Lo que la web podría haber sido. O no.

Descubrí hace unos días (no recuerdo ya cómo) esta antigua entrevista con Robert Cailliau (realizada en algún momento de finales de los 90) en la extinta revista Computing Now de la IEEE.

(¿Que quién es Robert Cailliau? Con Tim Berners Lee, uno de los papás de la web. No tan importante como «tito Tim», pero probablemente la historia le haya ninguneado un poco.)

(Que una revista del IEEE deba consultarse en archive.org, y no en su URL original, es, efectivamente, un poco triste (parece que 2017 aún estaban en su sitio, comentan por aquí).)

En cualquier caso, la entrevista no tiene desperdicio, y merece la pena seguir el enlace y leerla completa, pero como de costumbre, copio-traduzco-y-pego algunos fragmentos que me han parecido especialmente destacables…

Sentía que necesitábamos poder hacer algo más que producir algo y luego imprimirlo en papel; necesitábamos poder navegar por él. Había existido un proyecto llamado CERNDOC [está hablando de 1987 u 88], que era un sistema completamente basado en VM, CMS e IBM. Era una especie de sistema jerárquico en el que se podía buscar documentación, sacar un documento y luego tal vez imprimirlo. Pero sentía que todo debería haberse basado en hipertexto, o que al menos deberíamos investigar qué se podía hacer con él. Pensaba que tal vez incluso podríamos hacer cosas en la red, pero no había pensado en Internet.

Cailliau comenta, también, la importancia de Hypercard como inspiración para pensar que se debería poder enlazar de cualquier página a cualquier página, y no solo navegar en árbol, como [creo que] hacía CERNDOC, que se había puesto en marcha en el CERN en el 84 y que, obviamente, también inspiró a Berners-Lee. Y también hace hincapié en que en los setenta había trabajado en sistemas de documentación estructurada.

También estaba trabajando con el sistema de control del sincrotrón de protones, el más pequeño, pero más complejo, de nuestros aceleradores de partículas, y allí, en la década de 1970, establecimos un sistema de computadoras que hablaban entre sí. Los programas en realidad se enviaban a sí mismos a través de la red, y yo escribí un intérprete de «bytecode» para el código móvil.

Esta historia no se ha contado mucho, pero teníamos todo eso, y la documentación también estaba ahí. Teníamos nuestra propia red de control de procesos; teníamos nuestro propio lenguaje interpretativo. Tuvimos todo, y esto fue en 1973-74.

Todo se hizo en computadoras Norsk Data. Eran una pequeña empresa noruega —la última empresa informática independiente de Europa, creo— y después de eso no hubo nada excepto en los EE. UU. Y, por supuesto, desde la perspectiva de EE. UU., si no se hace en los EE. UU. no existe en la informática, ¿verdad?

En los setenta. Un intérprete de «bytecode». Para que luego nos creamos que Flash o los applets de Java eran una novedad…

Al mismo tiempo, Tim Berners-Lee tenía ideas muy similares, pero también conocía Internet, de la que yo no sabía nada. Un amigo común, Mike Sendall (quien además era el jefe de Tim) dijo: «Mira, vosotros sabéis lo que estáis haciendo. ¿Por qué no os sentáis y habláis?» Entonces leí la propuesta de Tim.

[Su propuesta] no tenía nombre, pero decía esencialmente lo mismo. También se basaba en hipertexto, y estaba planeada para que fuera accesible a todos los formatos, etc. Había dos diferencias principales: usaba Internet y tenía algo funcionando que mostrar. Así que básicamente me rendí y me uní a él de inmediato. Era obvio que no servía de nada intentar hacer otra cosa que seguir adelante con su propuesta.

Así que escribimos una propuesta común para conseguir recursos y atención de gerencia, y para convertirlo en un proyecto interdivisional (estábamos en dos divisiones diferentes, y una división del CERN tiene alrededor de doscientas a trescientas personas) y esa propuesta de proyecto se llamó World Wide Web. Eso fue en mayo de 1990.

Un navegador podría no haber sido [solo] un navegador…

Luego trabajamos duro y Tim sacó la versión de NeXTStep bastante rápido. La versión NeXTStep era navegador y editor, que era lo mismo; no había diferencia entre autor y lector.

Entrevistador— Tim me lo había dicho. Que realmente tenía la intención de que la implementación fuera tanto un editor como un navegador, pero de alguna manera se perdió por el camino. ¿Esa era la intención?

Sí, y creo que, mirando atrás, el mayor error cometido en todo el proyecto fue el lanzamiento público del navegador en modo de línea. Dio a los «hackers» de Internet acceso inmediato, pero solo desde el punto de vista del navegador pasivo, sin capacidad de edición. La versión de NeXTStep era mucho más potente. Y era mucho más elegante. Fue bastante deprimente tener que dar un paso atrás y decir: «¿Tengo que portar esto a un PC?»

Me voy a permitir estar en desacuerdo con Cailliau (ole yo): la complejidad que le habría sumado eso al navegador/editor no habría sido problema en el CERN, ni en muchos otros de los primeros entornos en los que circuló la web, pero a la larga habría frenado el avance de la web de manera brutal. ¿Habríamos roto la regla que dice que el 90% de personas ve contenido sin editar, el 9% edita y comenta, y solo el 1% crea? Quizá la habríamos movido algo, pero al precio de frenar la evolución… Quién sabe qué habría pasado. Quizá hoy en día navegaríamos hipertexto con algún heredero de Gopher, por ejemplo, y no en la web, para alegría de alguno que me sé yo.

Y si no lo llegan a portar a un PC… quién sabe si hoy en día conoceríamos hoy el término «world wide web».

Luego viene el tema de los gráficos…

También tenía gráficos, por supuesto. Podías mostrar PostScript.

Entrevistador: ¿Podías mostrar PostScript directamente?

Por supuesto. Se diseñó como un programa para mostrar gráficos. Y mostraba una ventana diferente con cada clic. No te perdías tan fácilmente.

Entrevistador: Entonces era integral. ¿Y mostraba GIFs?

No. No mostraba mapas de bits, los mapas de bits no son escalables, ¿verdad? No puedes hacer nada con ellos. Son una tontería. Los mapas de bits no son gráficos; son el resultado de la visualización de gráficos. No puede expresar gráficos en puntos y un mapa de bits no tiene métrica. No tiene sentido.

