Lo cuenta la BBC: alguien se ha tomado la molestia, en Sudáfrica, de montar una ‘carrera’ entre una conexión ADSL y una paloma mensajera cargada con un ‘pen’ de cuatro gigas sobre una distancia de unos cien kilómetros. Para sorpresa de nadie, la paloma ganó (si no, no habría salido en prensa). Sí es más sorprendente el margen de la victoria: para cuando llegó la paloma, apenas se había transferido un 4% de los cuatro gigas…
Cierto es que una Sneakernet ganará siempre a una conexión de datos: llénese un petrolero de discos duros y el throughput se irá a la estratosfera… Pero, ¿cómo está la cosa en España?
Pongámonos en un caso típico. Vamos a suponer que, con el AVE, me planto en cualquier lugar de Madrid, desde cualquier lugar de Barcelona en cinco horas. ¿Cuántos datos puedo enviar de Barcelona a Madrid en cinco horas? Si no me equivoco mucho, la velocidad de subida típica de las ADSL patrias anda entre los 320 y los 512 kilobits. Pongámonos en que tenemos una capacidad de 512. Y que la línea es eficiente al 100%. Esto es, que podemos subir 64 kilobytes por segundo. O lo que es lo mismo: 230.4 megas (de los de 1000 kilobytes) por hora, o 1152 en cinco horas. O lo que es lo mismo:
Yo con un pen de 2 gigas en AVE soy casi el doble de rápido que una muy buena ADSL hispana.
¿Y qué haría una paloma? Parece ser que una paloma de competición es capaz de velocidades efectivas de más de 870 yardas por minuto, o unos 48 kilómetros por hora (sobre distancias mucho más largas que los aproximadamente 505 kilómetros que separan Madrid de Barcelona). Por tanto, la paloma tardaría 10 horas y media (vamos a darle 11) para ir de Barcelona a Madrid, tiempo en que la conexión perfecta de 512 kilobits llegaría a subir algo menos de dos gigas y medio. Vamos, que…
Una paloma con un pen de 4 gigas le gana de calle a una buena ADSL española…
Qué cosas. Y ya sabéis,
El día en que prohiban el P2P, invertid en palomas, que son más eficientes.