el contenido se republicaría automáticamente a Mastodon y/o Bluesky y/o Threads (y/o LinkedIn, incluso) y/o la red de microblogging que alguien se invente mañana (no hace falta que me soporte hilos, y si me imponen el límite duro de caracteres del microblog más ‘agarrao’ en cuanto a este aspecto, me parece perfecto, pero si me ofrece más en este aspecto, pues todo eso que ganamos).

He estado buscando por ahí y hay cosas que ya se pueden hacer con un cóctel de plug-ins importante, pero no he encontrado nada que resuelva las cinco cosas a la vez. Si alguien tiene una solución medianamente cómoda, aquí abajo están los comentarios 😇.

De Spotify a Tidal

Pues eso. Creo que era cliente de pago de Spotify desde el primer día que ofrecieron sus suscripciones de pago en España. Buceando en el correo, me di de alta cuando el acceso era por invitación, el 12 de enero de 2009, y el primer recibo que tengo del servicio de pago es de septiembre de ese mismo año, o sea que va a ser por poco que mi relación de pago con ellos no alcance los dieciséis años, pero hacía tiempo que consideraba el cambio…

Mis requisitos eran, por una vez, simples: tener un catálogo y precio equivalentes a los de Spotify, primero, y que la aplicación escroblease, que ya son más de veinte años (lo early adopter que era yo, oiga) de mi cuenta en last.fm.

Y después de estudiármelo con calma (el primer requisito es fácil de cumplir, pero el segundo no tanto, o al menos no me lo ha parecido) estos días he dado el salto, a Tidal.

La playlist Googlbye for now con que Spotify despide a los suscriptores que se dan de baja. Las canciones incluidas son If, You, Leave Us, Now, You'll, Take Away, The, Biggest, Part of Us
Debe decirse que me ha gustado la playlist de despedida de Spotify 😅

Lo que me gusta

Me gusta, primero, que no es Spotify, claro.

El precio (once euros al mes) no solo es razonable, sino un poco más barato que el de Spotify, que ahora mismo está a doce. También hay una cuenta familiar con hasta seis miembros, y parece que no exigen que vivan en el mismo domicilio, por diecisiete al mes (la de Spotify está a veintiuno), y una cuenta estudiante a cinco euros y medio (la de Spotify sale a seis y medio).

Creo que uno de los factores de venta más importantes de Tidal es la calidad de sonido, que puede llegar hasta los 24 bits a 192 kHz (en mi experiencia, la mayoría de canciones que he escuchado están en FLAC de 16 bits a 44.1 kHz). No fue factor para mí, porque uno tiene unos oídos de bastante baja resolución, pero diría que cuando me siento en el ordenador, con unos altavoces no muy allá… creo que sí se nota una cierta diferencia. Your mileage may vary, que dicen los anglosajones.

Captura de la aplicación de Tidal para Windows. Muestra la selección de calidad de audio, donde se puede seleccionar Max (esto es, hasta 24 bits a 192 kilohercios), Alta (esto es, 16 bits hasta 44.1 kilohercios) o Baja (hay un selector posterior, que aparece seleccionado a 320 kilobits)

Si uno se dedica a DJ (no es el caso, afortundamente para todos), Tidal se conecta con las aplicaciones de Serato, djay pro o Denon, entre otras (pagando nueve euros al mes, a sumar a los oncedel servicio básico)

Lo que no me gusta

Pues no son cosas lo suficientemente graves como para volver a Spotify, pero…

Hay una primera cosa que es que el catálogo no es el mismo que el de Spotify. Migrando listas de reproducción (consejo: Soundiiz (yo he tenido suficiente con la versión gratuita del servicio)1) he encontrado cosas que están en Spotify y no en Tidal. Husmeando un poco, también diría que hay cosas que estén en Tidal y no en Spotify, o sea que hay un cierto dolor inicial, pero nada especialmente grave.

Me molestan bastante más algunas cosillas de la interfaz… La primera de ellas, el cómo organizan las discografías de artista. Esta es la vista general:

Y, como puedes imaginar, puedes hacer clic en cada disco de los que te muestra, o mostrar todos los álbums o todos los «EPs & singles»… pero no puedes combinar álbums con EPs en una sola vista (y tampoco hay una vista en que veas cada álbum con sus canciones: puedes ver las canciones de un disco, pero solo uno). Y no os podéis imaginar lo que me toca las narices esto. Tanto, que estoy pensando en pelearme con su API para hacerme un gestor de playlists que sí me ofrezca esa vista.

