Sabrán los lectores habituales de este blog,
- que uno es usuario de last.fm (desde hace más de cuatro años, ahí es nada),
- que tengo un iPod Touch, pero no un iPhone (el móvil es un Nokia N95, y es que a uno no le van para nada las arquitecturas cerradas: ya es suficientemente doloroso que sea cerrado el reproductor musical, el móvil sería demasiado)
- y que hace unas semanas que abandoné Vodafone por Yoigo, atraído, básicamente, por su casi razonable tarifa de datos.
Pues bien, hoy la combinación de las tres cosas se ha alineado con la última versión de MobileScrobbler para iPod Touch y iPhone para casi convencerme de que debería comprarme un iPhone.
MobileScrobbler es una de las múltiples aplicaciones que se puede instalar sobre el cacharrito más comentado de la blogocosa (a tito Estif con su excusa que no lanzaban de salida el SDK para la cosa por motivos de seguridad se le debería caer la cara de vergüenza). ¿Qué hace? Originalmente, comunicaba a last.fm las canciones que uno reproducía en el cacharrito… si uno disponía de conexión. Algo que con el iPhone estaba muy bien (con permiso de la tarifa de datos que uno tuviese contratada) pero que con el Touch era de utilidad bastante limitada… Entonces llegó la actualización que hacía que el programa «quedara residente» y contara a last.fm las canciones que habíamos reproducido mientras no teníamos conexión una vez que volvíamos a tener una WiFi a mano, y la cosa se volvió útil para los que «sólo» teníamos un Touch.
Y ahora llega la última actualización. La que va a conseguir que, a la que se descuiden, me compre una base con altavoces para el Touch y que pague la suscripción de last… Y es que ahora a MobileScrobbler le ha salido un cliente para la radio de last. Esa que, después de la muerte de Pandora fuera de las fronteras yanquis, es la mejor emisora de radio del mundo mundial y parte del extranjero. La que, gratuitamente, te permite indicarle un tag y te hace una emisora a medida. Esa que, también por la cara, se fija en lo que escucha la gente con gustos similares a los tuyos y te programa una radio en función de sus gustos y, si uno está experimental, te pone música que no has oído nunca pero que cree que te va a gustar (y parece mentira el ojo que tiene, oiga)… Que te pasa una biografía del artista que suena y te pone la letra para que quedes bien y, de regalo, te sugiere artistas similares y te indica los próximos conciertos de la banda (con integración con la agenda del cacharrito, faltaría más)… La misma que, por dos euros cincuenta al mes, te ofrece una emisora hecha a tu exclusivísima medida musical… Disponible allí donde el iPod tenga conexión a internet (y por tanto, con un iPhone y la conexión de Yoigo ampliada por Vodafone, prácticamente en cualquier sitio por un euro veinte al día). Se me nota emocionado, espero…
Lo único que hace que no salga corriendo a buscar un iPhone es una fe ciega (y espero que justificada) en que no puede tardar mucho en salir la aplicación correspondiente para el N95.
He visto el futuro de la radio y se llama last.fm para dispositivos móviles… Buenovale, esa frase me ha quedado un pelín exagerada ;-), pero realmente pienso que la aplicación representa un enorme paso adelante en muchos aspectos.
PS Le falta todavía, eso sí, que se pueda programar para que a las siete de la mañana de los días de diario salte del tag «chillout» al «high energy» y el volumen suba progresivamente…
PS 20080111 Ya hay disponible una versión para teléfonos y PDAs con Windows Mobile.