Interrumpo mi silencio bloguero (anda uno corto de ideas estos días) para recuperar algunas cosas que han salido de un tuit de ayer por la noche… Este tuit:
mismo libro, en kindle, en amazon.es: €4,48 en inglés, €13,29 en español. editores de aquí, si no tenéis éxito, culpad a la piratería
— César Córcoles (@chechar) agosto 3, 2012
Los libros motivo del tuit salen directamente de la lista de recomendaciones que me hace Amazon.es en función de lo que ya he comprado (me da que soy un bicho raro: yo compro libros digitales):
Al cabo de un rato me retuiteaba @antonello y sus once mil followers (y lo goloso del tema, quiero pensar) han hecho que el tuit ande por encima de los 500 600 retuits (mis tuits normalmente acumulan entre uno y cero retuits…) y un buen puñado de menciones y respuestas. Algunos de ellos son lo suficientemente interesantes como para dejarlos aquí y que no se los lleve Twitter el viento…
@chechar más bien culparía a los impuestos con los que cargan a los editores españoles, pero bueno.. La piratería está claro que no es :-)
— Javier Prieto シ (@TheGoOse) agosto 4, 2012
La editorial española (Ariel) está usando el mismo canal de distribución que la anglosajona… Es probable que el régimen fiscal que afecte a Ariel sea muy diferente que el de la editorial anglosajona, pero estamos hablando de un ‘premium’ del 196%… (y sí, hay que tener otros criterios en cuenta, desde luego, como que la tirada en castellano será mucho más limitada que la inglesa o que el libro es algo más novedad en castellano que en inglés, pero, aún así… ¿un 196% más caro?).
@alexitu_bcn @chechar Pues sobre un 90% del precio final o más porque encima d lo poco q que cobra el escritor, ha de pagar sus impuestos.
— Emma Mora (@_planetagua_) agosto 4, 2012
No es el caso de Dan Ariely, cuya nómina en Duke, por un lado, no debe ser nada despreciable y que, por otro, después del exitazo de su anterior libro, se debe haber llevado un adelanto por este de seis cifras… Aún así, sí, es interesante pensar cómo se reparten el pastel editoriales y autores (y el resto de implicados en el proceso), pero es un análisis para el que carecemos de datos (y, además, me parece lícito que Ariel ‘subvencione’ con un ‘best seller’ casi garantizado un buen montón de libros con los que seguramente pierden dinero, que una editorial seria no es exactamente el mejor de los negocios). Aún así… ¿un 196% más caro?
@chechar @kurioso y además los traductores muriéndonos de hambre…
— Érika O'Morrison (@damp_earth) agosto 4, 2012
@chechar la traducción tendrá coste, presuponiendo que sea inglés. Eso sí, un incremento, nunca duplicar precio. Aún así, coincido contigo
— Sergio Gómez (@pulsarin) agosto 4, 2012
Otra de las que duelen: el curro del traductor (en este caso, traductora: Elisenda Julibert González, y hay que apuntar un tanto a favor de la editorial Ariel por hacerla constar en los títulos) tampoco es lo que encarece el libro hasta estos extremos (aún suponiendo y deseando que la compensación de Julibert González haya sido la adecuada).
@chechar Depende de lo que busques. Mi novela en papel 22€, en ebook 0,94€ en España, 1,18$ en USA. Y como esta, muchas otras de Ediciones B
— Marta Querol Benech (@Marta_Querol) agosto 4, 2012
Primero, reconocer que iniciativas como las de B de Books nos hacen ver que la industria editorial española se da cuenta de que hay que experimentar y buscar dónde están los precios que hacen que el libro sea un negocio. Apunta Marta en otro tuit que, aún así, también se descargan sin pagar copias de su libro. Desafortunadamente, sí, siempre va a haber quien se descargue el libro sin pagar un duro por él, independientemente del precio. No se trata de acabar del todo con ello (más que nada, porque es imposible), sino de llevar a la inmensa mayoría a un modelo en que autores y editores se lleven su justa compensación. Y B de Books, insisto, es un paso enorme en esa dirección que merece el aplauso de todos.
@chechar @Daurmith por lo menos vamos a mejorar nuestro inglés…
— Rubén (@Armeris) agosto 4, 2012
No hay mal que por bien no venga :-).
@chechar @_aLinG_ soy abogado del diablo. En ingles, se venden decenas de miles de ejemplares, en español cientos. no se debe ser tan simple
— nacho mo (@nachomo) agosto 4, 2012
Para nada simple. En absoluto. Si no, nos habríamos metido todos en el negocio editorial. Y no es el caso. Nacho también apunta que hay que pagar al traductor. Pero, insisto, el coste de traducción no es el núcleo del problema y la adquisición de los derechos de la obra, en primer lugar, tiene en cuenta la tirada esperada del libro (si no, Ariel se habría hundido hace ya mucho tiempo) y, en segundo, es muy inferior a lo que habrá cobrado en este caso el autor por los derechos de explotación en lengua inglesa.
En fin. Esta entrada no tendrá el enorme eco del tuit, pero aún así me parecía interesante dejarla aquí guardada con algunos de los apuntes surgidos que me han parecido más interesantes. Antes de cerrar querría provechar para dejar claro que Ariel, en particular, es una de esas editoriales que vienen trabajando desde hace mucho en difundir conocimiento y que su tarea me parece encomiable: que no comparta su política de precios no quiere decir que no me parezca una buenísima editorial.