Entrevistador: ¿Querías gráficos vectoriales?

Bueno, quieres que esté en unidades, en unidades de distancia medibles, porque los píxeles son diferentes en cada pantalla y en cada impresora. Cuando quieres hacer matemáticas creando mapas de bits a partir de fórmulas, terminas con algo absolutamente horrible, dependiendo de cómo las trates. La mayoría de las veces, incluso en la pantalla, termina siendo horrible.

¿Tiene buena parte de razón en su discusión bitmap-vectorial? Desde luego. Si la web no hubiese comenzado a mostrar formatos bitmap muy pronto, ¿habría llegado muy lejos? Probablemente no. Hete aquí otro caso en que la fuerza bruta de la ley de Moore derrota a la elegancia sin despeinarse.

De lo de que los gráficos se mostraran en ventanas aparte, una por gráfico… tiene su lógica si vives en el mundo de las publicaciones científicas (y más las de la época), pero tampoco parece una idea brillante fuera de su entorno…

Entrevistador: ¿Había algo como marcadores o un historial de lugares visitados?

¿Por qué iba a necesitar algo así? Cada vez que haces clic, tienes una nueva ventana. Si encuentras una ventana interesante, la vinculas a tu página de inicio. Tu página de inicio, que es un HTML en tu máquina, eso es lo que realmente significa una página de inicio, funcionaba como su página de «marcadores». Dado que tu página de inicio seguía ahí, junto con la página interesante recién encontrada, pondrías el cursor allí, harías clic y arrastrarías el enlace. Y ya está. Si necesitas más de una página para los marcadores, simplemente creas nuevas páginas HTML locales.

Dos apuntes más. Arrastrar enlaces. Drag and drop, sí. La web original iba a ser WYSIWYG. Que parece un sueño pero, visto lo visto a mí me hace pensar que la cosa habría evolucionado mucho más lentamente. El HTML y el CSS, por mucho que lo odiemos, ha hecho la web lo que es, y el WYSIWYG tiene muchos riesgos, a medida que los diseños se vuelven más sofisticados. Si WordPerfect se hubiese impuesto a Word todos seríamos más felices. Creedme.

Y el otro apunte. Lo que sugiere Cailliau, de mantener una «home» así, puede hacerse, hoy en día, con relativa facilidad. Conozco a un ser humano que lo hace, incluso. Uno. No es el mismo que habría preferido un hipertexto basado en Gopher, pero es probable que también acabe leyendo esto. Los «bookmarks» seguramente no tienen hoy mucho sentido: el autocompletar de la barra de URLs resuelve la papeleta con frecuencia, y si no, buscas en Google y seguramente sea más fácil que gestionar bookmarks. Pero la URL y la barra de direcciones, de nuevo, son parte fundamental de lo que ha convertido la web en lo que es hoy.

Lograr que la administración del CERN aceptara que la biblioteca de código básica debía ser de dominio público fue uno de mis logros. Sentía que era importante distribuir la biblioteca básica libremente, para ponerla a disposición de todos sin ningún compromiso, para que pudiera explotar. …

Quizá el apunte más importante de la entrevista. Alguien debería darle muchos premios a Cailliau por hacer el código abierto desde el principio. Y seguimos con más filosofía de cómo debería ser la web…

Sin embargo, HTML también es defectuoso, porque es demasiado simple. Por ejemplo, para las matemáticas no hay posibilidad de elevar algo a una potencia y no hay gráficos en HTML. Es de suponer que esto cambiará con la introducción de XML, del que espero mucho.

De nuevo, me permito estar en desacuerdo. Las limitaciones de HTML han sido una pieza fundamental de su éxito. Que XHTML (estricto, entendido como un dialecto de XML) no llegara nunca a gran cosa no demuestra nada, pero va en esa línea. Sigamos…

El desarrollo de HTML no era una prioridad y, por supuesto, agregarle cosas indiscriminadamente no es bueno. Soy muy inflexible sobre esto: quiero mantener la estructura separada de la presentación. Odio cuando un sitio fuerza, por ejemplo, el tamaño de fuente a Times 7.0 en contra de todo lo que intento, con el resultado de que simplemente no puedo leerlo. Luego tengo que descargar el HTML y quitar las etiquetas si quiero leerlo. Las hojas de estilo nos ayudan más o menos, pero aún no están completamente implementadas.

Por cierto, teníamos una forma burda de hojas de estilo en el primer navegador porque las usaba todo el tiempo para demostraciones. Usaba tres estilos: uno para proyectar desde la pantalla, otro para imprimir y otro para editar. ¡Sin cambios en los archivos HTML!

Amén. Afortunadamente las hojas de estilo tardaron en llegar (y aún les queda), pero lo que nos han hecho ganar es espectacular.

Otro fragmento que me encanta es sobre el caótico crecimiento de la web…

Entrevistador: ¿Entonces fue una explosión descontrolada, una especie de reacción en cadena?

Sí, y eso es algo muy positivo. Había todas estas personas que veían un bien común y un objetivo común, y pasaban sus fines de semana y noches en ello. Hicieron algo que creo que al final fue muy útil. El otro extremo habría sido hacer esto muy corporativo y controlado, y eso no habría funcionado en absoluto. Así que habría preferido estar un poco alejado de la anarquía extrema que realmente sucedió, pero definitivamente me alegro de que nos mantuviéramos alejados de la forma propietaria, corporativa o institucional.

Realmente creo que ninguna empresa de telecomunicaciones, ninguna empresa de software, ninguna empresa de hardware podría haber creado esto. Solo una multitud tan dispersa, intuitiva, joven y entusiasta podría haber hecho esto, con todas las desventajas de eso también.

Entrevistador: Entonces estás diciendo que la Web es realmente hija de Internet.

Oh, absolutamente, sí, aunque es hija no solo de Internet, sino de una cultura de redes primitiva. Podría haber sucedido en otra red abierta, pero no había ninguna otra.

Podría levantarme y aplaudir. O hacer un mural con ello. A poder ser, delante de las sedes de las grandes empresas que tanto controlan la web hoy en día :-S.