Pero una cosa es que no me ofrezcan la interfaz que yo quiero, y otra que tengan bugs. Y en una semana me he encontrado con dos…

Por un lado:

¿En serio la versión Windows de un reproductor puede no dejarme eliminar dos pistas de una lista? ¿En serio? (De una en una tampoco me deja: cierto es que la playlist es larguilla (1200 canciones), pero…).

Y parece que lo de eliminar es algo que no llevan bien, porque en Android…

Captura de pantalla de la aplicación Android de Tidal. Hay una serie de canciones seleccionadas. Aparece un botón 'remove', pero se pisa con la interfaz de Android para ir a la página de inicio o cambiar de aplicación

¿Habéis visto cómo se pisa el botón de eliminar con la interfaz de Android? 😡

Saltar entre dispositivos no es tan sencillo como en Spotify, donce puedes hacer saltar la reproducción de un dispositivo a otro automáticamente, a media canción si te apetece. Aquí le das a reproducir la canción en el segundo dispositivo. Funcionalidad menor, sí, pero la echaré de menos. Y también me ha pasado unas cuantas veces que las listas de reproducción tardaban un buen rato en actualizarse desde el lanzamiento de la aplicación, tanto en el móvil como en el ordenador, con la consiguiente desorientación al saltar entre dispositivos.

Escroblea, sí. Pero no desde la app de Android, ni cuando usas la reproducción en Chromecast. El primer problema lo tengo solucionado gracias a Pano Scrobbler (maravillosa aplicación, de código abierto, además). El segundo, al menos de momento, no.

Pero de momento, me quedo en Tidal

No sé yo si van a correr mucho a arreglar los bugs, y menos confianza aún tengo en que añadan las funcionalidades que echo en falta, pero ninguno de esos problemas es definitivo, o sea que, al menos de momento, me quedo en Tidal.

Y si sabes de algún servicio que vaya mejor (pero que escroblee, ¿eh), o de maneras de saltarse los problemillas, aquí abajo están los comentarios, claro.

¡Hasta la próxima!

  1. PS 2025/11/13 Me comentan por Bluesky que, sobre todo pasar playlists grandes, pagar por un mes de tunemymusic.com es una opción interesante (y es probable que lo pruebe yo para transplantar algunas playlists grandes que se me quedaron atrás. Destaco, eso sí, que Soundiiz tiene una opción muy interesante: sincronizar playlists periódicamente (útil, por ejemplo, para las listas de novedades y éxitos de sitios como Pitchfork o Mondo Sonoro). ↩︎

Erre ese ese

Últimamente me encuentro con una cierta frecuencia artículos sobre RSS y lectores de RSS, como Curate your own newspaper with RSS. Me los encuentro menos frecuentemente en español, o sea que…

Erre ese ¿qué?

Un lector de RSS es una aplicación que se conecta a unas cuantas webs y te presenta los últimos contenidos que se han publicado en ellas en un único sitio:

Captura de pantalla de una página web. Hay una barra lateral a la izquierda en la que, entre otras cosas, tenemos lo que parece una lista de sitios web, y a la derecha lo que parecen los titulares de unas cuantas noticias provenientes de múltiples de esos sitios web

Como podéis ver en la captura, de un vistazo tenemos lo que se ha publicado en las últimas horas en un montón de sitios web, desde las páginas dedicadas al fútbol americano de ESPN.com a la sección de cultura de El País pasando por las noticias de tecnología de The Verge, presentadas de manera compacta, lo que resulta «un pelín» más efectivo que pasearse por las webs de todos esos medios para enterarse de lo que han publicado.

Un lector RSS: Feedly

Servidor usa Feedly desde hace más de diez años…

Tiene una versión gratis que permite suscribirse a hasta 100 canales (un canal, o «feed» en inglés, es una página web o una sección de una página web; yo ando por 170 canales suscritos, pero 100 son bastantes para la inmensa mayoría de gente, diría) que puedes organizar en hasta tres carpetas.

(Actualización: me dice uno de los tres lectores habituales de este blog que son más de 100 feeds los que aguanta la versión gratuita, a pesar de lo que dice Feedly en su web. ¿Serán 150? ¿200? ¿250?)

Por 84 euros al año te puedes pasar a la versión Pro, que soporta hasta 2500 «feeds» con la capacidad de guardar anotaciones sobre las entradas (una entrada, o «post», es una pieza de contenido), conexión con OneNote y EverNote, LinkedIn, Buffer, IFTTT y Zapier, y sustituye la publicidad por un único espónsor semanal. También hay una Pro+ que llega hasta los 5000 feeds, características de IA (silenciado de temas y resúmenes de contenidos, básicamente) soporte para suscribirse a newsletters desde dentro de Feedly, en vez de usar el buzón de correo, y también para Google News. Y luego hay una «enterprise» que sube a 7500 feeds y añade funciones de trabajo en equipo.

