El Kindle vende, pero no tanto como dice El País…

Atención a la noticia en ElPaís.com de hoy:

Titular de ElPaís.com: Amazon vende más libros digitales que en papel
¿Ah, sí? (Clic en la imagen para acceder a la noticia original)

Veamos ahora la noticia según la web del New York Times:

El titular del New York Times dice que las ventas de libros electrónicos han superado a las de libros de tapa dura
Los e-books ganan a la tapa dura, no al papel (De nuevo, un clic sobre la imagen lleva a la noticia)

Que digo yo que hay una pequeña diferencia entre ganarle a los libros de tapa dura y ganar a los libros en papel, en general, ¿no?

Viva la calidad de la información de la prensa española…

Si no tienes nada que decir, no digas nada

Una diapositiva de una presentación afirma que hay menos de una llamada interrumpida adicional por cien llamadas al comparar el iPhone 4 con el iPhone 3GS
¿Y? (Crédito de la foto, engadget; clic en la foto para acceder al original)

No pasa con frecuencia que uno pueda criticar a uno de los mejores «presentadores» de los que tengamos constancia. O sea que, para una vez que nos deja, aprovecharemos la ocasión… Para los que no sean conscientes del contexto, Apple ha tenido una cierta crisis (al menos de comunicación) en Estados Unidos por los [presuntos] problemas de recepción del iPhone 4 (véase) y ayer celebró una rueda de prensa sobre el tema, en la se mostraba la diapo que abre esta entrada, que comete el egregio crimen de no decir absolutamente nada.

La vida del fabricante de teléfonos es dura, sobre todo cuando se casa, como pasa con frecuencia, con operadores de telefonía, ya que las normas de esos matrimonios suelen incluir todo tipo de cláusulas de secretismo que no permiten ser transparente ni aún queriendo. En el caso de la los problemas de recepción del iPhone 4 (un teléfono que me parece una absoluta virguería, por otra parte, aunque «no es mi tipo» y no tengo intención de comprarlo), difícilmente podrá Apple publicar los datos de llamadas perdidas que obran en poder de la operadora AT&T.

Así que, ¿cómo cuantifica Apple esos problemas? (Se trata de un problema nada baladí, pero esa es otra historia.)

Menos de una llamada adicional interrumpida por cien llamadas en comparación con el iPhone 3GS

¿Quiere decir algo ese dato? Sin más información, absolutamente nada. Supongamos por un momento que ese «menos de una» significa, exactamente 0,1 (seguramente sea mayor: si no, imagino que AT&T habría corrido a decir «menos de una cada mil»). La cuestión es… ¿cuántas llamadas se interrumpían con el iPhone 3GS?

  • ¿Diez de cada 100? (Espero que no: dicen que el servicio de AT&T es malísimo, pero un 10% sería verdaderamente patético) En ese caso hemos pasado de 10 a 10,1, un incremento del 1%. Poca cosa.
  • ¿Una de cada 100? En ese caso pasamos de 1 a 1,1. Un incremento del 10%. Un verdadero problema.
  • ¿Una de cada 1000? En ese caso pasaríamos de 0,1 a 0,2. Un incremento del 100%. Una verdadera catástrofe.

¿Cuál es la realidad? No tenemos ni la más remota idea. Y el presentador ha invertido una diapositiva, y el tiempo de su audiencia en, insisto, no decir absolutamente nada.

La entrada no pretende, por una vez, criticar el cacharrito de Apple: sólo una política de comunicación que me parece un insulto a la inteligencia de la audiencia, aunque las pocas entradas en la blogocosa que he leído el tema se han tragado el anzuelo entero y no dudan en calificar el problema como ‘poca cosa’. Y podría ser, y seguramente es, poca cosa, pero Apple no ha dado ninguna información al respecto.

La Copa del Mundo de las Ontologías…

Dice la wikipedia que una ontología es una representación formal del conocimiento mediante un conjunto de conceptos dentro de un dominio y las relaciones entre esos conceptos. Apunta, también, que se usa para razonar sobre las propiedades de ese dominio y puede usarse para describir el dominio.

En la práctica, eso significa que una ontología permite, por ejemplo, decir que «los gatos» «son» «mamíferos», que los «gatos» «comen» «ratones» y que los «ratones» «son» «mamíferos» y acabar deduciendo que hay mamíferos que se comen a otros mamíferos… (es un ejemplo tremendamente limitado y sobresimplificado).