Y ahora, sobre la llegada de la gran revolución, Mosaic…

Luego, por supuesto, vino algo que puede verse como positivo o negativo según la perspectiva: el lanzamiento de Mosaic. Tuvimos grandes problemas conceptualmente con Mosaic porque era una especie de Volkswagen Escarabajo del transporte. Todo el mundo puede permitírselo, no se necesita tiempo para instalarlo, hace algo que es nuevo, pero no acaba de ser transporte. Las analogías son todas falsas, pero entiendes lo que quiero decir.

Entrevistador: Pero el Escarabajo fue muy popular.

Correcto, y Mosaic también. Estaba bien, pero era monoventana. Ventana única, sin edición, que se hizo popular por dos cosas: era mucho más fácil de instalar que cualquiera de los otros, mejores navegadores basados ​​en X Window que le precedieron, porque llegó como un gran «blob» para máquinas Unix. Su segunda característica, muy atractiva, era que se acercaba a lo que la gente conocía: imágenes en línea.

Personalmente, no quería que las imágenes estuvieran en línea [en la misma ventana que el documento]. Es una molestia porque no puedes mantener la imagen a la vista. Por ejemplo, cuando lees un artículo de física, quieres ver los diagramas mientras examinas el texto. No querrás perder esa imagen y no querrás que se pierda de vista. Pero todos los navegadores actuales hacen eso, es como una presentación de la página impresa independiente de la plataforma.

Como apunta el propio Cailliau, Mosaic, con sus limitaciones, fue lo que popularizó la web. Y sin él, vaya usted a saber si la web habría dejado de ser una herramienta para académicos. LaTeX es un gran procesador de documentos… pero fueron WordPerfect y Word los que consiguieron que dejáramos atrás la máquina de escribir.

En fin. Podría seguir, pero ya me he pasado de las dos mil palabras… En cualquier caso, si os interesa la historia de la web, y los puntos de vista, tanto los brillantes como los más discutibles, de uno de sus creadores, no os perdáis la entrevista.

«Trust and safety» en Vergecast

En los últimos meses el Vergecast se ha convertido en uno de mis podcasts de referencia en cuanto a tecnología. Dedican un episodio a la semana repasar la actualidad tecnológica y es extremadamente recomendable. Cada semana hay un segundo episodio en el que Nilay Patel (un tipo con mucho criterio) entrevista a una figura relevante de la industria. Con la cercanía de las elecciones estadounidenses del año que viene la intersección de política y tecnología, un tema absolutamente inevitable en la actualidad. La semana pasada entrevistaba a Alex Stamos, actualmente director del Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford y ex «chief security officer» en Facebook y, antes de eso, en Yahoo. La entrevista es muy interesante y gira en gran parte alrededor del concepto de «trust and safety» del título de la entrada, que es el nombre del equipo de Facebook que tiene la muy poco envidiable misión de prevenir, detectar y atajar los abusos que se dan en su plataforma. El tema es de una importancia vital. Tanto como para tomar apuntes. Y aquí abajo van mis apuntes. Absolutamente parciales y sesgados, pero ahí los dejo (y que quede claro que mis apuntes y mis opiniones no tienen por qué tener mucho en común, aun a pesar del sesgo). Espero que sirvan de acicate como para dedicarle el tiempo a bajarse el podcast y escucharlo.

Sobre las «meme wars» en las elecciones: la responsabilidad es de las plataformas tecnológicas y estas han tomado medidas. En 2016 este trabajo no correspondía a nadie y ahora es una amenaza que se tiene en cuenta en Google, Twitter y Facebook.

Todo lo que los rusos hicieron en Estados Unidos en 2016 lo habían hecho durante mucho tiempo en Ucrania.


El movimiento de Facebook hacia una plataforma más privada plantea preguntas fascinantes sobre lo que queremos de las redes sociales. Si se mueven hacia mensajería de grupos con menos amplificación, se reduce la amplificación «uno-a-muchísimos» de cuentas sociales con muchísimos seguidores de 2016. Pero la comunicación en chats privados se vuelve invisible.

Cuando das privacidad a todo el mundo también se la das a «los malos». A la larga, eso es bueno para las redes sociales porque reduce su responsabilidad, pero el daño puede continuar sucediendo.

En las elecciones en India tanto el partido en el poder como la oposición tenías sus granjas de «trolls». En lugar de lanzar un mensaje a un millón de personas, decenas de miles de personas reenviaron sus mensajes a sus amigos. La misma amplificación con algo más de trabajo y mucho más difícil de estudiar por el cifrado. El movimiento hacia el cifrado es en general positivo pero tiene sus efectos secundarios.

Opciones para parar este tipo de mensajes sin romper el cifrado de extremo a extremo sin puertas traseras. Por ejemplo, procesar el mensaje en el dispositivo antes de ser cifrado y enviado y al menos alertar al remitente, de manera respetuosa con la privacidad y la libertad del usuario. O reconocer imágenes en el dispositivo del receptor del mensaje y alertar del potencial contenido de la imagen antes de mostrarla. Las compañías adquirirían un papel más paternalista, con los problemas que esto puede suponer.

Hay una componente cínica en el cifrar las comunicaciones. A las plataformas se les pide cifrado y que no sepan qué se dicen sus usuarios y, a la vez, que protejan a esos mismos usuarios. Ambas cosas son incompatibles. Facebook, históricamente, ha intentado situarse en una posición intermedia y no ha funcionado: se les puede criticar desde los dos lados y ahora Zuck ha decidido lanzarse hacia uno de los extremos con la privacidad y el cifrado, reduciendo la moderación de contenido, que le era un problema, porque una vez que comienzas a moderar se abre un problema sin fin.

Como sociedad no hemos decidido el punto hasta el que queremos mantener segura a la gente en línea y cuánto queremos controlas sus acciones para tal efecto y quién se encarga de ello.

Se oyen voces pro control del discurso con un volumen que nunca habíamos oído en la era «pre tech». Lo que ha hecho el sector tecnológico es permitir conversaciones sobre ese control del discurso que no habrían sido aceptables en los doscientos años anteriores.

¿Las reglas se van a elaborar de manera democrática o las elaborarán actores privados? En el entorno estadounidense el gobierno no puede encargarse gracias a / por culpa de la primera enmienda. Todos los demás gobiernos angloparlantes están considerando regulaciones del discurso en línea ridículas. Australia se ha adelantado pero en el Reino Unido se están gestando cosas. Facebook no puede considerar principalmente el caso estadounidense por la distribución de sus usuarios. Y globalmente lo que pasa es más legislación pro privacidad como la RGPD.