Servidor, por una vez en su vida, tuvo vista, y cuando se lanzaron en 2013, se animó a adelantarles noventa y nueve dólares por la versión Pro de por vida, y de adelantarles otros noventa y nueve cuando sacaron la Pro+ , para pasarme a ella también de por vida. Un cierto riesgo en su momento (especialmente en 2013, cuando no se sabía si iban a durar más de dos telediarios), amortizado de sobras hace mucho, muchísimo tiempo ya :-).

Los recibos de las suscripciones de por vida a las versiones Pro y Por+ de Feedly

Históricamente, por cierto, los dominadores del mercado habían sido Google Reader (lanzado en octubre de 2005, lo cerraron en julio de 2013, en lo que seguramente fue la primera gran señal de que Google no era ya aquella compañía simpática del Don’t be evil; podéis leer mi réquiem por Reader, escrito a lagrimones cuando anunciaron el cierre) y, antes de eso, Bloglines (que nació en 2003 y murió —a manos de Google Reader— en noviembre de 2010).

Hay más, sí

¿Alternativas actuales a Feedly? Buscando un poco, tenemos listas de mejores lectores de RSS en LifeHacker, de febrero del año pasado, pero actualizada (al menos en el título) posteriormente, y en Wired, de 2023 y también actualizada en algún momento de 2024 (si preferís leer en español, tenéis la de Genbeta, de finales de 2023). Los que cuentan con más recomendaciones, aparte de Feedly, son Inoreader y NewsBlur, pero aquí os dejo la lista completa:

  • Inoreader: soporta hasta 150 feeds en la versión gratuita, versión pro por 80 euros anuales que sube hasta 2500 y permite seguir webs sin RSS, páginas de Facebook, canales de Bluesky y Telegram, entre otras cosas.
  • NewsBlur: hasta 64 canales en la gratuita, con una pro de precio muy razonable (36 dólares al año) que sube a 1000, y una plus de 100 al año que quita el límite de feeds y conserva el histórico de los contenidos de cada canal.
  • Feeder: hasta 200 feeds en la versión gratuita, con 2500 en la pro (a 8 dólares mensuales), más otras características.
  • Feedbin: con versión de prueba gratuita el primer mes, después del cual hay que pasarse a la suscripción de cinco dólares al mes.
  • Selfoss (no confundir con Selfoss, Islandia): de código abierto, con lo que vas a necesitar un servidor para autoalojarla, y te va a tocar jugar a administrador de sistemas (esto es: si no sabes lo que es un administrador de sistemas, mejor ni lo pruebes), pero a cambio te da todas las funcionalidades, claro.
  • El lector que incluye el navegador Vivaldi. También hay extensiones para Firefox y para Chrome y derivados. Yo recomendaría una de las opciones anteriores antes que un lector en el navegador, pero supongo que es cuestión de gustos.

Hermanito, por su parte, recomienda Miniflux, también de código abierto para autoalojar, pero que tiene una opción de «hosting pagado» por unos muy razonables quince dólares al año.


PS 2025/08/27 Ni un mes después de la entrada, me entero de la existencia de otro lector, Folo, que tiene muy buena pinta pero me provoca algunas dudas. Mis notas, en esta entrada.


La mayoría de servicios, por cierto, añade más características en las versiones de pago, además del límite ampliado de feeds. Prácticamente todos los servicios, por ejemplo, actualizan contenidos un determinado número de veces al día (una o dos veces por hora, habitualmente) en la versión gratuita y algo más rápido (casi continuamente, en la práctica) en las versiones de pago.

Y buena parte de ellas, además de la web, tiene apps tanto para Android como para iOS.

Me he dejado comentar… Existe un formato llamado OPML que sirve para exportar e importar nuestros listados de canales a los que nos hemos suscrito, y diría que el soporte es bastante amplio, con lo que pasarse de un servicio a otro es bastante simple.

¿Por qué me gusta Feedly?

En primer lugar, porque gracias a mi vista, tengo las características de pago más que amortizadas :-), y si me pasara a otra alternativa, me tocaría pasar por caja (o administrar mi propia instalación de Selfoss o Miniflux, o usar el navegador, que ya he dicho que no me parece una buena idea) para poder acceder al nivel de servicio que tengo en Feedly.