Pero si queremos una práctica mucho más práctica, una ontología puede servirnos para anotar la información de la Copa del Mundo de fútbol recientemente celebrada. Así, el sistema puede ‘saber’ que un tal «Andrés Iniesta» «es jugador de» «la selección española» (ya dejo de marcar las cosas como «sujeto» «verbo» «predicado»)… y deducir, posteriormente, que cada artículo en el que aparece el jugador es relevante para quien busque contenidos sobre la selección, independientemente de que en el artículo se hable del equipo o no, y sin necesidad de que nadie haya puesto «selección española» en los metadatos (sigue siendo una sobresimplificación, pero ahora ya tiene un cierto sentido, sobre todo si uno está interesado en agregar de manera más o menos semántica la información contenida en un montón de artículos sobre un acontecimiento o dominio de conocimiento muy concreto sin morir en el intento).

Y eso es lo que ha hecho (no hay premio para los que lo habíais anticipado) la BBC con su sitio dedicado a la Copa (lo explican ellos mismos con mucho más detalle en BBC World Cup 2010 dynamic semantic publishing).

La cosa no es nueva, ya hay cosas como Calais, de las que ya hablamos por aquí hace más de dos años… pero su uso en un entorno como este no deja de significar una muy buena noticia para los que esperan el advenimiento de la web semántica…

PS También tiene su interés lo que cuentan en la Yahoo Developer Network: Analyzing World Cup Data with YQL.

Por qué me gusta tanto Amazon

De vez en cuando hay que dar una palmadita a los que lo hacen bien, para que no quede la cosa muy desequilibrada cuando le damos una colleja a quien no lo hace…

En este caso, se trata de una experiencia positiva con la tienda del Kindle. El lunes pasado venía en el Euromed desde Valencia a Barcelona. Acompañado del Kindle, que estaba usando para acabar una novela de Cory Doctorow que tenía comenzada hacía una eternidad. Cosas que pasan, la novela se acabó y me puse con uno de los ‘samples’ que me bajo de vez en cuando para tener algo que hacer en estos casos ‘de emergencia’. Cosas de la vida, el ‘sample’ me gustó lo suficiente como para animarme a pasar por caja y leerme el libro entero. Aquí entra uno de esos momento de los que a veces ni te das cuenta y que, en otras ocasiones, como la presente, te hacen sentir ciudadano de pleno derecho del siglo XXI: comprar un libro, con un clic, y comenzar a leerlo en el acto, mientras viajas a más de 180 kilómetros por hora. Hoy será casi normal, pero hace diez años no nos lo habríamos creído por más que nos lo hubiesen jurado.

Hasta aquí, una experiencia interesante pero nada más. Lo interesante llega unos segundos más tarde… Llevaba yo bastante tiempo sin comprarle nada a Amazon. Lo suficiente como para que la tarjeta que les consta ya no sea válida. Y allí llegó la [pequeña] decepción: habría que esperar a llegar a Barcelona para comprar el libro y poder seguir leyendo…

Pero no. Cuál es mi sorpresa cuando, después de ver el mensaje ‘lo sentimos, la tarjeta no es válida’, vuelvo atrás, a la lista de libros… y me encuentro con el libro, íntegro, esperándome. Y es que, en Amazon, el cliente es inocente mientras no se demuestre lo contrario. El más grande de los minoristas de comercio electrónico había decidido fiarse de mí. Que no corrían un gran riesgo es obvio (los 13 dólares que costaba el libro son una gota en el mar de ventas de Amazon, ciertamente), pero (i) ¿qué otra tienda habría hecho lo mismo? y (ii) consiguieron que, mientras compraba en la tienda más grande del planeta (y por tanto, la que uno podría imaginar más impersonal), me sintiese como en la tienda de la esquina, en que me conocen de toda la vida.

Quizás es que me impresiono con facilidad, pero Amazon me va a seguir teniendo de cliente durante mucho tiempo…

Siete

El número 7
Imagen (cc) Kevin Collins. Clic en la imagen para acceder al original en Flickr

Pues nada, que, como cada San Juan, este blog cumple años. Y ya van siete. El último año no ha sido especialmente productivo, con menos de cien entradas, pero el tráfico se mantiene en unos niveles decentes (un pelo más de trescientas mil visitas, dice Google Analytics). Quién sabe, igual este año pisamos un poco el acelerador para poder celebrar el 8 con más ganas :-).

¡Feliz resaca de San Juan a todos!