El entrevistador pregunta si tendría sentido ofrecer el equipo de «trust and safety» como servicio «à la AWS» para start ups para poner estos servicios al alcance de compañías que no tienen la escala de Facebook («trust and safety» sería el equipo encargado de mitigar los abusos en línea en una plataforma, y es bastante diferente de lo que se considera tradicionalmente «seguridad»). Esto permitiría que surgiesen nuevas redes sociales sin tener que desarrollar un equipo encargado de estos problemas, algo potencialmente imposible. Según Stamos esto es algo que actualmente solo se puede aprender desde el rol de aprendiz en el equipo de una empresa como Facebook. Como el equipo antifraude de Paypal, son cosas que no se pueden aprender en un entorno académico tradicional. Es racional esperar que esto se convierta en una industria de la misma manera que AWS convirtió su experiencia en una industria. Twitter sería la frontera: por debajo de su escala no puedes atacar estos problemas sin subcontratar. Y, por ejemplo, en Alemania ya ha surgido alguna empresa dedicada asesorar sobre el cumplimiento de la legislación del país.

A los responsables de producto se les mide por el crecimiento, y no por si han generado una enorme cantidad de riesgo al hacer crecer su producto.

Quizá debería mirarse a la industria financiera post crisis de 2008 y su gestión del riesgo y cómo se ha llevado esa responsabilidad hacia los responsables de los productos.

Es razonable que una empresa pequeña no tenga un responsable de «trust and safety», pero es necesario que la gente de producto y de ingeniería sean conscientes de los temas asociados. Estas cosas deben considerarse y tratarse desde el inicio, no mitigarse como se pueda (o no) a posteriori. Son temas mucho más difíciles de predecir y anticipar que los tradicionales de seguridad porque son muco más específicos del funcionamiento del producto, los usuarios y sus costumbres. Va a haber más trabajo en detección y respuesta que en prevención. Pero eso no significa que no se deba anticipar y prever la necesidad. No deberías enterarte de los problemas de tu producto o servicio por la prensa.


Uno de los grandes problemas de Twitter es que es muy difícil definir qué es una cuenta falsa, dado que es perfectamente razonable que una cuenta sea anónima. En su defensa debe decirse que son mucho más transparentes con sus acciones que Facebook y Google (siendo Google la menos transparente con diferencia). Si se habla del problema chino en particular, también hay que tener en cuenta que tanto Facebook como Twitter han abandonado la esperanza de tener una buena posición en el mercado chino, mientras que Google lo está intentando con ahínco. Facebook ha añadido más recursos humanos al problema de la moderación que el total de trabajadores de Twitter.

La posición de YouTube es extremadamente opaca y la menos razonada. El poder del algoritmo de recomendación de YouTube es el mayor de todos y, por tanto, también lo debería ser su responsabilidad.

La solución de todos estos problemas pasa por los usuarios, en cualquier caso. La centralización de los medios de información del siglo XX (y los sistemas anteriores) se ha acabado. Cada vez que ha habido un cambio en esa organización la sociedad se ha tomado un tiempo en interiorizar el nuevo status quo y ha pasado por un pánico moral, y es natural que a nosotros nos toque lo mismo. Eso no elimina la responsabilidad de las empresas pero al final les toca a los individuos. La ruptura del oligopolio de la información tiene muchísimos efectos beneficiosos, pero también los negativos y en consecuencia nos exige más responsabilidad. Los trabajos académicos sobre el campo apuntan a que las nuevas generaciones son algo menos vulnerables a fenómenos como las fake news y por tanto hay espacio para el optimismo y suponer que estamos en el proceso de interiorización del cambio.

En cualquier caso, empresas como Facebook y Twitter han pasado a tener poderes casi de estado, pero sin la «accountability» y la necesidad de transparencia. En Estados Unidos, dada la primera enmienda, deben ocuparse de los problemas de los límites del discurso, y eso plantea una serie de problemas de muy difícil solución. Facebook toma más decisiones de moderación de contenidos en una hora que todo el sistema judicial federal de Estados Unidos en un año.

¿Por qué se publican artículos científicos?

En una excelente entrevista que le hacen en Computerphile a Tony DeRose, jefe de investigación en Pixar y doctor en informática por la Universidad de California en Berkeley, le plantean esa pregunta. Me encantaría pensar que todos los académicos darían, honestamente, la misma respuesta…

…Hemos tomado la filosofía de publicar todo aquello de lo que estamos orgullosos y es publicable en el campo. Hay unas cuantas razones para ello. Una es que exponernos a la disciplina de la publicación y la revisión entre pares mejora nuestro trabajo porque hay otras personas que lo leen y lo critican cuidadosamente

Una historia más…

Hoy toca «off topic» extremo.