Pero también estoy muy habituado a los «tableros» en los que puedo guardar entradas que me interesan, la priorización de noticias o el «noticias relacionadas» que tiene Feedly. Como todas las aplicaciones, podría mejorar, pero estoy bastante contento con el servicio que dan :-).

¿Y si no me gusta ninguna?

En el ecosistema Apple hay unas cuantas aplicaciones, sobre todo para iPhone y iPad, aunque alguna hay con versión para macOS también (véanse Reeder, NetNewsWire, Unread o ReadKit, por ejemplo) que en general actúan como clientes para algunos de los servicios mencionados arriba y que tienen interfaces bastante curradas.

Para Android también hay cosillas, pero diría (me las he mirado entre poco y nada) que no están tan curradas. Buscad RSS en la tienda de aplicaciones y veréis lo que hay disponible.

Fuentes RSS… y el descuido de la prensa

Una cosa que no he dicho es que, en general, para poder suscribirse a una web, esta debe soportar el estándar RSS. Hoy en día el RSS no está de moda, y hace tiempo que la inmensa mayoría de medios decidieron que era más fácil anunciar sus publicaciones en redes sociales (ahora se quejan (con razón, sí, pero ya les vale) de que entre los algoritmos de esas redes sociales y los resúmenes por IA, se están quedando apenas sin tráfico…) y dejaron de promocionar sus RSS y, en muchos casos, de mantenerlos «comme il faut«.

(Los lectores de RSS de pago también suelen ofrecer la posibilidad de suscribirse a páginas sin RSS, digo yo que a través de bots que hacen un poco de scraping. Mi experiencia con el tema es nula, o sea que ni idea de lo bien o mal que funcionarán.)

Aun así, la mayoría de gestores de contenidos que usan esos medios soportan RSS por defecto, con lo cual, aunque no veamos ninguna referencia a ello en la web, siempre vale la pena ir a nuestro lector y buscar el nombre del medio que sea, a ver si hay suerte. Como veréis si aguzáis la vista en la captura de pantalla que abría esta entrada, servidor está suscrito a diferentes canales de El País, La Vanguardia, El Periódico de Barcelona, El Periódico de España, betevé o el New York Times, por ejemplo (disclaimer: que esté suscrito a sus RSS no quiere decir que me gusten sus líneas editoriales), y prácticamente no hay medio grande que no tenga sus canales.

Desafortunadamente, como decía antes, diferentes medios tienen niveles de mimo diferentes. El País, por ejemplo, tiene un listado de canales bastante bien organizado y que nunca me ha dado problemas. La Vanguardia también tiene el suyo… pero llama «Portada» a «absolutamente todo lo que publicamos, incluido el contenido ‘por la pasta’ que nos mataría de vergüenza si apareciese en la verdadera portada de un medio serio como el nuestro», incluyendo publirreportajes encubiertos y noticias de famoseo: mientras que El País publica unas 170 o 180 noticias a la semana en su portada RSS… La Vanguardia publica más de 1000. Que a mí me parece bien que publiques contenido «alimenticio» y de poca o nula calidad, que la cosa está mu’mala… pero no me lo enchufes en la presunta portada, hombre de dios. Y finalmente, El Periódico… El Periódico también tiene su propio listado, bien organizado y enlazadito desde la portada… pero ha sido al buscarlo para ponerlo aquí que he podido comprobar que su canal de portada vuelve a funcionar, porque lo eliminé de mi lector hace meses… después de que dejase de funcionar durante semanas.

Y también están los blogs, claro

Que los que teníamos blogs también nos dejamos encantar por el canto de sirena de las redes sociales, ciertamente, pero todavía quedan un montón de blogs guays a los que vale la pena suscribirse (cof, cof, obm), como el de hermanito, McMansion Hell, Abject, bavatuesdays, Grumpy Gamer, ICTlogy, ongoing by Tim Bray, el de Stéphanie Walter, el de Eric Meyer o el linkblog (¿qué fue de los linkblogs?) de Waxy.org

Si tienes algún blog que recomendarme, aquí abajo tienes los comentarios, por cierto 😇.

«One more thing» para cerrar

Una última recomendación antes de irnos: después de hacer vuestros pinitos con un lector de RSS y, posiblemente, seguir a más fuentes de las que deberíais, igual os interesa leer mi ¿estrategia? para gestionar la información (que no es que no me tenga comodísimo bajo el alud de información, pero sobrevivo, que no es poco).

Más de mil setecientas palabras de entrada… Quién me ha visto y quién me ve. Espero que haya sido de interés. ¡Hasta la próxima!


PS 2025/10/13 Añado un recurso: A deep dive into the rss feed reader landscape.