Anava a col·legi. Hi vaig anar tres mesos. Vaig anar mentre el meu pare va estar malalt, des de que encomença el col·legi hasta Nadal. I després el meu pare va morir el 29 de desembre i, com que allabontes estàvem a l’hivern quan va tornar el col·legi vaig tornar a anar a col·legi, quan encomença, i vaig anar a col·legi hasta allà el vint de març, Iba al colegio. Fui tres meses. Fui mientras mi padre estuvo enfermo, desde que comienza el colegio hasta Navidad. Y después mi padre murió el 29 de diciembre y, como que estábamos en invierno cuando volvió el colegio volví a ir al colegio, cuando empieza, y fui al colegio hastá allí el veinte de marzo,
perquè estàvem en guerra, era el primer any de guerra i van venir a primers de març i ens van bombardejar i ens van xafar la casa. I en xafar-nos la cas mo’n vam tenir que anar a l’horta i no hi havia ni… no hi havia res, porque estábamos en guerra, era el primer año de guerra y vinieron a principios de marzo y nos bombardearon y nos chafaron la casa. Y al chafarnos la casa nos tuvimos que ir a la huerta y no había ni… no había nada,
perquè estava el front allà a l’Ebre i va ser una de les dos d’allòs que hi va haver, de les dues guerres que hi va hi haver, bueno, de les dos, no sé com se diu… [Batalles?] Sí. Pues va ser una a l’Ebre porque estaba el frente allá en el Ebro y fue uno de los dos destos que hubo de las dos guerras que hubo, bueno, de las dos, no se cómo se dice… [¿Batallas?] Sí. Pues fue una en el Ebro
que va ser un dels grans, i l’altre a Belchite. I a nosaltres ens va tocar. Se va morir el meu pare, als tres mesos ens xafen la casa, mo’n tenim que anar a l’horta, sense el meu pare. I els soldats, que estàven que fue uno de los grandes, y el otro en Belchite. Y a nosotros nos tocó. Se murió mi padre, a los tres meses nos chafan la casa, nos tenemos que ir a la huerta, sin mi padre. Y los soldados, que estaban
tots allí, i els moros, els italians i els alemanys. Estàvem allà i no teníem res. I allabontes, saps que fíem? Perquè hi havia molts soldats i, quan dinaven, es deixaven trossos de pa i els tiraven. I jo amb un sac anava i els recollia. todos allí, y los moros, los italianos y los alemanes. Estábamos allí y no teníamos nada. Y entonces, ¿sabes qué hacíamos? Porque había muchos soldados y, cuando comían, se dejaban trozos de pan y los tiraban. Y yo con un saco iba y los recogía.
I aquell pa el guardàvem a casa i li donàvem a les gallines, el tiràvem al corral i menjaven les gallines i els conills. I després la meva mare en posava en remull i també li donàvem al tossino. I quan se’n van anar tots els soldats teníem Y aquel pan lo guardábamos en casa y se lo dábamos a las gallinas, lo tirábamos al corral y comían las gallinas y los conejos. Y después mi madre lo ponía en remojo y también le dábamos al tocino. Y cuando se fueron todos los soldados teníamos
un sac així, perquè el que estava més net el guardava per què se sequès per després aprofitar-lo. Tenia un sac així i jo recollia tot el pa dels soldats que tiraven. I després portava la roba bruta dels soldats. un saco así, porque el que estaba más limpio lo guardaba para que se secase para después aprovecharlo. Tenía un saco así y yo recogía todo el pan de los soldados que tiraban. Y después llevaba la ropa sucia de los soldados.
Que arribava abans la roba que jo, perquè anava plena de titis. I la portava a casa i la meva mare l’escaldava i matava lo que podia, la rentava. I allabontes la tia Joaquina posava si faltava un botó, la cosia si hi havia algo i la planxava i jo la tornava. Que llegaba antes la ropa que yo, porque iba llena de titis. Y la llevaba a casa y mi madre la escaldaba y mataba lo que podía, la lavaba. Y entonces la tía Joaquina ponía si faltaba un botón, la cosía si había algo y la planchaba y yo la devolvía.
I quan la tornava els soldats me pagaven. I als cuiners no lis donava la roba si no me donaven pa sense tocar per puguer menjar nosaltres. Me has de pagar con pan, sino no te traigo la ropa. I em pagaven amb pa. Y cuando la devolvía los soldados me pagaban. Y a los cocineros no les daba la ropa si no me daban pan sin tocar para poder comer nosotros. Me has de pagar con pan, sino no te traigo la ropa. Y me pagaban con pan.
Així que era ben petita i portava tot el pa a casa, perquè la roba l’anava a buscar jo i la tornava jo. Els altres no es movien. I era ben petita. Així que vaig tenir que treballar tota la meva vida… Así que era bien pequeña y llevaba todo el pan a casa, porque la ropa la iba a buscar yo y la devolvía yo. Y los otros no se movían. Y era bien pequeña. Así que tuve que trabajar toda mi vida…
Alto, que el primer any de guerra encara vam anar a collir olives a Llardecans [a uns 27 quilòmetres de Fraga]. I anant a collir olives a Llardecans, que encara vam anar allà, resulta que collíem les olives de terra, les alberquines. Alto, que el primer año de guerra aún fuimos a recoger olivas a Llardecans [a unos 27 kilómetros de Fraga]. Y yendo a recoger olivas a Llardecans, que aún fuimos, resulta que recogíamos las olivas del suelo, las alberquinas.
En collia quinze quilos cada dia. Collia un doble i mig. Jo collia una cistelleta que tenia aixís petita l’Ernesto i la tenia que aplenar, quinze cistelletes i tenia festa. Allí me tens, lo que era jo, que era un filet, així primeta, Recogía quince kilos cada día. Recogía un doble y medio. Yo recogía una cestita que tenía así pequeña Ernesto y la tenía que llenar, quince cestitas y tenía fiesta. Allí me tienes, lo que era yo, que era un hilito, así delgadita,
me tenies agenollada i collint totes les olives de terra, que te se menjen totes les ungles, perquè has de treballar així. Pues jo ho fia això i mira si era petita. Vull dir que em va tocar treballar per totes bandes. me tenías de rodillas y recogiendo todas las olivas del suelo, que se te comen todas las uñas, porque tienes que trabajar así. Pues yo hacía eso y mira si era pequeña. Quiero decir que me tocó trabajar por todos lados.
I ara estic que m’ho serveixen tot… Ara que no puc córrer a veure les coses em serveixen tot. Bueno. Ja he corregut bastant… Y ahora estoy que me lo sirven todo… Ahora que no puedo correr a ver las cosas me sirven todo. Bueno. Ya he corrido bastante…

Les nenes allabontes no teníem juguets. Perquè jo de juguets només me’n recordo d’haver-ne tingut una lechería. I la lechería tenia un taulell aixís, amb quatre potetes petitetes, i a dalt hi havia el litro, el mig litro, el quart de litro i allà posàvem aigua i era la llet quan jugàvem. Las niñas entonces no teníamos juguetes. Porque yo de juguetes sólo recuerdo haber tenido una lechería. Y la lechería tenía un mostrador así, con quatro patitas pequeñitas, y encima había el litro, el medio litro, el cuarto de litro y allí poníamos agua y era leche cuando jugábamos.
No teníem res més. I nines en vaig tenir una, que me la va portar el meu cosí, me la va portar l’Antonio, que era un cosí molt gran, m’entens, perquè tenia no sé quants anys més que jo, me’l va portar i era un nino de pedra molt mono. No teníamos nada más. Y muñecas tuve una, que me la trajo mi primo, me la trajo Antonio, que un primo muy mayor, me entiendes, porque tenía no sé cuántos años más que yo, me lo trajo y era un muñeco de piedra muy mono.
Portava un cascabellet aquí. I la meva mare perquè no el trenqués me’l va posar allà a una tauleta que tenia a una rinconera. Tenia, per exemple, aquest rincó, i d’aquí cap amunt, tenia una vitrina, tenia la Purísima Concepción i un ram de flors a un costat i un altre ram de flors a l’altre, Tenía un cascabelito aquí. Y mi madre para que no lo rompiera me lo puso allí en una mesita que tenía en una rinconera. Tenía, por ejemplo, este rincón y, de aquí para arriba, tenía una vitrina, tenía la Purísima Concepción y un ramó de flores a un lado y otro lado de flores en el otro,
que és lo que havien portat el meu germà gran i la tia Joaquina per fer la comunió. I quan van fer la comunió anaven molt macos, qu si una vegada vas al mont de la Quima encara veuràs la fotografia allà. que es lo que habían llevado mi hermano mayor y la tía Joaquina para hacer la comunión. Y cuando hicieron la comunión iban muy guapos, que si alguna vez vas al monte de la Quima aún verás la fotografía allí.
Era una foto que els hi van fer, aixís de gran. Bueno, pues la meva mare tenia alló i abaix tenia una tauleta aixís de petita amb quatre potes i allí hi va posar un drap blanc molt mono i em va sentar aquell nino i no em va deixar jugar perquè no el trenqués. Era una foto que les hicieron, así de grande. Bueno, pues mi madre tenía aquello y debajo tenía una mesita así de pequeña con cuatro patas y allí puso un trapo blanco muy mono y me sentó aquel muñeco y no me dejó jugar para que no lo rompiese.
Abans pensaven aixís. Aixís pensaven i teníem que respectar-ho. Jo no ho respectava… Perquè fia lo que podia. I aquell nino no sé lo que es va fer. Perquè va venir la guerra, segurament es va trencar sense jugar. Antes pensaban así. Así pensaban y teníamos que respetarlo. Yo no lo respetaba… Porque hacía lo que podía. Y aquel muñeco no sé qué se hizo de él. Porque vino la guerra, seguramente se rompió sin jugar.
Jo només vaig tenir una nina que li van portar els reis a la tia Joaquina, que segurament que va ser el tiet Salvador d’aquí de Barcelona, i vaig jugar amb la nina que ella va deixar, però no hi va haver més nines. Però bueno. Ens vam tenir que espavilar i tirar endavant. Per això després van passar tantes coses. Yo sólo tuve una muñeca que le trajeron los reyes a la tía Joaquina, que seguramente fue el tío Salvador de aquí de Barcelona, y jugué con la muñeca que dejó ella, porque no hubo más muñecas. Pero bueno. Nos tuvimos que espabilar y tirar adelante. Por eso después pasaron tantas cosas.

Son dos historias más de tantas, o tan pocas, que me contó mi abuela, que ha fallecido hoy. Las dos únicas que se me ocurrió grabar. Hoy todas las demás historias se han borrado casi del todo. Y el tiempo, testarudo, las acabará borrando completamente y sólo quedarán las historias de los historiadores.

La Reina del Código


Interesante minidocumental (no llega a diecisiete minutos) el que le dedican en FiveThirtyEight a Grace Hopper, una de las mujeres más importantes de la historia de la informática (mejor dicho: una de las personas más importantes de la historia de la informática, que resulta ser mujer). Como a más de uno le cuesta el inglés, transcribo y traduzco… (que los dioses de la propiedad intelectual me lo perdonen).


Mujer desconocida
 

Todo el mundo tiende a hacer la broma de que las mujeres en la industria informática son como los unicornios: no existen.

Mujer desconocida
 

Durante mucho tiempo la informática ha sido vista como una cosa de hombres.

Mujer desconocida
 

Siempre hablamos de Steve Jobs y Bill Gates.

Mujer desconocida
 

Grace Hopper es, de lejos, uno de los personajes más enigmáticos de la informática.

Telle Whitney, presidenta del Anita Borg Institute
 

Telle Whitney: Llegó a la informática cuando la informática no era una disciplina, ni una profesión.

Kathleen Williams, biógrafa de Grace Hopper
 

Kathleen Williams: Grace Hopper iba muy por delante de su tiempo. Fue disruptiva mucho antes de que esa fuese una expresión aceptada.

Kurt Beyer, biógrafo de Grace Hopper
 

Kurt Beyer: No creo que hubiésemos llegado a oir hablar de Grace Hopper si no llega a ser por un suceso que tuvo lugar el 7 de diciembre de 1941.

Grace Hopper en 1983
 

GH: El 41 fue Pearl Harbour. E mundo estaba en un estado muy, muy crítico. En este país todo el mundo intento hacer algo por el esfuerzo bélico.

Kathy Kleiman, ENIAC Programmers Project
 

Kathy Kleiman: Durante la Segunda Guerra Mundial se dio una llamada para que las mujeres ocupasen roles de hombre.

Kurt Beyer: La Segunda Guerra Mundial fue una guerra de ciencia. Y para tener una guerra de ciencia, se convierte también en una guerra de matemáticas. Así, algunos de los problemas más importantes que debían solucionarse eran tablas de balística.

Kathy Kleiman: Así que fueron y contrataron mujeres y les dieron el título de computadoras. Las computadoras eran un grupo de mujeres calculando a mano las trayectorias balísticas.

Kurt Beyer: Descomponías el problema y volvías al cabo de dos o tres días y tenías el problema resuelto.

GH: Yo también quería, desde hacía tiempo, apuntarme a la Armada, pero era una profesora universitaria de matemáticas (NdT: había nacido en 1906, se doctoró en matemáticas en 1934 y en 1941 era profesora asociada en Vassar College). Cuando finalmente me dieron permiso para abandonar Vassar…

Kathleen Williams: Grace tuvo grandes dificultades para incorporarse a la Armada. En primer lugar, ya tenía treinta y tantos años. Y en segundo lugar, no pasó las pruebas físicas.

GH: Tenía treinta y siete años. La Armada considera que debo pesar 63 kilos. Yo peso 48.

Kurt Beyer: El oficial de reclutamiento no sabía qué hacer con ella. O sea que la asignaron al proyecto secreto en Harvard.

GH: Entré por la puerta y el Comandante Aiken me miró y me dijo «¿Dónde narices ha estado?». Entonces señaló con la mano el Mark I, los 15 metros que ocupaba y me dijo «eso es un motor de computación». Siempre me han encantado los cacharritos. Y me temo que, por dentro, cuando vi por vez primera el Mark I pensé «vaya, es el cacharrito más precioso que he visto en mi vida».

Kurt Beyer: Howard Aiken era estudiante posgraduado de física en Harvard. Cuando empezó la guerra volvió a la Reserva y a trabajar de nuevo para la Armada. Y decidió llevar el programa Mark I como si fuera una operación militar. Así, él era el comandante, su nave era el ordenador y, si vas a seguir las reglas de los militares, tenías que aceptar que el segundo oficial que te habían asignado era una mujer. Cuando la conoció, se horrorizó de que fuera a ser su segunda al mando.

Grace Hopper en 1944
 

…pero Hopper era tan buena averiguando cómo hacer funcionar la máquina que al cabo de unos meses se había vuelto verdaderamente indispensable para Howard Aiken.

Kathleen Williams: No estaba interesada en «la parte del ordenador a la que le puedes dar una patada», solía decir. Le gustaban lo que acabarían llamándose «los programas».

Kurt Beyer: Lo que era interesante del Mark I es que su sistema de entrada era, de hecho, cintas de papel. Así que cuando digo que estaban «picando código», de hecho estaban representando con agujeros en la cinta ese código, y entonces la cinta pasaba por la máquina. Mientras el Mark I está en Harvard, hay otro proyecto secreto financiado por la Armada, llamado ENIAC.

Kathleen Williams: El ENIAC era enorme. Tanto que, de hecho, la gente trabajaba dentro de él.

Cuatro mujeres trabajando dentro de ENIAC
 

Kathy Kleiman: Después de que los hombres hubiesen construido este enorme hardware, eligieron a seis mujeres, y les dieron los diagramas de cableado del ENIAC y les pidieron que hicieran que resolviese ecuaciones de cálculo diferencial. Y lo hicieron. Sin manuales, sin lenguajes de programación. Una tarea magnífica y prácticamente imposible.

Kurt Beyer: Así que, mientras el Mark I sólo podía hacer tres operaciones por segundo, el ENIAC hacía cinco mil por segundo.

GH: Todo era, deprisa, para ayer. Así que la presión para mantener los ordenadores de la Armada en funcionamiento era muy fuerte. Y el Mark I corría 24 horas al día, 7 días a la semana.

Kathleen Williams: Trabajaban muy duro, días larguísimos. Buena parte de la presión venía del propio Howard Aiken, que era un jefe muy estricto.

Kurt Beyer: El Mark I era plenamente funcional, durante la guerra, y se la pasó resolviendo problemas críticos. El problema más importante que resolvió el equipo de Hopper durante ese periodo se lo pasó un hombre llamada John Von Neumann. Lo que ella no sabía es que Von Neumann trabajaba para el Proyecto Manhattan. Y hay un problema de ecuaciones en derivadas parciales muy complejo que debe resolverse que no podía resolverse usando métodos tradicionales, usando personas para los cálculos. O sea que en otoño del 44 presenta el problema. Tardaron tres meses en resolverlo y averiguan cómo hacer que una bola colapse sobre sí misma y saben dónde situar los puntos de fuerza sobre la esfera para que colapse. Después de la guerra [Hopper] se enteró de que había resuelto el problema de implosión para la bomba atómica. La bomba que se lanzó sobre Japón y hizo que la guerra acabase seis días más tarde.

Después de la guerra a Grace Hopper no se le permite ser profesora en Harvard porque en Harvard no hay profesoras. No se le permite seguir como oficial de la Armada porque están cerrando el programa WAVES. Tiene cuarenta y tantos, está divorciada, sin hijos. Las dos cosas que la definían en aquel momento, ser una experta en un campo que de hecho todavía no existía y ser oficial de la Armada, le son arrebatadas.

La Eckert Mauchly Computer Corporation, la primera «start up» informática, diría, se convierte en su salvación.

Kathy Kleiman: La Eckert Mauchly Corporation se diseñó para comercializar el ordenador y Grace se incorporó como directora de la división de software.

Kurt Beyer: También contrataron a algunas de las mujeres que habían trabajado en el ENIAC. Ellas dominaban el campo de los ordenadores. La start up de Hopper, la Eckert Mauchly Computer Corporation fue adquirida por Remington Rand y el siguiente dispositivo en el que trabajan, llamado Univac

Kathy Kleiman: El Univac I fue el ordenador revolucionario. Se presentó en el 51 o el 52. Se volvió sinónimo de la palabra ordenador durante años.

Kurt Beyer: Igual que decimos kleenex para referirnos a los pañuelos de papel, o Coca Cola para referirnos a un cierto tipo de refrescos, en los 50 se decía Univac para referirse a los ordenadores.

Kathleen Williams: En aquellos primeros tiempos había un montón de pequeñas empresas construyendo sus propios ordenadores y pronto se hizo obvio que no sabían hablar entre ellos.

Maria Kalwe, rectora del Harvey Mudd College
 

Maria Klawe: Así, Grace Hopper fue una de las primeras personas que comenzaron a abogar por un lenguaje de programación independiente de la máquina particular.

GH: Un buen número de gente pensaba que estaba al menos parcialmente loca. Al fin y al cabo insistir en hablar al ordenador en inglés llano era una idea completamente ridícula. Era imposible. Sólo que funcionó.

Kurt Beyer: Hopper inventa el compilador en el 51 y eso permite a gente sin doctorados en matemáticas comenzar a hablar con las máquinas (NdT: ahora no sé si adorar o odiar a Grace Hopper :-P), comenzar a programarlas.

Grace Hopper
 

GH: Lo que me pensaba es que había mucha gente en el país a la que no le gustaban los símbolos, que no eran matemáticos y odiaban los símbolos, así que déjales que programen en inglés. Sentido común.

Grace Hopper sentada frente a la consola de un ordenador de la época en compañía de tres hombres
 

Telle Whitney: Esa fue la revelación de Grace Hopper. Fue capaz de mirar la máquina y comprender que si se podía hablar con ella en un lenguaje de orden superior eso haría las cosas más simples y, además, más reutilizables.

Grace Hopper ante unas cuantas unidades de almacenamiento de la época con un libro sobre COBOL en las manos
 

Así que esta idea que tuvo y que se convertiría en la base de COBOL era de hecho 50 años adelantada a su tiempo.

Ayanna Howard, profesora del Georgia Institute of Technology
 

Ayanna Howard: Era un lenguaje muy potente. El motivo por el que tiene tanta popularidad es que fue muy adoptado en su tiempo. Contaba con la aprobación del gobierno y todo el mundo comenzó a usarlo.

Grace Hopper, dando clases
 

Kurt Beyer: En el año 2000 el 70% del código en activo en el mundo es código COBOL (NdT: esa afirmación suena, como mínimo, muy debatible).

Maria Klawe: Sigue habiendo miles de millones de líneas de código de COBOL ejecutándose (NdT: esta es bastante más creíble).

Kathleen Williams: Hopper sabía que estaba creando software mucho antes de que existiese la palabra.

Kurt Beyer: Mucha gente conoce la versión antigua de Grace Hopper, la almirante en uniforme militar. Para esa época probablemente ya no medía un metro sesenta sino uno cincuenta y dos y pesaba 45 kilos, arrugada, fumadora. Esa es la imagen pública que existió durante muchos años. Lo que descubrí en los archivos fotográficos es una joven hermosa y vibrante que había aprendido a trabajar en organizaciones dominadas por hombres no sólo con su humor y su sarcasmo, sino también con encanto.

Kathleen Williams: Era encantadora por naturaleza, era amigable por naturaleza, por naturaleza le gustaba hacer las cosas a su manera y se dio cuenta muy pronto que lo lograría antes con azúcar que con vinagre.

Kurt Beyer: Para cuando se hizo mayor, no creo que necesariamente fuese capaz de identificarse con las nuevas generaciones de feministas.

Kathleen Williams: Aunque abrió caminos, nunca admitió que hiciese falta abrir un camino. En ese aspecto era muy interesante, siempre creyó que las mujeres tenían las mismas oportunidades que los hombres, que no necesitaban un guiado especial o una mentorización especial. Si trabajan duro y son capaces serán reconocidas igual que los hombres. El hecho de que eso no era cierto era obvio para la mayoría de gente que la rodeaba, pero es algo que nunca admitió.

—¿Qué opina del movimiento de liberación de la mujer en los últimos quince o veinte años?

—No sé gran cosa de él porque no he tenido que preocuparme del tema, estaba en la Armada.

Kathleen Williams: Que se la nombrara «hombre del año de la informática»… No le preocupaba en absoluto que fuese «hombre» y no «mujer». Probablemente pensara que era divertido, pero desde luego no le molestó. Esmuy interesante, su carácter tiene dos caras.

Kurt Beyer: En 1967, cuando la mayoría de gente se estaría jubilando, se reincorpora a la Armada y se hace una nueva carrera durante los siguientes 20 años y asciende a almirante. Los militares comienzan a usarla como portavoz y comienzan a llamarla la madre de la informática, la madre de la programación.
Voz en off: A los 76 años, es la persona de más edad de la Armada en activo. Lo han oído bien, en activo. Si les cuesta creerlo, no son los únicos.

GH: Tenemos que avanzar hacia el futuro. La frase que siempre me ha desagradado es esa horrible «es que siempre lo hemos hecho así». Es por eso que tengo un reloj que va del revés en la oficina.

Kathleen Williams: Hopper tenía un reloj que se movía al revés en la oficina y eso dejaba parados a los que entraban en su oficina. Todo el mundo comprobaba su propio reloj y le preguntaban cómo podía saber la hora que era. Y ella contestaba que no había ningún motivo en absoluto para que el reloj tuviese que moverse en la misma dirección. También tenía una bandera pirata sobre la mesa, porque si necesitaba algo encontraría una forma de liberarla del Pentágono, normalmente por la noche cuando no había nadie más.

Telle Whitney: Hay que comprender que el porcentaje de mujeres en la informática sigue siendo bastante bajo.

Kathleen Williams: Y no tienen conociemiento histórico de cuántas mujeres contribuyeron como pioneras en los primeros tiempos.

Telle Whitney: Celebramos una «Grace Hopper Celebration» de las mujeres de la informática, la mayor reunión de mujeres tecnólogas del mundo.

Maria Klawe: La idea es que tenemos grandes mujeres en la informática y que deberíamos celebrar que están aquí y que deberíamos ayudarlas, animarlas y darles inspiración para que hagan todavía más. Deberíamos ser un lugar en el que las mujeres que dudan sobre esta carrera puedan ver lo inspiradoras y apasionadas y entusiastas son las mujeres que se mueven en este campo.

Te abre los ojos ver cuántas mujeres hay en el campo.

Mujer desconocida
 

De verdad había gente gritando «Dios mío, existimos, hay otras chicas como nosotras, no somos las únicas».

Kathleen Williams: Hay una gran falta de conocimiento entre las mujeres de hoy en la informática sobre Grace Hopper.

Kurt Beyer: Ese primer grupo central que inventó la mayoría de las bases de la programación tiene a Grace Hopper y a parte de su equipo de Harvard y a algunas de las mujeres del proyecto del ENIAC resolviendo aquellos problemas complejos.

Ayanna Howard: Creo que es tan importante tener modelos porque entonces es «oh, si ella fue capaz, entonces tiene que ser posible que yo sea capaz».

Megan Smith, responsable de tecnología de Estados Unidos
 

Megan Smith: Es como una Edison de nuestros días, como un Turing, y aún así Hopper no está en los libros de historia y es una de las cosas que tenemos que arreglar.

GH: Hablamos de nuestros recursos naturales. Hablamos del petróleo y el carbón y la madera. Creo que con frecuencia olvidamos que el mayor recurso natural con que contamos son nuestros jóvenes. Son nuestro futuro.

Grace Hopper murió el 1 de enero de 1992. Dos años más tarde 500 mujeres del mundo de la tecnología asistieron a la primera Grace Hopper Celebration. En 2014 ñla Grace Hopper Celebration tuvo más de 8000 asistentes.

Kathleen Williams:¿Que si creo que a Grace le gustaría el título de «reina del código»? No. Creo que pensaba que todas esas cosas eran tonterías. Odiaría la idea de ser reina. Yo no se lo haría sufrir.